Lección 41
Nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos dieron las Escrituras
Objetivo
Que los niños comprendan que las Escrituras contienen las palabras del Padre Celestial y de Jesucristo, y que si las estudiamos, aprenderemos sobre estos dos Seres Divinos.
Preparación
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Estudie, con la ayuda de la oración, Lucas 22:19–20; 3 Nefi 18:21; Doctrina y Convenios 59:6; Moisés 7:11. Vea también Principios del Evangelio (31110), capítulo 10.
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Prepárese para contar a la clase uno de los relatos de las Escrituras que a usted más le guste; si es posible, consiga una lámina para ilustrarlo.
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Materiales necesarios:
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Un juego completo de las Escrituras (la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio).
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Un trozo de tela para cubrirlas o un pedazo de papel para envolverlas.
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Las siguientes láminas: 1–3, “Jesús el Cristo” (“Las bellas artes del Evangelio” 240; 62572); 1–18, “Juan el Bautista bautiza a Jesús” (“Las bellas artes del Evangelio” 208; 62133); 1–44, “Jesús enseña en el hemisferio occidental” (“Las bellas artes del Evangelio” 316; 62380); 1–70, “La Última Cena” (“Las bellas artes del Evangelio” 225; 62174).
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Haga los preparativos para las Actividades Complementarias que desee llevar a cabo.
Actividades de aprendizaje
Pida a un alumno que ofrezca la primera oración.
Actividad para despertar la atención
Antes de que lleguen los niños, cubra el juego de las Escrituras con el trozo de tela o envuélvalo en el papel y colóquelo sobre una mesa o silla donde los niños puedan ver el bulto. Dígales que lo que está allí cubierto es algo importante para usted y para todos, y deje que traten de adivinar qué es.
Después de escuchar dos o tres opiniones, déjelos palpar el bulto; si alguno dice que se trata de libros, dígales que así es y destápelos o desenvuélvalos para que los vean. Dígales que esos libros se llaman Escrituras. Haga que los alumnos repitan la palabra Escrituras varias veces.
Las Escrituras son libros sagrados
Explique a la clase que las Escrituras son libros muy importantes, y que son diferentes de todos los demás porque son libros sagrados. Repítales que todo lo que es sagrado nos hace pensar en nuestro Padre Celestial y en Jesús; y que las Escrituras nos hablan acerca de nuestro Padre Celestial y de Jesús y del amor que nos tienen; también nos enseñan lo que Ellos quieren que hagamos para ser felices.
Muéstreles, uno a uno, los cuatro libros canónicos, diciéndoles el título de cada uno; si sólo tiene el ejemplar en el que están combinados, señale los títulos que se encuentran en el lomo o busque la página del título de cada uno para mostrarla a los niños.
Actividad
Dígales que, por ser libros sagrados, debemos cuidarlos mucho y dar vuelta a las páginas suavemente. Haga que cada uno de los alumnos pase al frente, por turnos, y le demuestre con cuánto cuidado puede tratar las Escrituras y cómo da vuelta a las páginas con suavidad.
Explíqueles que las Escrituras contienen relatos que son verdaderos y que nos hacen saber qué quieren el Padre Celestial y Jesús que hagamos; también nos ayudan a vivir mejor.
Relato
Cuénteles uno de los relatos que a usted le gusten más de las Escrituras, utilizando, si es posible, una lámina para ilustrarlo. Haga hincapié en el concepto de ese relato que le haya ayudado en forma particular. Comente cuánto disfruta de leer los relatos de las Escrituras.
Canción
Dirija a los niños para que canten o repitan la letra de la canción “Dime la historia de Cristo” (Canciones para los niños, pág. 36). Repítales que los relatos de las Escrituras que les cuentan en la Primaria son todos de cosas que realmente pasaron.
Dime la historia de Cristo, hazme sentir
cosas que yo de Sus labios quisiera oír:
obras que hizo en tierra o mar,
cosas de Cristo quiero escuchar.
Las Escrituras contienen las enseñanzas de Jesucristo
Explíqueles que algunas de las Escrituras fueron escritas por hombres que conocían a Jesús en la época en que Él vivió en la tierra; ellos lo vieron y oyeron Sus enseñanzas; después, las escribieron para que todos pudiéramos aprender sobre Jesús y lo que Él enseñó y saber que Él es el Hijo de nuestro Padre Celestial.
Muéstreles la lámina 1–70, de la Última Cena, y deje que le cuenten lo que sepan acerca de lo que se ve en la lámina. Muéstreles la Biblia, dígales cómo se llama ese libro y haga que repitan el nombre varias veces. Abra la Biblia en Lucas, capítulo 22, y dígales que ahí dice que Jesús enseñó que debemos tomar la Santa Cena para acordarnos de Él. Explíqueles que en esa última vez que Jesús comió con Sus discípulos, bendijo el pan y lo repartió entre ellos; y que después tomó una copa y les dijo que bebieran. Léales la parte del versículo 19 que dice: “Haced esto en memoria de mí”, y dígales que ésas son las palabras de Jesús mismo.
Muéstreles la lámina 1–44, de Jesús enseñando en el continente americano, y hágales recordar los sucesos que esta lámina representa. Muéstreles el Libro de Mormón, dígales cómo se llama y hágales repetir el nombre varias veces. Abra el libro en 3 Nefi, capítulo 18, y explíqueles que Jesús enseñó a la gente muchas cosas cuando estuvo en América. Léales la parte del versículo 21 que dice: “Orad al Padre en vuestras familias”.
• ¿Qué nos dice Jesús que hagamos con nuestra familia?
Muéstreles la lámina 1–3, de Jesucristo. Muéstreles Doctrina y Convenios, dígales cómo se llama y hágales repetir el nombre del libro varias veces. Ábralo en la sección 59 y explíqueles que una de las cosas que Jesús enseñó es que debemos amar a todas las personas. Léales la primera frase del versículo 6, que dice: “Amarás a tu prójimo”.
• ¿Qué dijo Jesús que hiciéramos?
• ¿Quién es el prójimo? (Todas las personas.)
• ¿Qué sienten ustedes cuando son buenos con otras personas y les demuestran que las quieren?
Canción
Cante o repita la letra de la canción “Ama a todos, dijo el Señor” (Canciones para los niños, pág. 39), dirigiendo a los niños para que hagan los movimientos que se indican a continuación:
Ama a todos con bondad (abrir los brazos extendiéndolos a los lados del cuerpo),
dijo el Señor (mover la cabeza de arriba abajo en señal de asentimiento),
pues si a otros amas tú (ponerse las manos sobre el corazón),
te darán su amor (ponerse las manos en los hombros, como abrazándose).
Muéstreles la lámina 1–18, de Juan el Bautista bautizando a Jesús, y permita que los niños comenten lo que ven en ella. Haga hincapié en el hecho de que Jesús fue bautizado y que Él quiere que todos se bauticen también. Muéstreles la Perla de Gran Precio, dígales cómo se llama y haga que repitan el nombre del libro. Ábralo en Moisés, capítulo 7, y dígales que Jesús enseñó a un hombre que se llamaba Enoc y le dijo que fuera y bautizara a la gente de su pueblo. Léales la parte del versículo 11, donde dice que Jesús le mandó “bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo… y del Espíritu Santo”.
Levante en alto los cuatro libros canónicos y recalque que las enseñanzas de Jesús están escritas en todos ellos.
• ¿Qué libros son éstos?
• ¿De quién son las enseñanzas que están en estos libros?
• ¿Para qué se escribieron las Escrituras?
• ¿Qué sienten ustedes al pensar que nuestro Padre Celestial y Jesús nos quieren y nos han dado las Escrituras para que aprendamos?
Testimonio
Hábleles del amor y de la gratitud que usted siente por las Escrituras. Expréseles su testimonio de que ellas contienen la palabra de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, y que si las estudiamos, sabremos lo que Ellos quieren que hagamos.
Actividades complementarias
Elija algunas de las siguientes actividades para llevar a cabo durante la lección.
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Antes de la clase, prepare “imitaciones” para representar las Escrituras doblando por el medio hojas de papel y escribiendo en la “tapa” de cada una, con letra de imprenta, el título de cada uno de los libros canónicos; hágales una perforación en la esquina superior izquierda y una los cuatro libros con un trozo de cordel o lana para formar un juego de las Escrituras. Haga uno para cada alumno.
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En el interior de cada tapa escriba con letra de imprenta los pasajes de las Escrituras que vaya a enseñar en la lección:
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En la Biblia: Jesús enseñó sobre la Santa Cena (Lucas 22:19).
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En el Libro de Mormón: Jesús enseñó que debemos orar con nuestra familia (3 Nefi 18:21).
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En Doctrina y Convenios: Jesús enseñó que debemos amar a nuestro prójimo (D. y C. 59:6).
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En la Perla de Gran Precio: Jesús enseñó que debemos bautizarnos (Moisés 7:11).
Dé a cada alumno un juego de éstos para que lleve a su casa, y, al hacerlo, repase las enseñanzas de Jesús que se mencionan.
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Dirija a los niños para que aprendan de memoria la parte del Artículo de Fe Nº 8 que dice: “Creemos que la Biblia es la palabra de Dios” y “también creemos que el Libro de Mormón es la palabra de Dios”.
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Consiga láminas de algunos relatos del Libro de Mormón (hay algunas en este manual o en la biblioteca del centro de reuniones). Muéstrelas a los niños, una por una, diciéndoles brevemente la historia que representan. Recuérdeles que todos los relatos de las Escrituras son verdaderos. Cante con ellos “Historias del Libro de Mormón” (Canciones para los niños, pág. 62).
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Cuénteles de alguna ocasión en que las Escrituras hayan tenido un significado especial para usted o le hayan ayudado de alguna manera. Dígales lo que sintió entonces.
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Busque pasajes breves de las Escrituras que contengan las palabras de Jesús, como los que se mencionan en la lección. Repítales cada uno, empezando con las palabras “Jesús dijo”; por ejemplo: Jesús dijo “Síganme”. Tenga dispuesta una bolsita de granos u otro objeto liviano y blando, y tíreselo a cada alumno para que repita lo que usted haya dicho y después que se lo tire a usted para devolvérselo. Continúe con esta actividad hasta que todos hayan tenido la oportunidad de participar.
Otras actividades para los niños más pequeños
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Cante o repita la letra de la canción “Dime la historia de Cristo” (Canciones para los niños, pág. 36), mostrándoles al mismo tiempo una Biblia, o de “Historias del Libro de Mormón” (Canciones para los niños, pág. 62), mostrándoles el Libro de Mormón.
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Cuénteles brevemente la historia de los diez leprosos (véase Lucas 17:11–19). Después, haga con ellos la siguiente actividad con movimientos de los dedos:
Diez hombres enfermos (levantar los diez dedos),
Jesús los sanó;
dijo unas palabras (poner la mano junto a la boca y abrir y cerrar los dedos)
y el dolor pasó (levantar un poco los brazos, con las palmas de las manos hacia arriba, a los costados del cuerpo).
Y, cosa muy rara (mover la cabeza de lado a lado con gesto de extrañeza),
sólo uno volvió (levantar un dedo)
a darle las gracias
y alabar a Dios (levantar ambos brazos hacia el cielo).
(Adaptado de Bible Story Finger Plays and Action Rhymes, por Jean Shannon. Cincinnati, Ohio: Standard Publishing Co. 1964, pág. 27).
Muestre a la clase dónde se encuentra ese relato en la Biblia.
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Pregunte a los niños cuáles son las historias de las Escrituras que más les gustan. Si es posible, muéstreles en qué parte de éstas se encuentran las historias que mencionen.