Mensaje de Asesora de Organizaciones del Área
¡Confíen en las promesas de nuestro Padre para sus vidas!
Me siento bendecida y espero con anhelo cada oportunidad de poder escuchar a nuestro amado profeta. Puedo sentir el amor de Dios en sus palabras y su espíritu hablando a nuestros espíritus. En medio de la gran confusión y caos que presenta el mundo, necesitamos escuchar con atención a los mensajeros del Padre, que nos llenan de paz, esperanza y poder espiritual.
Al iniciar la Conferencia General de abril de 2022, en sus primeras palabras, el presidente Russell M. Nelson nos recordó que estamos viviendo aquellos días predichos en las Escrituras:
“Hermanos y hermanas, el evangelio de Jesucristo nunca ha sido tan necesario como lo es actualmente… testifico que Su evangelio es la única solución duradera para la paz.… es la única respuesta cuando muchos en el mundo están aturdidos por el temor…
“Todos los misioneros enseñan y testifican del Salvador. La oscuridad espiritual en el mundo hace que la luz de Jesucristo sea más necesaria que nunca… Cada persona merece saber dónde puede hallar la esperanza y la paz que ‘sobrepasa todo entendimiento’.
“Hoy reafirmo enfáticamente que el Señor ha pedido a cada hombre joven digno y capaz que se prepare para la misión y sirva en ella”1.
También el presidente Nelson expresó: “Queridos jóvenes amigos, cada uno de ustedes es crucial para el Señor. Él los ha reservado hasta ahora para ayudar a recoger a Israel. La decisión que tomen de servir en una misión, ya sea de proselitismo o de servicio, los bendecirá a ustedes y a muchos más…”2.
Amados jóvenes y jovencitas, aceptar este llamado les proporcionará una oportunidad transformadora que incide en el resto de su existencia. Les brindará dones, comprensión, valor, habilidades y hábitos para su desarrollo y éxito y lograrán mover sus propios montes desafiantes en sus vidas.
El Señor personalmente está trabajando al lado nuestro, reuniendo a aquellos que están dispuestos a dejar que Él, nuestro Salvador, sea la influencia más importante en sus vidas (véase Jacob 5:70–76).
Queridos jóvenes, los amamos, sé que nuevamente estamos escuchando ese poderoso llamado de Dios de la boca de nuestro profeta actual. Permitan que este espíritu guíe ese deseo de ser obedientes y crecerá en sus corazones, escuchen Su voz, sientan Su influencia. ¡Confíen en las promesas de nuestro Padre para sus vidas!
Nosotros, como padres y líderes, sigamos el modelo de Helamán y los 2000 Jóvenes al estudiar el capítulo 53 de Alma en El Libro de Mormón.
Ustedes son el fruto de sus misiones y de sus conversiones y convenios con Dios, compartan siempre estas experiencias sagradas en sus familias y, como líderes, traerán la luz del Espíritu donde estén. Cuando los escuchen y trabajen juntos en la Obra de Salvación y Exaltación, serán ejemplos vivientes del poder de Dios.
“Alza tu corazón y regocíjate, porque la hora de tu misión ha llegado; y será desatada tu lengua y declararás buenas nuevas de gran gozo a esta generación” (Doctrina y Convenios 31:3).
“…de modo que, si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra… y he aquí, quien mete su hoz con su fuerza atesora para sí, de modo que no perece, sino que trae salvación a su alma” (véase Doctrina y Convenios 4).
Los animo a pedir al Padre para encontrar su papel personal en este perfecto plan de Su obra eterna. Testifico que Jesucristo personalmente les revelará e investirá de Su poder para llevarlo a cabo.