Lección 13
Doy gracias por los pájaros y por los insectos
Objetivo
Que los niños sientan gratitud hacia el Padre Celestial y Jesucristo por los pájaros, los insectos y los animales que se arrastran.
Preparación
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Estudie, con la ayuda de la oración, Génesis 1:20–25 y 1 Reyes 16:29; 17:6.
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Materiales necesarios:
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Una Biblia.
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Si es posible, consiga láminas o fotos de pájaros, insectos y animales que se arrastran que sean comunes en la región donde vive.
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Las figuras 1–20 a 1–25, de pájaros e insectos (hay figuras similares en Primary Visual Aids—Cutouts set 4, 5 [Ayudas visuales de la Primaria: Figuras para recortar, paquetes 4 y 5]).
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Las siguientes láminas: 1–31, de Elías alimentado por los cuervos; 1–32, del milagro de las gaviotas (“Las bellas artes del Evangelio” 413; 62603).
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Haga los preparativos para las Actividades Complementarias que desee llevar a cabo.
Actividades de aprendizaje
Pida a un alumno que ofrezca la primera oración.
Actividad para despertar la atención
Dé a los niños las siguientes claves para que adivinen la respuesta a la pregunta “¿Quién soy?”:
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Tengo pico.
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Tengo plumas.
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Tengo alas.
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Sé volar.
Después de que hayan adivinado que se trata de un pájaro, haga que se pongan en fila detrás de usted y den una vuelta al cuarto haciendo de cuenta que son pájaros que vuelan; condúzcalos de regreso a sus asientos.
El Padre Celestial le pidió a Jesucristo que creara los pájaros y todas las aves
Explíqueles que nuestro Padre Celestial hizo que Jesucristo creara las aves para que las disfrutemos y para que la tierra fuera un lugar más agradable para nosotros; dígales que a ciertas aves que vuelan les llamamos pájaros. Muéstreles la Biblia y dígales que en ella se relata la creación de las aves (véase Génesis 1:20–23).
Enséñeles que por todo el mundo hay una gran cantidad de aves y pájaros diferentes; muéstreles las láminas o fotos y las figuras que haya llevado, una por una.
• ¿Es esto un ave?
• ¿Cómo lo sabemos? (Por las plumas, las alas y el pico.)
Estimule a los alumnos a hablar de experiencias que hayan tenido con pájaros o aves de otro tipo.
Las aves nos prestan utilidad
Muéstreles la lámina 1–31, de Elías alimentado por los cuervos, y cuénteles la historia de los cuervos que llevaban comida a Elías el Profeta que se halla en 1 Reyes 17:1–6. Hágales comprender que nuestro Padre Celestial y Jesucristo tienen poder sobre todo lo creado, incluso los pájaros. Cuando Elías tuvo que esconderse del malvado Acab, Jesús mandó a los pájaros para que le llevaran comida.
• ¿Cómo sabían los cuervos que debían llevarle comida a Elías? (Véase 1 Reyes 17:4.)
• ¿Qué le llevaban los cuervos a Elías para comer? (Pan y carne; véase 1 Reyes 17:6.)
Actividad
Pida a uno de los alumnos que haga el papel de Elías; que los demás niños hagan de cuenta que son los cuervos que le llevan de comer de mañana y de noche.
Relato
Cuénteles con sus propias palabras el siguiente relato sobre los grillos y las gaviotas:
Cuando los pioneros llegaron al Valle del Lago Salado, plantaron trigo y otros granos que necesitaban para hacer pan y comer. El trigo creció y estaba alto; pero justo antes de empezar a cosecharlo, apareció una nube que cubrió todo el cielo; no era una nube de lluvia ni de tormenta, sino que estaba formada por miles de grillos negros y hambrientos que se posaron sobre el trigo y empezaron a devorarlo.
Los pioneros hicieron todo lo posible por impedir que los grillos se comieran el trigo; hicieron fogatas para ahuyentarlos, trataron de matarlos golpeándolos con palos y con frazadas y hasta intentaron ahogarlos echándoles agua. Pero todo fue inútil; los grillos no dejaban de comer el trigo y los pioneros tenían miedo de perder todo su alimento para el invierno. Entonces se arrodillaron para orar y pedirle al Padre Celestial que los ayudara.
Al poco rato, aparecieron bandadas de gaviotas que bajaron y empezaron a comerse a los grillos (muéstreles la lámina 1–32, del milagro de las gaviotas). No pasó mucho tiempo hasta que la mayoría de los grillos hubo desaparecido. Los pioneros le agradecieron al Padre Celestial el haber mandado a las gaviotas para salvarles las cosechas (véase de William E. Berrett, La Iglesia Restaurada, pág. 261).
• ¿Qué hicieron las gaviotas para ayudar a los pioneros?
Nuestro Padre Celestial le pidió a Jesucristo que creara los insectos y los animales que se arrastran
Dígales que Jesucristo creó también los insectos y los animales que se arrastran, como las víboras (culebras, etc.) y los caracoles; éstos y otros animalitos son parte del plan de nuestro Padre Celestial.
Repita las siguientes adivinanzas y haga que los niños adivinen de qué animal se trata cada una. Después de que adivinen una, muéstreles la figura correspondiente y hable con ellos sobre ese insecto o animal en particular.
1. Yo zumbo y soy amarilla
y estoy cubierta de felpilla.
Hago miel muy doradita
porque soy una ————. (Abejita. Hacer un zumbido y muevan una mano, como volando.)
2. En mi tela atrapo mi comidita
y me muevo con ocho patitas.
Al verme, la gente a veces grita.
¿Sabes por qué? Porque soy la ————. (Arañita. Mover los dedos como si fueran las patas de una araña.)
3. Una oruga fui una vez;
ahora vuelo con rapidez.
Con mis colores soy muy hermosa;
es que soy una ————. (Mariposa. Mover las dos manos juntas, como si fueran alas abiertas.)
• ¿Qué saben ustedes de estos animalitos?
Explíqueles que hay muchas razones por las que fueron creados los insectos. Algunos sirven de alimento a las aves y a otros insectos y animales; algunos son hermosos para contemplar o hacen sonidos agradables. Las abejas hacen la miel tan sabrosa que comemos y, además, ayudan a las flores, a las frutas y a las verduras a crecer.
Actividad
Muéstreles la figura de la abeja y cualquier lámina de abejas o colmenas que haya conseguido; explíqueles cómo vuelan de flor en flor juntando néctar, que después convierten en miel; luego, dirija a los alumnos para que hagan de cuenta que son abejas volando de flor en flor para juntar néctar con el que hacen la miel.
• ¿Qué insectos les gustan? ¿Por qué?
Muéstreles las láminas de insectos que haya conseguido. Explíqueles que hay algunos que hacen daño; se comen los alimentos que tenemos en casa y nos pueden picar. Recuérdeles la historia de los grillos que se estaban comiendo todo el alimento que los pioneros tenían para el invierno. Hágales comprender que, por lo general, cuando los insectos nos molestan o nos hacen daño, sólo lo hacen para protegerse o alimentarse.
Testimonio
Repita que los pájaros, los insectos y los animales que se arrastran son una parte importante de nuestra tierra, y exprese su gratitud por ellos.
Actividades complementarias
Elija algunas de las siguientes actividades para llevar a cabo durante la lección.
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Jueguen el juego de la mariposa. Haga que los niños se sienten formando un círculo, y elija a uno de ellos para que sea la mariposa; el niño debe ir caminando por la parte de afuera del círculo, llevando en la mano una mariposa de papel que hará pasar sobre las cabezas de sus compañeros mientras usted les dice el versito que aparece a continuación:
Un lindo y soleado día de verano,
una mariposa voló y voló;
por el cielo azul fue volando
hasta que sobre ti se posó.
Cuando usted diga “sobre ti se posó”, el niño que haga de mariposa debe colocar la mariposa de papel en la falda de uno de sus compañeritos, el cual pasa a ser la mariposa. Repita el verso hasta que todos los niños hayan tenido la oportunidad de ser la mariposa.
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Explíqueles con palabras sencillas cómo se convierte una oruga en mariposa. Haga que los niños imiten a la oruga cuando hace su capullo; dígales que se sienten en las sillas o en el suelo y pongan los brazos alrededor de las piernas dobladas, haciendo como si estuvieran dormidos. Dígales que cuando la oruga se convierte en mariposa, empieza a agitar y a extender las alas. Haga que los alumnos agiten y extiendan los brazos. Hágales notar lo silenciosas que son las mariposas aun cuando están en movimiento; haga que se pongan de pie y simulen que vuelan silenciosamente, como una mariposa, alrededor del cuarto.
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Dirija a los niños para que repitan las palabras del versito “El mundo es redondo y grande” (Children’s Songbook, pág. 235), haciendo los movimientos que se indican:
Grande y redondo el mundo es (hacer un círculo con los brazos),
con tantas cosas que Dios creó.
Montes (colocar las manos juntas sobre la cabeza, formando una montaña)
y valles (poner las manos al frente con las palmas hacia abajo)
y árboles (estirar los brazos hacia arriba)
y flores formó (poner una mano al frente con los dedos ahuecados, formando una flor),
y animales grandes (extender una mano hacia arriba)
y pequeños nos dio (bajar la mano casi a la altura del suelo).
Grande y redondo el mundo creó (hacer un círculo con los brazos),
por lo que nos ama todo eso nos dio (cruzar los brazos sobre el pecho como abrazándose).
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Canten o repitan la letra de la canción “Toda cosa bella” (Canta conmigo, pág. B–89), haciendo los movimientos que se indican.
Todo animalito (extender los brazos hacia los lados),
todo cuanto hay de primor (cerrar los brazos y juntar las manos ahuecadas),
toda maravilla (extender los brazos hacia los lados)
creó el Padre y Señor (cruzar los brazos como para orar).
Las bellas florecitas (poner los puños cerrados adelante y abrirlos lentamente),
el pájaro cantor (juntar el pulgar con los otros cuatro dedos formando un pico),
al ave dio sus alas (agitar las manos como si fueran alas),
a todos dio color (hacer un gesto con un brazo como formando un arco iris).
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Lleve a la clase un recipiente con miel para que los niños la vean y la prueben (pregunte primero a los padres para saber si alguno tiene alergia a la miel; si hay alguno, no lo haga).
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Dirija a los niños para que hagan uno o los dos juegos siguientes con los dedos:
Dos pajaritos
Dos pajaritos en un alto muro (colocar un dedo en cada hombro),
uno es Pedro (levantar el dedo de la mano izquierda),
el otro Arturo (levantar el dedo de la mano derecha).
Vete ya, Pedro (ponen el dedo de la mano izquierda detrás de la espalda),
vete ya, Arturo (ponen el dedo de la mano derecha detrás de la espalda).
Vuelve acá, Pedro (colocar el dedo izquierdo otra vez sobre el hombro);
vuelve acá, Arturo (colocar el dedo derecho otra vez sobre el hombro).
La colmena
Ésta es la colmena (poner la mano izquierda ahuecada con los dedos hacia abajo).
Las abejas ¿dónde están?
Escondidas dentro (esconder los dedos de la mano derecha debajo de la izquierda);
pronto a volar van (sacar la mano derecha con los dedos cerrados y contar mientras los dedos se abren, uno por uno).
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, ¡ahí están! Bzzzz! (hacer con los dedos abiertos el movimiento de volar, mientras imitan el zumbido de las abejas).
Otras actividades para niños más pequeños
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Muestre a los niños una lámina sencilla, una figura o el dibujo de un pájaro. Dígales que nuestro Padre Celestial le pidió a Jesucristo que hiciera las aves (véase Génesis 1:20–23). Exprese su agradecimiento por todas las aves.
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Explíqueles que las aves y los pájaros tienen picos que les ayudan a levantar la comida para alimentarse. Haga que se pongan la mano sobre la boca con los dedos juntos, en forma de un pico, y que simulen que están picoteando comida. Dígales que, además, los pájaros tienen alas con las que vuelan. Haga que agiten los brazos como si fueran alas, simulando volar.
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Repita las palabras del versito siguiente, dirigiendo a los niños para que hagan los movimientos que se describen:
Un nidito buscaré (poner las manos ahuecadas y juntas formando un nido)
en las ramas del ciprés (estirar los brazos sobre la cabeza juntando las manos);
los huevitos contaré,
hay uno, dos y tres (levantar tres dedos, uno por uno).
En el nido la mamá (ahuecar la mano izquierda y poner la derecha encima)
los huevitos cuidará (levantar tres dedos).
Vuela y vuela el papá (hacer movimiento de volar con los brazos);
la comida les traerá (con la mano izquierda ahuecada, traer la derecha hasta colocarla encima).
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Dirija a los niños para que hagan el juego siguiente moviendo los dedos mientras usted les dice las palabras:
Por un tronco subía una arañita (con los dedos de una mano “trepar” por el otro brazo),
la lluvia cayó y la hizo resbalar (hacer el movimiento de resbalar la mano por el brazo hasta dejarla caer).
Pero salió el sol y secó las gotitas (hacer un círculo con los brazos por encima de la cabeza),
y la arañita al tronco volvió a trepar (repetir la acción de la primera línea).