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Lección 4: La familia y el gran plan de felicidad


Lección 4

La familia y el gran plan de felicidad

Introducción

Con la creación de Adán y Eva se estableció la familia humana sobre la tierra. La caída de Adán y Eva hizo posible que se trajeran hijos al mundo, y la Expiación, a su vez, nos permite superar los efectos negativos de la Caída. Esta lección ayudará a los alumnos a entender mejor en qué forma la Creación, la Caída y la Expiación trabajan en armonía para la salvación de las familias.

Lectura preparatoria

Sugerencias para la enseñanza

Moisés 1:27–39; Doctrina y Convenios 49:15–17

Moisés aprendió el propósito de la creación de la tierra

Lleve a la clase un recipiente pequeño con arena y un vaso con agua. Invite a un alumno a que moje un dedo en el agua y luego lo introduzca en la arena. Después pida al alumno que calcule cuántos granos de arena se adhirieron al dedo.

  • ¿Cuántos granos de arena creen que haya en el recipiente? ¿Y en las orillas de los mares?

Pida a los alumnos que se dirijan a Moisés 1, en el que figura una serie de visiones que tuvo Moisés. Pida a un alumno que lea Moisés 1:27–29 en voz alta, e invite a la clase que busquen lo que el Señor le mostró a Moisés.

  • De acuerdo con esos versículos, ¿qué vio Moisés en la visión?

  • ¿Qué clase de pensamientos habrías tenido si hubieras visto esa visión?

Pida a los alumnos que lean Moisés 1:30 y que marquen las dos preguntas que Moisés le hizo al Señor (por qué y por qué medio la tierra y sus habitantes fueron creados). Para ayudar a los alumnos a desarrollar sus técnicas de estudio personal, anímelos a buscar preguntas y sus respuestas en las Escrituras a medida que estudian.

Invite a los alumnos a leer Moisés 1:31–33 para descubrir de qué manera respondió el Señor las dos preguntas de Moisés.

  • Según el versículo 31, ¿por qué creó Dios el mundo?

  • ¿Qué doctrina enseñan los versículos 32–33 acerca de la manera en que nuestro Padre Celestial creó los mundos? (Los alumnos deben reconocer la siguiente doctrina: Bajo la dirección del Padre, Jesucristo creó la tierra e incontables mundos).

Pida a los alumnos que lean Moisés 1:36–39 para averiguar el deseo adicional de Moisés y la respuesta del Señor.

  • ¿Cuál era el propósito de nuestro Padre Celestial al crear la Tierra y sus habitantes? (Los alumnos deben reconocer la siguiente doctrina: La tierra se creó para ayudar a llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre. Destaque que la inmortalidad es vivir para siempre en un estado resucitado, mientras que la vida eterna es vivir como Dios vive, lo que significa vivir para siempre como parte de una familia eterna).

  • ¿De qué manera ayuda la creación de la Tierra a llevar a cabo la obra y la gloria de nuestro Padre Celestial? (Utilice Doctrina y Convenios 49:15–17 para mostrar que la Tierra se creó como una morada terrenal para las familias).

Testifique que la Tierra se creó para ayudar a llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna de los hijos de Dios. La unidad familiar tiene como fin ayudarnos a alcanzar la vida eterna, lo que significa que vivamos para siempre como parte de una familia eterna, que es la vida que vive Dios.

2 Nefi 2:19–25; Moisés 3:16–17; 5:9–11

La caída de Adán y Eva fue una parte esencial del plan de Dios

Explique que Dios dio a Adán y a Eva instrucciones específicas en el Jardín de Edén. Pida a los alumnos que lean en silencio Moisés 3:16–17 y después pregunte:

  • ¿Qué dijo el Señor que les sucedería a Adán y a Eva si comían del fruto prohibido?

Explique que cuando Adán y Eva comieron del fruto prohibido ocasionaron sobre la humanidad dos tipos de muerte.

Escriba lo siguiente en la pizarra:

Muerte espiritual = estar separados de Dios

Muerte física = separación del espíritu y del cuerpo físico

Invite a los alumnos a estudiar 2 Nefi 2:19–25 y que hagan una lista de otras consecuencias de la Caída.

  • El comer del fruto prohibido, ¿de qué manera hizo posible que Adán y Eva y toda la humanidad fueran más como nuestro Padre Celestial?

Muestre la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

Elder Jeffrey R. Holland

“…la Caída formaba parte esencial del plan divino del Padre Celestial; sin ella, Adán y Eva no hubieran dado nacimiento a ningún ser mortal, y no hubiera habido ninguna familia humana que experimentara la oposición y el progreso, el albedrío moral ni el gozo de la resurrección, la redención y la vida eterna” (“La expiación de Jesucristo”, Liahona, marzo de 2008, pág. 35).

Lea Moisés 5:9–11 con los alumnos. Para ayudarlos a enunciar las verdades que se registran en esos versículos, pregunte:

  • ¿Qué verdades aprendieron Adán y Eva después de que fueron expulsados del Jardín de Edén? (Los alumnos deben comprender las siguientes verdades: Debido a la Caída, Adán y Eva podrían tener hijos y su posteridad podría progresar hacia la vida eterna).

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a la clase que busque razones por las que estuvimos entusiasmados por venir a la tierra:

Elder Richard G. Scott

“No puedes recordar uno de los momentos más emocionantes de tu vida cuando te sentiste lleno de expectativa, entusiasmo y gratitud. Esa experiencia ocurrió en la vida preterrenal, cuando se te informó que finalmente había llegado el momento de dejar el mundo espiritual para morar en la tierra con un cuerpo mortal. Sabías que por medio de la experiencia personal podrías aprender las lecciones que te darían felicidad en la tierra, lecciones que, al final, te guiarían a la exaltación y a la vida eterna como ser celestial y glorificado en la presencia de tu Santo Padre y de Su Hijo Amado” (“Primero lo más importante”, Liahona, julio de 2001, pág. 6).

  • El entender los propósitos de la Caída y de la vida mortal, ¿de qué manera influye en las decisiones que toman en esta vida?

2 Nefi 9:6–12

La Expiación vence los efectos de la Caída

Lea en voz alta la siguiente declaración del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

Elder M. Russell Ballard

“El mes de enero pasado nuestra familia sufrió la trágica pérdida de nuestro nieto Nathan en un accidente aéreo. Nathan sirvió en la Misión Báltica ruso hablante; amaba a la gente y sabía que era un privilegio servir al Señor. Ese accidente acabó con su vida tres meses después de que yo oficié en su matrimonio eterno a su querida Jennifer” (“La Expiación y el valor de un alma”, Liahona, mayo de 2004, pág. 84).

Explique que a causa de la caída de Adán y Eva, todos nosotros estamos sujetos a experiencias desafortunadas y trágicas como la ocurrida en la familia del élder Ballard. Afortunadamente, nuestro Padre Celestial ha proporcionado una manera para vencer los efectos de la Caída.

Invite a los alumnos a estudiar 2 Nefi 9:6–12 y que busquen de qué forma la expiación de Jesucristo puede ayudarnos a cada uno de nosotros a vencer la muerte física y la espiritual. Podría animar a los alumnos a que consideren marcar las palabras y frases clave en sus ejemplares de las Escrituras a medida que leen. Luego invite a los alumnos a compartir lo que encuentren.

  • ¿Qué doctrina enseñan esos versículos acerca de la relación entre la caída de Adán y Eva y la expiación de Jesucristo? (Asegúrese de que los alumnos comprendan lo siguiente: La expiación de Jesucristo proporciona el camino para que todos los hijos de nuestro Padre Celestial venzan tanto la muerte física como la espiritual. Podría animar a los alumnos a que al estudiar las Escrituras noten la frecuente conexión que hay en ellas entre la Caída y la Expiación. Considere la posibilidad de compartir esta cita: “Una conexión es una relación o un enlace entre conceptos, personas, cosas o acontecimientos… El localizar, aprender y meditar en esa conexiones con oración… produce comprensión inspirada y tesoros de conocimiento escondidos” [David A. Bednar, “Una reserva de agua viva” (Charla Fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para Jóvenes Adultos, 4 de febrero de 2007), pág. 3, lds.org/media-library]).

Pida a un alumno que lea en voz alta lo siguiente, que es una continuación de la declaración del élder M. Russell Ballard:

Elder M. Russell Ballard

“El que Nathan haya sido arrebatado tan repentinamente de nuestra presencia ha vuelto nuestro corazón y nuestra mente a la expiación de nuestro Señor Jesucristo…

“El precioso nacimiento del Salvador, Su vida, Su expiación en el Jardín de Getsemaní, el sufrimiento en la cruz, Su sepultura en la tumba de José y Su gloriosa resurrección se convirtieron en una renovada realidad para nosotros. La resurrección del Salvador nos asegura a todos que algún día, nosotros, también, lo seguiremos y experimentaremos nuestra propia resurrección. Qué gran paz y consuelo nos da este don, el cual viene mediante la amorosa gracia de Jesucristo, el Salvador y Redentor de toda la humanidad. Gracias a Él, sabemos que podremos estar con Nathan otra vez” (“La Expiación y el valor de un alma”, pág. 84).

  • La reacción de la familia del élder Ballard a la muerte de un familiar, ¿de qué manera ilustra la manera en la que la expiación de Jesucristo puede ayudar a las familias a hacer frente a los efectos universales de la Caída?

  • ¿Qué es lo que la Expiación hace posible para la familia de Nathan y para cada una de nuestras familias en la eternidad?

Conceda a los alumnos un momento para meditar en la siguiente pregunta antes de invitarlos a responder:

  • ¿De qué manera la expiación de Cristo ha ayudado a sus familias a superar algunos de los efectos de la Caída? (Como parte del análisis, explique que solo quienes han sido perfeccionados mediante el poder de la expiación de Jesucristo podrán vivir juntos eternamente en matrimonios y familias).

Para concluir, muestre esta declaración de la hermana Julie B. Beck, ex Presidenta General de la Sociedad de Socorro, y pida a un alumno que la lea:

Julie B. Beck

© Busath.com

“En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenemos una teología de la familia que se basa en la Creación, la Caída y la Expiación. La Creación de la Tierra proporcionó un lugar en donde las familias pudieran vivir. Dios creó a un hombre y a una mujer, que eran las dos mitades imprescindibles de una familia. Fue parte del plan de nuestro Padre Celestial que Adán y Eva se sellaran y formaran una familia eterna.

“La Caída proporcionó un camino para que la familia creciera. Adán y Eva eran líderes de familia que escogieron tener una experiencia mortal. La Caída les posibilitó tener hijos e hijas.

“La Expiación permite que las familias se sellen por la eternidad; permite que las familias tengan crecimiento eterno y logren la perfección. El plan de felicidad, llamado también el Plan de Salvación, fue un plan creado para las familias” (“Enseñar la doctrina de la familia”, Liahona, marzo de 2011, pág. 32).

Anime a los alumnos a reflexionar sobre sus testimonios de la Creación, la Caída y la Expiación y en lo que pueden hacer para invitar a que el poder de la Expiación sea una fuerza mayor en sus propias vidas y en la vida de sus familias.

Material de lectura para el alumno