2024
“Lo que no edifica no es de Dios”
Julio de 2024


“Lo que no edifica no es de Dios”

Hace años, los presidentes de estaca tuvimos una capacitación con el élder Neil L. Andersen, miembro entonces de la presidencia del Área Europa Occidental. Y uno de los presidentes le preguntó: “Élder Andersen, si un miembro de nuestra estaca no se está comportando adecuadamente, ¿deberíamos reprenderle, y llamarle al arrepentimiento?”. El élder Andersen respondió lo siguiente: “Nosotros deberíamos encomiar a las personas por lo que hacen bien, y dejar que sea el Espíritu de Dios el que las corrija por lo que hagan mal. Porque el Espíritu no ofende cuando corrige”.

Estas palabras del élder Andersen deberían ayudarnos a entender lo importante que es la alabanza sincera en nuestras relaciones con los demás. Todos sabemos lo que estamos haciendo mal, y cuando alguien nos recrimina por ello, sentimos una rebeldía interior que dificulta nuestra capacidad para corregir nuestros errores. Sin embargo, cuando alguien se fija en lo que estamos haciendo bien y nos alaba por ello, nos sentimos motivados a esforzarnos por seguir haciendo lo bueno, y a dejar de hacer lo malo. Porque esas alabanzas hacen que los buenos sentimientos surjan en nuestro interior, y se favorezca la presencia y la influencia del Espíritu del Señor, que nos ayudará a seguir haciendo lo bueno, y a corregir aquellas cosas que aún no hayamos superado.

Es decir, que la forma de ayudar a una persona a corregir sus errores no es añadiendo nuevos errores con las críticas negativas, sino ignorando lo negativo e iluminando lo mucho positivo que hay en la conducta de los demás. Y, al iluminar lo positivo, el Espíritu de Dios se encargará de ayudar a las personas a eliminar lo negativo.

En la época en que los santos estaban en Kirtland, había muchos espíritus falsos andando por la tierra. Y había miembros de la Iglesia que se estaban dejando influir por esos falsos espíritus. Y José Smith recibió una revelación para corregir este problema, que ilustra muy bien lo que estoy comentando. Leemos en parte lo siguiente en esta revelación: “Lo que no edifica no es de Dios, y es tinieblas. Lo que es de Dios es luz. El que recibe luz y persevera en Dios recibe más luz, y esa luz se hace más y más resplandeciente hasta el día perfecto” (Doctrina y Convenios 50:23-24). Si sentimos que la manera de ayudar a una persona a mejorar su vida es echarle en cara su conducta, tenemos que preguntarnos si estamos bajo la influencia de un espíritu apropiado.

El apóstol Pablo explicó a los miembros de la iglesia de Roma la forma más adecuada de ayudar a los demás a corregir lo que esté mal en su vida, diciéndoles: “No seas vencido por lo malo; sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21).