“¿Es mi ofrenda suficiente?”, Liahona, abril de 2023.
Ven, sígueme
¿Mi ofrenda es suficiente?
Los discípulos sabían que cinco panes y dos pescados era una ofrenda escasa (véase Juan 6:7–9); sin embargo, el Salvador pudo convertirla en el milagro que alimentó a cinco mil personas.
El Señor ha dicho: “… yo puedo efectuar mi propia obra” (2 Nefi 27:20); Él puede lograr Sus propósitos sin que le demos ni una sola hogaza ni pescado, pero aun así nos pide que ofrezcamos “el corazón y una mente bien dispuesta” (Doctrina y Convenios 64:34).
No importa lo que consagremos a Su obra —nuestras posesiones, talentos, tiempo, fe, amor— ni qué tanto podamos contribuir, el Salvador puede multiplicar y hacer uso de cada ofrenda sincera y bien dispuesta para edificar Su reino y hacer Su obra.
Considere lo que se logró mediante el corazón y la mente bien dispuesta que ofrecieron estas personas: