4 maneras que te ayudarán a mantener la calma.
¿Alguna vez has tenido una discusión acalorada, solo par darte cuenta, unas horas después, de que fue ridículo? (Sí, yo también). De hecho, hace poco tuve con mi marido una discusión que giraba en torno a una batata (hablo en serio). Ya sea que el tema del conflicto sea real o imaginario, ridículo o bien importante, los sentimientos relacionados con el conflicto son reales, especialmente cuando las emociones son muy altas. Eso puede hacer que sea difícil que mantengamos la calma.
Podemos sentir enojo, sentirnos heridos, o incluso que no se nos entienda, especialmente cuando experimentamos conflicto con nuestro cónyuge, nuestros hijos, compañeros de trabajo o amigos. Afortunadamente, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudarnos a mantener la calma y encarar el conflicto de manera sana.
Fíjate en estos cuatro consejos que te pueden ayudar a lidiar con el conflicto:
1. Cuestiona rápidamente tus pensamientos.
Tal vez pienses de manera irracional cuando te sientas enojado o herido, así que toma un tiempo para evaluar tus pensamientos; ¿son razonables? Haz un esfuerzo por comprender el punto de vista de tu cónyuge y de determinar la validez de lo que estás discutiendo. ¿Es más importante tener razón o los sentimientos de tu cónyuge? ¿Esta confrontación tiene que ver con una situación de vida o muerte, o es un desacuerdo de poca importancia? Una vez que pienses de manera racional, puedes decirte a ti mismo algo así: “Estoy exagerando esto demasiado. Mi relación con mi esposo es más importante para mí que aquello por lo que estamos discutiendo”.
2. Vuelve a empezar
Contrólate al principio del desacuerdo. Hay estudios que demuestran que los primeros tres o cinco minutos de una conversación establecen las bases de lo que probablemente sucederá a continuación. Si las cosas empiezan a ponerse mal, sugiere algo así, “Esto está yendo por mal camino. Vamos a empezar de nuevo”.
3. Deja que tus emociones se aplaquen antes de abordar el problema.
La ira puede ser una poderosa emoción acompañada de una reacción química en el cerebro. Te das la oportunidad de calmarte al elegir esperar a que se pase la ola de emociones. Considera las siguientes ideas o algo similar:
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Busca una distracción.
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Da un paseo.
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Escucha música que calme.
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Lee algo edificante.
4. Déjalo salir en formas productivas.
Hablar a gritos de tus sentimientos no te ayudará a “desahogarte”. Cuanto más enojo descargues, más intensas se volverán tus emociones. En cambio, podrías:
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Anotar sus pensamientos.
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Hacer ejercicio o ponerte activo.
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Usar una vena creativa: tocar la guitarra, pintar, cantar o bailar.