Lección 16
Los sagrados poderes de la procreación
Introducción
“…Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación han de emplearse solo entre el hombre y la mujer legítimamente casados como esposo y esposa” (véase “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 129). Para todos los hijos de Dios, vivir la ley de castidad requiere que seamos virtuosos en nuestras acciones al igual que en nuestros pensamientos. La intimidad entre el esposo y la esposa es hermosa y sagrada, y es ordenada por Dios para la procreación y para expresar amor.
Lectura preparatoria
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David A. Bednar, “Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, págs. 41–44.
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Dallin H. Oaks, “La pornografía”, Liahona, mayo de 2005, págs. 87–90.
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Linda S. Reeves, “Cómo protegerse de la pornografía: Un hogar centrado en Cristo”, Liahona, mayo de 2014, págs. 15–17.
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“La pureza sexual”, Para la Fortaleza de la Juventud (librito, 2011), págs. 35–37.
Sugerencias para la enseñanza
Salmos 24:3–4; Mateo 5:8; Jacob 2:31–35; Alma 39:3–5, 9; Doctrina y Convenios 42:22–24; 121:45–46
La ley de castidad del Señor
Escriba la siguiente oración en la pizarra y pregunte a los alumnos cómo la completarían:
Muestre la siguiente declaración del presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) y pida a un alumno que la lea en voz alta:
“La plaga de esta generación es el pecado de la inmoralidad sexual. El profeta José Smith dijo que esto sería una causa de más tentaciones, más golpes y más dificultades para los élderes de Israel que cualquier otra cosa” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Ezra Taft Benson, 2014, pág. 239).
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¿De qué manera se aplica la declaración del presidente Benson a nuestra sociedad actual?
Muestre la siguiente declaración de Para la Fortaleza de la Juventud, y pida a un alumno que la lea en voz alta. Pida a los alumnos que a medida que escuchan piensen en cómo enunciarían la ley de castidad del Señor en una frase.
“La norma del Señor en cuanto a la pureza sexual es clara e inalterable. No tengas ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio y sé completamente fiel a tu cónyuge después del casamiento…
“Antes del matrimonio, no participes de besos apasionados, no te acuestes encima de otra persona ni toques las partes privadas y sagradas del cuerpo de otra persona, con ropa o sin ropa. No hagas nada que despierte emociones sexuales; ni despiertes esas emociones en tu propio cuerpo” (Para la Fortaleza de la Juventud [librito, 2011], págs. 35–36).
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¿Cómo enunciarían la ley de castidad del Señor en una frase? (A medida que los alumnos responden, haga hincapié en la siguiente doctrina de la proclamación sobre la familia: “…Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación han de emplearse solo entre el hombre y la mujer legítimamente casados como esposo y esposa” [véase “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 129]).
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Las precauciones que se describen en el segundo párrafo de la cita de Para la Fortaleza de la Juventud, ¿cómo podrían ayudar a evitar que alguien cometa pecados morales más graves?
Copie en la pizarra el cuadro que se encuentra a continuación. Divida la clase en dos y pida a un grupo que estudie los pasajes que figuran debajo del encabezado “consecuencias” y al otro grupo que estudie los que se encuentran bajo el encabezado “bendiciones”. Anime a los alumnos a que, al estudiar, consulten las notas al pie de página de las Escrituras.
Después de darles suficiente tiempo, analice con la clase lo que aprendieron. Plantee preguntas semejantes a estas:
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Las consecuencias de violar la ley de castidad, ¿de qué manera indican la importancia de guardar ese mandamiento?
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¿De qué forma han experimentado las bendiciones de obedecer la ley de castidad?
Muestre la siguiente verdad que se encuentra en la proclamación sobre la familia:
“Declaramos que los medios por los cuales se crea la vida mortal son divinamente establecidos” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 129).
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¿Qué significa eso para ustedes?
Utilice las siguientes declaraciones de los élderes Jeffrey R. Holland y David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, para ayudar a profundizar la comprensión de los alumnos sobre esa verdad. Pida a un alumno que lea las declaraciones en voz alta mientras la clase presta atención a por qué la ley de castidad es de importancia eterna.
“El cuerpo es una parte esencial del alma. Esta doctrina característica y tan importante de los Santos de los Últimos Días pone de relieve la razón por la que el pecado sexual es tan grave. Declaramos que quien utiliza el cuerpo que Dios le dio a otra persona, sin la aprobación divina, viola el alma misma de esa persona, viola el objetivo principal y los procesos de la vida, ‘la llave misma’ de la vida, como la llamó una vez el presidente Boyd K. Packer. Al explotar el cuerpo de otra persona —lo cual significa aprovecharse de su alma— se profana la expiación de Cristo, que salvó esa alma y que hace posible el don de la vida eterna” (Jeffrey R. Holland, “La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, págs. 90–91).
“…el matrimonio entre un hombre y una mujer es el medio autorizado por el cual los espíritus premortales entran en la mortalidad. La abstinencia sexual absoluta antes del matrimonio y la total fidelidad dentro de él protegen la santidad de este medio sagrado.
“El poder de la procreación es de importancia espiritual. El mal uso de ese poder degrada los propósitos del plan del Padre y de nuestra existencia mortal. Nuestro Padre Celestial y Su Hijo Amado son creadores y nos han confiado una porción de Su poder para crear… Lo que sentimos respecto a ese poder divino y cómo lo usamos determinarán en gran medida nuestra felicidad en la mortalidad y nuestro destino en la eternidad” (David A. Bednar, “Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, pág. 42).
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¿Por qué es la ley de castidad de importancia eterna?
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¿De qué manera el uso del poder de procreación influye en nuestra felicidad en la vida mortal y en la eternidad?
Conceda a los alumnos un momento para escribir las precauciones que pueden tomar que les ayuden a obedecer la ley de castidad.
Mateo 5:27–28; Romanos 8:6; Doctrina y Convenios 63:16
Los peligros de la pornografía
Pida a los alumnos que lean los siguientes versículos: Mateo 5:27–28; Romanos 8:6 y Doctrina y Convenios 63:16. Podría pedir a los alumnos que pongan en práctica la técnica para el estudio de las Escrituras que consiste en crear cadenas de pasajes, al comenzar con el primer pasaje y escribir una correlación con el siguiente, y así sucesivamente hasta llegar al último pasaje.
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¿Qué conductas prohíben esos pasajes? (Una conducta que los alumnos deben reconocer es el uso de la pornografía).
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¿Qué consecuencias del ver o leer pornografía aparecen en esos pasajes?
Muestre las siguientes declaraciones de los élderes Dallin H. Oaks y Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y de la hermana Linda S. Reeves, segunda consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro. Pida a un alumno que las lea en voz alta, e invite a la clase a buscar consecuencias adicionales del uso de la pornografía.
“La pornografía atrofia la capacidad de disfrutar de una relación emocional, romántica y espiritual normal con una persona del sexo opuesto” (Dallin H. Oaks, “La pornografía”, Liahona, mayo de 2005, pág. 89).
“Satanás se ha convertido en un experto en el uso del poder adictivo de la pornografía para limitar la capacidad de dejarse guiar por el Espíritu. La invasión de la pornografía en todas sus formas depravadas, corrosivas y destructivas ha sido causa de incalculable dolor, sufrimiento, pena y de la destrucción de matrimonios” (Richard G. Scott, “Cómo obtener guía espiritual”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 8).
“[Los niños y los jóvenes] necesitan conocer los peligros de la pornografía y cómo esta se apodera de vidas, causando la pérdida del Espíritu, sentimientos distorsionados, mentiras, relaciones dañadas, pérdida del autocontrol y casi el consumo total del tiempo, pensamientos y energía” (véase de Linda S. Reeves, “Cómo protegerse de la pornografía: Un hogar centrado en Cristo”, Liahona, mayo de 2014, pág. 15).
Anime a los alumnos que tengan dificultades con el uso de la pornografía u otros tipos de inmoralidad a que hablen con sus obispos o presidentes de rama. Asegúreles que pueden encontrar el camino de vuelta a la paz y felicidad por medio del arrepentimiento. Testifique de la siguiente verdad: El evitar la pornografía conducirá a una mayor felicidad en esta vida y en la eternidad. Podría escribir en la pizarra los siguientes sitios web de la Iglesia, a fin de ayudar a los alumnos que estén involucrados en el uso de la pornografía:
Génesis 2:21–24
La función de la intimidad en el matrimonio
Nota: Debido a la naturaleza delicada de esta parte de la lección, recurra a las enseñanzas proféticas y evite enseñar más allá de lo que se encuentra en ellas, inclusive los detalles de su relación con su cónyuge.
Testifique que la intimidad física es sagrada, apropiada y especial cuando ocurre dentro de la relación matrimonial, en la forma en que el Señor ha prescrito.
Pida a un alumno que lea Génesis 2:21–24 en voz alta.
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Aunque no se menciona específicamente, ¿qué implican esos versículos que es uno de los propósitos de la intimidad física entre el esposo y la esposa? (Llegar a ser uno con nuestro cónyuge).
Muestre la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland:
“…la intimidad está reservada para la pareja matrimonial, ya que es el símbolo supremo de la unión absoluta, una totalidad y una unión ordenadas y definidas por Dios. Desde el Jardín de Edén en adelante se tuvo el propósito de que el matrimonio significara la completa unión de un hombre y una mujer: sus corazones, esperanzas, vidas, amor, familia, futuro, todo” (“La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, pág. 91).
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¿Cómo les ayuda la declaración del élder Holland a comprender mejor los propósitos de la intimidad física entre el esposo y la esposa? (Los alumnos deben comprender lo siguiente: La intimidad dentro del matrimonio fortalece los lazos espirituales y emocionales entre el esposo y la esposa).
Podría distribuir las siguientes declaraciones en un volante. Proporcione una copia a cada alumno y pídales a todos ellos que subrayen los propósitos de la intimidad física en el matrimonio.
“La unión de los sexos, de marido y mujer (y únicamente del marido y su mujer) tenía como propósito principal el traer hijos al mundo. El Señor nunca consideró en Sus planes que la experiencia sexual fuese solo un juego ni que sirviera simplemente para satisfacer las pasiones y la lujuria” (véase de Spencer W. Kimball, “The Lord’s Plan for Men and Women”, Ensign, octubre de 1975, pág. 4).
“La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene una única e inalterable norma de moralidad sexual: las relaciones íntimas son aceptables solo entre un hombre y una mujer en la relación matrimonial prescrita en el plan de Dios. Esas relaciones no son una mera curiosidad para explorar, un apetito que satisfacer, ni un tipo de recreación o entretenimiento que debe procurarse en forma egoísta… Más bien, en la vida mortal son una de las máximas expresiones de nuestro potencial y naturaleza divinos, y un medio para fortalecer los lazos emocionales y espirituales entre esposo y esposa” (véase de David A. Bednar, “Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, pág. 42).
Analicen qué propósitos subrayaron los alumnos.
Invite a los alumnos a reflexionar en lo que han aprendido acerca de la ley de castidad y que luego escriban en sus diarios las respuestas a las siguientes preguntas:
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¿De qué forma fortalece la comprensión de la ley de castidad su determinación de vivir una vida moralmente limpia?
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¿Cuáles son las razones por las que viven la ley de castidad?
Para terminar, exprese su testimonio de los principios que se analizaron en clase.
Material de lectura para el alumno
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Génesis 2:21–24; Salmos 24:3–4; Mateo 5:8, 27–28; Romanos 8:6; Jacob 2:28, 31–35; Alma 39:1–9; Doctrina y Convenios 42:22–24; 63:16; 121:45–46.
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Élder David A. Bednar, “Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, págs. 41–44.
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“La pureza sexual”, Para la Fortaleza de la Juventud (librito, 2011), págs. 35–37.