Lección 17
Doy gracias por las manos que tengo
Objetivo
Que los niños aprecien el tener manos y lo que éstas pueden hacer.
Preparación
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Estudie, con la ayuda de la oración, Mateo 19:13–15 y Doctrina y Convenios 20:70; 35:6; y 42:43–44.
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Prepare una caja o una bolsa que contenga objetos conocidos de formas y texturas diferentes, por ejemplo, una piedra, la hoja de una planta, un trozo de tela, una cuchara, un peine, un lápiz, etc. Lleve por lo menos un objeto por cada alumno que tenga en la clase.
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Si es posible, haga una copia para cada alumno de la hoja con los signos de dactilología (el lenguaje que utilizan los sordos) que está al final de la lección.
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Materiales necesarios:
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Una Biblia.
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Un objeto pequeño como un botón o una moneda.
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Las siguientes láminas: 1–8, del jovencito que reparte la Santa Cena (62021); 1–11, del bautismo de un niño (62018); 1–12, de la confirmación de una niña (62020); 1–39, de la bendición de un bebé; 1–40, de la bendición de los enfermos (62342).
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Haga los preparativos para las Actividades Complementarias que desee llevar a cabo.
Nota al maestro: Si en su clase hay algún niño con una incapacidad física, tenga en cuenta no herir sus sentimientos; haga hincapié en todo lo que el niño pueda hacer y no en su incapacidad.
Actividades de aprendizaje
Pida a un alumno que ofrezca la primera oración.
Actividad para despertar la atención
Llame a uno de los niños y dígale que meta la mano en la caja o bolsa, sin mirar, que toque uno de los objetos y diga si es duro, blando, liso o áspero; luego, que diga si sabe lo que es. Después, pida al mismo niño que saque el objeto de la bolsa o caja y lo muestre a la clase; deje que todos lo palpen. Continúe, hasta que todos los niños hayan participado.
• ¿Qué metieron dentro de la caja (bolsa) para tocar el objeto?
• ¿Con qué tocaron el objeto?
Explíqueles que las manos son una gran bendición para nosotros, pues podemos emplearlas para muchas cosas.
Con las manos hacemos muchas cosas
Dígales que levanten las manos y se las miren; hablen de lo que pueden hacer con las manos: levantar algo sosteniéndolo entre el pulgar y los otros cuatro dedos; sostener un objeto en la palma de las manos; saludar y dar vuelta la mano en todas direcciones.
Actividad
Empleando un objeto pequeño, como un botón o una moneda, haga que los niños se turnen para sujetarlo o tenerlo sin utilizar el dedo pulgar; recalque que todas las partes de nuestro cuerpo, por pequeñas que sean, son importantes.
Actividad
• ¿Cómo les ayudaron las manos a arreglarse para venir a la Iglesia?
Haga que los niños simulen con pantomima las acciones de prepararse, como lavarse la cara, vestirse, peinarse, comer y lavarse los dientes.
• ¿Cómo les ayudan las manos a jugar?
Diríjalos para que hagan una pantomima de diversos juegos en los que empleen las manos, por ejemplo, rebotar una pelota, vestir o alimentar una muñeca, hacer construcciones con bloques o arena, tocar el tambor, etc.
• ¿Cómo les ayudan las manos a trabajar?
Hágales simular las formas en que emplean las manos para trabajar, como por ejemplo, levantar y guardar los juguetes, poner la mesa, hacer la cama, dar de comer al perro o al gato, etc.
• ¿Cómo les ayudan las manos cuando están en la Iglesia?
Diríjalos para que simulen las formas en que emplean las manos en la Iglesia, como saludar a los demás, sostener una lámina, levantar la mano en la clase para contestar una pregunta, tomar la Santa Cena, etc.
Hágales ver que las manos son una gran bendición para nosotros y que el Padre Celestial y Jesús quieren que las utilicemos para ayudarnos y para ayudar a otras personas. Dígales que el Padre Celestial y Jesucristo no quieren que usemos las manos para hacer cosas malas ni para lastimar, como pegar, pellizcar y arañar. Ellos quieren que aprendamos a utilizarlas para hacer lo bueno.
Otras personas también utilizan las manos para ayudarnos a nosotros
• ¿Cómo utilizan las manos sus padres y otros miembros de la familia para ayudarles a ustedes?
Hablen de cómo nuestras familias nos preparan la comida, nos lavan la ropa, juegan con nosotros y hacen con las manos muchas otras cosas para ayudarnos.
Explíqueles que los hombres que poseen el sacerdocio también nos pueden dar bendiciones por la imposición de las manos. Muéstreles, una por una, las láminas correspondientes, dejando que ellos reconozcan los diferentes tipos de bendiciones que podemos recibir de las manos de los poseedores del sacerdocio. Hágales comprender que podemos recibir bendiciones cuando somos bebés; que al cumplir ocho años, podemos ser bautizados; que después del bautismo, nos confirman y nos dan el don del Espíritu Santo; que tomamos el pan y el agua de la Santa Cena, que bendicen y reparten los poseedores del sacerdocio en la reunión sacramental; y que además, si estamos enfermos, podemos recibir una bendición.
Relato
Abra la Biblia en Mateo 19:13–15, y cuénteles el relato de cuando Jesús bendijo a los niños; léales la primera parte del versículo 13, hasta la palabra “orase”. Hablen de cómo utilizó Jesús las manos para bendecir a los niños.
Dígales que Él usó las manos también para bendecir a otras personas, por ejemplo, a los enfermos, a los ciegos y a los sordos.
Podemos hacer hablar a nuestras manos
Utilice una mano agitándola en señal de saludo y luego haciendo señas a un alumno de que se acerque; pregúnteles si saben lo que les decía con la mano.
Explíqueles que hay algunas personas que son sordas y no pueden oír ni hablar y que hacen señas con las manos para comunicarse; esas personas “hablan” con las manos. A ese lenguaje se le llama dactilología o lenguaje de señas.
Actividad
Empleando la hoja que está al final de la lección, enseñe a los alumnos a decir “padre”, “madre” y “te quiero” en el lenguaje de señas. Si pudo hacer copias, dé una hoja a cada niño para que lleve a su casa y cuente a su familia lo que aprendió.
Testimonio
Levante ambas manos y exprese la gratitud que siente por tenerlas. Inste a los niños a agradecer sus manos al Padre Celestial y a utilizarlas en hacer cosas buenas para sí y para los demás.
Actividades complementarias
Elija algunas de las siguientes actividades para llevar a cabo durante la lección.
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Prepare para cada alumno una hoja en la que haya escrito Doy gracias por las manos; en cada hoja, trace la silueta de la mano del niño y déles lápices de colores para que la coloreen; deje que la lleven a su casa.
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Cante con los niños “Mis manitas”, o repitan la letra de la canción (Canciones para los niños, pág. 126), improvisando los movimientos según lo que dice.
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Si el lugar y el tiempo lo permiten, lleve a los niños a caminar afuera, dejándoles tocar superficies de diversas texturas, como los ladrillos, el revoque, los troncos de los árboles, el pasto, etc.
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Lleve a cabo la siguiente actividad para que los niños cuenten los dedos de las manos.
Contamos los dedos
Levantar una mano y usar el índice de la otra para señalar y contar los dedos, empezando por el meñique.
Uno, dos, tres y cuatro,
y el pulgar es uno más.
Cinco dedos en esta mano
me dio mi Padre Celestial.
Levantar ahora la otra mano y contar los dedos en la misma forma.
Uno, dos, tres y cuatro,
y el pulgar de este lado.
Cinco en ésta para mover
y enseñarles lo que hacer.
Levantar las dos manos e ir doblando los dedos al contarlos.
Los contamos otra vez:
uno, dos, tres, cuatro, cinco,
seis, siete, ocho, nueve y diez.
(Enderecen todos los dedos al mismo tiempo.)
Todos ellos muy derechitos
como si fueran soldaditos.
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Canten la canción “Qué divertido es” (Canciones para los niños, pág. 129) varias veces. Cada vez, haga que los niños canten algo que pueden hacer con las manos, como jugar, contar, moldear (arcilla), pintar, etc.
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Lleve a cabo con los niños el verso de movimiento siguiente, haciendo los movimientos que las palabras indican:
Levantamos la mano
Puedo la mano levantar
y también la puedo bajar;
las dos me voy a estrechar,
y los dedos separar.
Con ella hago un puño cerrado;
lo pongo delante y detrás de mí.
Ahora las manos he juntado
y las pongo en la falda, así.
Otras actividades para los niños más pequeños
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Dirija a los niños para que hagan los movimientos que se indican en el verso siguiente, mientras usted les dice las palabras:
Me gustan mis manos
Me gustan mis manos, mis amigas son (colocar las manos al frente para mirarlas);
están ocupadas hasta que se mete el sol (hacer diferentes movimientos que indiquen trabajos que hacemos con las manos).
Pueden aplaudir muy fuerte (aplaudir)
o silencio guardar (cruzar los brazos).
Orgulloso me siento cuando se saben comportar.
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Hágalos sentarse formando un círculo y descríbales una situación diciéndoles que simulen lo que harían con las manos en esa situación.
Ejemplos:
Muéstrenme lo que sus manos harían antes de la hora de comer.
Muéstrenme lo que sus manos harían mientras ustedes escuchan un cuento.
Muéstrenme lo que sus manos harían cuando les piden que guarden sus juguetes.
Muéstrenme lo que sus manos harían cuando ustedes dan la oración.
Explíqueles que siempre debemos ayudar a nuestras manos a hacer lo que se debe.
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Dígales el versito siguiente, dirigiéndolos para que hagan los movimientos que las palabras indican.
Palmea tus manos
Palmea tus manos, palmea tus manos,
como me ves hacer.
Toca tus hombros, toca tus hombros
como me ves hacer.
Soba tus rodillas, soba tus rodillas
como me ves hacer.
Sacude tu cabeza, sacude tu cabeza
como me ves hacer.
Palmea tus manos, palmea tus manos
y ahora las dejamos sin mover.