2017
Cuatro maneras de detener la intimidación
2017 – Artículos digitales


Cuatro maneras de detener la intimidación

La intimidación ocurre más a menudo de lo que pensamos.

jugar al golf

Cuando Shuho, un golfista con ambiciones profesionales, se unió a su equipo universitario de golf, no anticipó la intimidación y la intolerancia que se dirigirían hacia él debido a su nacionalidad. “Se volvió cada vez más estresante estar entre ellos”, dijo. Con el tiempo, dejó la universidad herido emocional y psicológicamente. Por fortuna para Shuho, algunos nuevos amigos no solo lo ayudaron a recuperarse, sino que también lo llevaron a la Iglesia.

La intimidación puede sucederle a cualquiera, donde sea. A continuación hay algunas ideas sobre qué hacer cuando la detecte.

  1. Decir algo. Si ves que una persona está siendo intimidada, o te están intimidando a ti, no lo ignores o finjas que no está sucediendo. Dile a la persona que intimida que se detenga, con una voz clara y tranquila.

  2. Decirle a alguien. Puede que no parezca socialmente aceptable, que no parezca una señal de fortaleza, pero el decirle a alguien, en especial si tiene el poder de ayudar, te ayudará a ti o a la persona que está siendo intimidada y, en muchos casos, al intimidador.

  3. Tender una mano. Si eres víctima de un intimidador, rodéate de amigos. Es más difícil que el intimidador ataque a un grupo que a una sola persona. Si conoces a alguien que está siendo intimidado, entabla amistad y protege a esa persona.

  4. Confiar en el Salvador. Tú tienes valor; la persona que ves que están intimidando tiene valor; incluso la persona que intimida tiene valor. Cristo conoce mejor que nadie lo que es ser golpeado y escupido. Él es tu recurso más grande para adquirir un sentido de autoestima.