Voces de los miembros
Sentir el llamado del Señor
Sentir el llamado del Señor también implica acción.
Sentir el llamado del Señor es una experiencia personal y profunda que todos podemos vivir. Desde las primeras páginas de las Escrituras, vemos cómo el Señor llama a Sus hijos a seguirlo, a escuchar Su voz y a aceptar Su guía. Este llamado puede venir de diferentes maneras: a través de la oración, al estudiar las Escrituras, al escuchar un discurso en la iglesia o al reflexionar sobre nuestra vida y nuestras decisiones.
He sentido el llamado del Señor de manera clara en varias ocasiones. Recuerdo una vez durante un momento de gran dificultad personal, estaba buscando respuestas y consuelo. Al orar con fervor, sentí una paz abrumadora y una impresión en mi corazón que me decía: “Venid a mí, y os daré descanso”. Esta experiencia me trajo consuelo, fortaleza y confianza para seguir adelante.
Las Escrituras están llenas de invitaciones del Señor para venir a Él. Otra forma en la que podemos sentir el llamado del Señor es a través de las palabras de Sus siervos. Los líderes de la Iglesia, el profeta y los apóstoles a menudo nos enseñan y nos invitan a acercarnos más a Cristo. Sus mensajes y testimonios pueden ser una fuente poderosa de inspiración y guía. Por ejemplo, en una conferencia general reciente, el presidente Russell M. Nelson nos invitó a “escuchar al Señor”. Nos invitó a buscar maneras de recibir revelación personal y a seguir el ejemplo de Cristo.
Sentir el llamado del Señor también implica acción. No basta con reconocer Su invitación, debemos actuar sobre ella. Esto puede significar hacer cambios en nuestra vida, servir a los demás o solo hacer un esfuerzo consciente por seguir los mandamientos y las enseñanzas del Salvador. Al hacerlo, mostramos nuestra fe y amor por Él, y además recibimos las bendiciones que Él ha prometido.