Muestra y cuéntalo
Cuando era más pequeña, padecía una enfermedad de la piel. Cada día oraba para que el Padre Celestial me sanara. Aprendí a tener paciencia, y después de cinco años me curé. Sé que el Padre Celestial escucha nuestras oraciones.
Juyoung K., 12 años, Gyeonggi, Corea del Sur
Ala amiga de mi hermanita le dan miedo los perros. Cuando algún perro se acerca, yo lo ahuyento para que ella no tenga miedo.
Hyrum F., 7 años, Maputo, Mozambique
Me encanta tener insectos palo como mascotas. Uno de ellos se puso muy enfermo. Hice una oración para que se curara y, a la mañana siguiente, miré en su jaula y estaba mucho mejor. Sé que el Padre Celestial escuchó mi oración.
Tahnee C., 8 años, Wellington, Nueva Zelanda
Mi papá tuvo un infarto cuando yo tenía siete años y estuvo en el hospital. Cuando cumplí ocho años él seguía en el hospital, así que decidí esperar hasta que mi papá saliera del hospital para que me bautizaran y confirmaran. Fue uno de los días más felices de mi vida.
William M., 9 años, Queensland, Australia
Cuando iba a la escuela primaria, a algunos alumnos les gustaban las historias de miedo. Me contaron una que realmente comenzó a obsesionarme por las noches. Una noche decidí orar al Padre Celestial para que me ayudara a no pensar en ello, y Él me ayudó a dormir todas y cada una de las noches. Fue cuando me di cuenta de que puedo orar a Él en cualquier momento y en cualquier lugar.
Enerel T., 11 años, Ulaanbaatar, Mongolia