¿Qué hago con mi tiempo?

Marta era una fiel discípula de Cristo (véase Juan 11:27). Cuando Jesucristo la visitó en su casa, Marta trabajó arduamente para asegurarse de que los invitados fueran atendidos. Su hermana María, “sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra” (Lucas 10:39). Cuando Marta se sintió agobiada por la carga de trabajo, Cristo le brindó un tierno recordatorio de que volviera a centrarse en lo que era más importante en ese momento. Marta hacía una buena obra, “pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte” (versículo 42).

Como sugiere el manual Ven, sígueme, este relato puede alentarnos a evaluar qué estamos haciendo con nuestro tiempo. Estas son algunas posibles preguntas para comenzar:

¿Me agobio debido a que trato de hacer demasiadas cosas buenas?
Esas cosas buenas, ¿restan tiempo a otras mejores y más santas?
¿Qué cosas que me agobien puedo eliminar de mi vida?
¿Qué cosas beneficiosas puedo añadir más a mi vida?
¿Cuándo puedo dedicar tiempo a escuchar al Salvador?