A veces siento que no entiendo algo acerca de la Iglesia o siento que no tengo suficiente fe en algo en particular. Cuando me siento así, oro al Padre Celestial para pedirle ayuda. Casi siempre recibo una respuesta. Me siento bien y segura, y tengo el sentimiento real de que Dios escucha mis oraciones y me ama mucho. Estas experiencias ayudan a que mi testimonio y mi amor por Dios crezcan.
Sé que Dios es nuestro Padre y que nos ama mucho a todos. Él escucha nuestros problemas y envía al Espíritu Santo para darnos consuelo. Sé que escucha nuestras oraciones y que es feliz cuando somos rectos. Me llena de gozo saber que Dios me ama y que soy miembro de la Iglesia. Sé que Jesucristo es Su Hijo y nuestro Salvador.