2023
La educación: Un esfuerzo espiritual
Abril de 2023


“La educación: Un esfuerzo espiritual”, Liahona, abril de 2023.

Las bendiciones de la autosuficiencia

La educación: Un esfuerzo espiritual

La Iglesia ofrece a los Santos de los Últimos Días de todo el mundo acceso a formación académica asequible, en línea y con una base espiritual.

varios jóvenes adultos sentados en una mesa

Fotografía por Derek Israelsen

El presidente Russell M. Nelson ha llamado a la educación “una responsabilidad religiosa”1. Sin embargo, para muchas personas, la formación académica es un recurso escaso, accesible solo para los más brillantes o para quienes tienen más recursos económicos. Brian K. Ashton, rector de BYU–Pathway Worldwide, explicó que en muchos países, si los alumnos no muestran aptitud para la universidad a temprana edad, se pierden oportunidades educativas futuras2.

Pero EnglishConnect y BYU–Pathway Worldwide (véanse las barras laterales al final del artículo) brindan oportunidades a los miembros de la Iglesia y sus familiares y amigos de ampliar su formación académica. Tales recursos dan esperanza a los alumnos y fueron creados para ayudarles a tener éxito.

“Servimos a alumnos adultos, a la primera generación de alumnos de sus familias y a cualquier otra persona interesada en una educación académica en línea asequible”, dijo el rector Ashton. “A quienes hablan inglés o desean aprender inglés, estos programas les ofrecen la oportunidad de que el Espíritu Santo les enseñe y lleguen a ser lo que Dios desea que sean; se trata de un mensaje elocuente para los alumnos de todo el mundo”.

una joven adulta sonríe

Fotografía por Eve Tuft

Nuestro mayor aliado educativo

Nuestro mayor aliado para cursar estudios superiores no es cuán inteligentes seamos, sino cuán diligentemente procuremos la ayuda del Espíritu Santo, dijo el rector Ashton. “El aprendizaje es un esfuerzo espiritual, y aprender por medio del Espíritu Santo nos ayuda a aprender a recibir revelación”.

La educación académica no consiste solo en obtener un título o reunir los requisitos para un empleo, agregó el rector Ashton. “Va más allá de eso; se trata de saber cómo vivir, cómo trabajar bajo la influencia del Espíritu Santo y cómo llegar a ser como el Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo”.

El rector Ashton comentó que cuando hacemos cosas que invitan al Espíritu a nuestra vida, el Espíritu Santo puede vivificar nuestra capacidad de aprender de manera más eficiente y eficaz. Algunas de esas cosas son guardar los mandamientos, ser diligentes, ejercer la fe y comenzar nuestros estudios con el estudio de las Escrituras y la oración.

“Cuando aprendemos por medio del Espíritu Santo”, explicó, “sentimos esa deliciosa sensación de crecimiento en nuestro pecho [véase Alma 32:28]. ¡Cuando reconocemos ese sentimiento, aprender se vuelve entretenido! El sistema universitario de la Iglesia nos ayuda a lograrlo, y está al alcance de cualquier persona que quiera que el Espíritu Santo le enseñe”.

La revelación y el aprendizaje

Por medio de EnglishConnect, Haustia Rocha Ballam asumió la responsabilidad de su formación académica al fortalecer su testimonio del Evangelio.

Joven adulta con un birrete de graduación

“No renuncien a sus sueños”, dice Haustia, que obtuvo un título a través de BYU–Pathway Worldwide.

Fotografía por cortesía de BYU–Pathway Worldwide

Haustia Rocha Ballam quería aprender inglés para poder obtener un título universitario a través de BYU–Pathway Worldwide. Como miembro nueva de la Iglesia, también quería aprender más acerca del Evangelio. EnglishConnect era su oportunidad para hacer ambas cosas.

“Yo no hablaba inglés”, recuerda Haustia, de Bahía, Brasil. “Solo sabía decir ‘Hola’ y ‘¿Cómo estás?’”.

Haustia dice que siempre recordará su primera reunión en persona de EnglishConnect, donde se preguntaba si alguna vez ampliaría su inglés más allá de simples saludos. Aquello cambió cuando uno de los misioneros de servicio dio su testimonio al final del encuentro.

“No entendía nada durante la clase, pero entendí todo lo que él dijo porque sentí el Espíritu”, cuenta ella. “Eso me ayudó a no darme por vencida. Cuando salí de la reunión, me sentía muy feliz, con la determinación de aprender inglés y de seguir estudiando mediante EnglishConnect”.

dos mujeres mirando una computadora portátil

Fotografía por cortesía de BYU–Pathway Worldwide

Con esa determinación —y mucho trabajo arduo, oración y fe—, Haustia venció su timidez y temor. Aprendió principios del Evangelio “que me ayudaron a asumir la responsabilidad de llegar a ser lo que quiero ser en el futuro”, dice ella; y llegó a ser una “alumna líder”, forjando amistades para toda la vida, ayudando a los demás y adquiriendo confianza.

Después de EnglishConnect, Haustia continuó con BYU–Pathway Worldwide, donde tomó cursos fundamentales (llamados PathwayConnect) y luego obtuvo una licenciatura en línea en Administración de Servicios de Salud de la Universidad Brigham Young–Idaho. Dijo que su formación académica le ha abierto las puertas a muchas oportunidades laborales. En la actualidad, trabaja en atención al cliente en el campo de la salud.

“Cuando aprendemos inglés y aprendemos acerca del Evangelio al mismo tiempo, el Padre Celestial nos ayuda dándonos revelación para aprender”, comenta ella. “Les decía a los nuevos alumnos: ‘No renuncien a sus sueños. Aprovechen esta increíble oportunidad de estudiar por medio de EnglishConnect y BYU–Pathway Worldwide. Les brindará oportunidades importantes para lograr sus metas educativas y espirituales’”.

Dios preparará el camino

Fu Pak Wai tuvo una idea que floreció hasta convertirse en un negocio que fue la respuesta a una oración.

hombre de pie, frente a su taller de bicicletas

Fu Pak Wai dice: “No podemos ver todo lo que tenemos por delante. Simplemente avanzamos paso a paso”.

Durante muchos años, Fu Pak Wai trabajó en animación por computadora en Hong Kong. Disfrutaba el trabajo, pero le demandaba mucho tiempo.

“Cuando regresaba a casa del trabajo cada noche”, cuenta él, “mi hijo ya estaba en la cama”.

Al pensar en su familia y su futuro, el hermano Fu asistió a uno de los grupos de autosuficiencia de la Iglesia: “Cómo iniciar y hacer crecer mi negocio”. Durante doce semanas, los miembros del grupo analizaron cómo emprender, hacer crecer, financiar y mejorar un negocio. También hablaron sobre cómo buscar y conservar los clientes.

Con ese conocimiento nuevo, el hermano Fu tuvo una idea, la cual floreció hasta convertirse en un negocio que fue la respuesta a una oración.

En su tiempo libre, el hermano Fu comenzó a vender accesorios para bicicletas y bicicletas de segunda mano por internet. Luego tomó cursos en línea para aprender a reparar bicicletas. Finalmente, encontró un pequeño edificio para alquilar, donde podría instalar un taller de bicicletas.

hombre reparando una bicicleta

“Todavía tenía mi empleo de tiempo completo mientras vendía accesorios para bicicletas y arreglaba bicicletas a tiempo parcial”, dice él. “Después de hacer eso por un año, dejé el empleo de tiempo completo”.

Ahora el hermano Fu tiene más tiempo para su familia.

“Fue una respuesta a una oración”, dice él. “Ahora puedo ver a mi hijo por la mañana, antes de que vaya a la escuela y por la tarde, después de la escuela. Es genial”.

El emprender su propio negocio también le ha dado más tiempo para servir en su comunidad y en el reino de Dios, dedicarse a la obra misional y ayudar a otras personas a llegar a ser autosuficientes.

“A medida que establecía mi negocio”, recuerda el hermano Fu, “también desarrollé un testimonio más firme sobre el santificar el día de reposo y vivir la ley del diezmo. Ignoro cómo saldrá todo. No podemos ver todo lo que tenemos por delante. Simplemente avanzamos paso a paso, y Dios preparará el camino”.

Notas

  1. Russell M. Nelson, “Education: A Religious Responsibility” (devocional de la Universidad Brigham Young–Idaho, 26 de enero de 2010), byui.edu.

  2. Brian K. Ashton, entrevista de la revista Liahona, 29 de marzo de 2022.