2020
Los niños de Centroamérica testifican del Libro de Mormón
Agosto de 2020


Tratando de parecerse a Jesús

Los niños de Centroamérica testifican del Libro de Mormón

Niños de todos los países del Área Centroamérica comparten sus sentimientos y lo que han aprendido al seguir la invitación del presidente Nelson de leer el Libro de Mormón.

El presidente Russell M. Nelson enseñó en la Conferencia General de abril 2020 que, en tiempos de agitación mundial, “Sumergirnos diariamente en la palabra de Dios es crucial para la supervivencia espiritual”.1

Este año, el programa “Ven, sígueme” se ha centrado en el estudio del Libro de Mormón, y muchas familias lo han usado para apoyar su estudio individual y como grupo.

Varios niños del Área Centroamérica comparten cómo ha sido su experiencia al aprender de las páginas de este libro sagrado, al leerlo por sí mismos, junto a su familia, o por medio de videos y otros recursos. A través del Espíritu Santo, muchos han comprendido lo que el Señor habló a sus profetas antiguos en las Américas, y han logrado forjar su propio testimonio en cuanto a la fe, la obediencia al Señor y el amor de Dios.

Estephanie P., 8 años, Belice:

“Yo testifico que el Libro de Mormón es verdadero, que es otro testamento de Jesucristo. La Escritura que más me gusta es la de 1 Nefi 3:7. Lo que Nefi nos enseñó en esta Escritura es que siempre debemos obedecer lo que el Señor nos ha mandado”.

Leovany L., 10 años, Belice:

“Yo sé que el Libro de Mormón es verdadero y que testifica de Jesucristo. Trata sobre la historia de Lehi y su familia y de cómo el Señor los guio a la tierra prometida. El Señor les dio la Liahona para guiarlos. De igual manera nos guía hoy a través de sus profetas. Una de mis historias favoritas es cuando Nefi rompe su arco y el Señor lo guio para hacer otro. Me gusta ver los videos del Libro de Mormón porque me ayudan a entender más sobre Jesucristo”.

Alexander F., 10 años, Costa Rica:

“Leer el Libro de Mormón me ayudó a saber que sí debía bautizarme en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Cuando leo, siento paz y creo que eso me ha ayudado en la escuela a dar un buen ejemplo de cómo ser un discípulo de Cristo. Es importante leer el Libro de Mormón todos los días porque, como Nefi enseñó, la barra de hierro es la palabra de Dios”.

Lauren S., 10 años, Costa Rica:

“Cuando me estaba preparando para mi bautismo, mi papá me puso la meta de leer el Libro de Mormón, y eso me ayudó mucho. Cuando lo leo aprendo de mi Salvador, y eso me hace sentir contenta. Yo sé que José Smith fue un profeta viviente y revelador y que por él fue posible la restauración de esta Iglesia. También sé que el Libro de Mormón es la palabra del Señor. Si nos dejamos guiar, podremos aprender más sobre Él y fortalecer nuestras vidas”.

Beatriz S., 10 años, El Salvador:

“Desde pequeña he tenido la oportunidad de leer las historias del Libro de Mormón, y ahora lo hago en familia con el programa Ven, sígueme. Me encanta leer con mi familia porque todos aprendemos cosas nuevas. Una frase que me encanta y que se repite mucho en el Libro de Mormón es ‘Si guardáis mis mandamientos, prosperaréis en la tierra’ (2 Nefi 1:20). Yo sé que es la palabra de Dios, que nos enseña a seguir el camino de Cristo con fe. A medida que lo leemos, nos acercamos más a Él”.

Samuel S., 8 años, El Salvador:

“Yo sé que el Libro de Mormón es la palabra de Dios. Sé que es verdadero. Cuando lo leo siento el Espíritu Santo conmigo y me siento más cerca de Jesucristo. Me gusta leer con mi familia de día y leer solo por las noches. Es un libro sagrado que habla de Jesucristo y me da mucha paz y fe”.

Fernando T., 10 años, Guatemala:

“Para mí el Libro de Mormón es un testimonio de Jesucristo. Yo leo los miércoles y sábados, después de hacer tareas, porque es mi momento de descanso. Me gustan las historias de los pueblos, de las familias, sus viajes, cómo vivían, sus momentos de fuerza y debilidad. Es más fácil leer cuando haces un horario. Puedes empezar con los Relatos del Libro de Mormón para niños, porque tiene muchos dibujos”.

Giovanni M., 9 años, Guatemala:

“En mi casa cada uno lee solo el Libro de Mormón y también leemos todos juntos. Después compartimos lo que aprendimos. En una noche de hogar yo puse el ejemplo de cuando Nefi rompió su arco. Dije que cuando rompemos nuestro arco celestial, se va el Espíritu Santo. Y cuando lo volvemos a armar, el Espíritu regresa. Ese es mi relato favorito hasta ahora, porque Nefi no perdió la fe. Él sabía que podía confiar en Dios y eso se lo enseñó a su familia”.

Eldon M., 10 años, Honduras:

“Empecé a leer el Libro de Mormón en octubre de 2019 y lo terminé a principios de enero de 2020. Antes no me sentía tan motivado a leerlo, pero decidí seguir la invitación del profeta, Russell M. Nelson. Sé que es otro testamento de Jesucristo y que si leemos las Escrituras siempre y estudiamos Ven, sígueme, seremos bendecidos. Dios nos promete que nunca nos dejará solos y que siempre podemos arrepentirnos de nuestros pecados”.

Samuel M., 8 años, Honduras:

“Testifico que El Libro de Mormón es verdadero y que es un libro especial. Nefi es genial, porque siempre hacía lo bueno y oraba para preguntar. Me impresionó mucho el sueño de Lehi con la barra de hierro que conducía a un árbol. Testifico que si uno se agarra fuerte de la barra de hierro, logrará comer del fruto, que es la vida eterna”.

Camila J., 4 años, Nicaragua:

“Mi historia favorita es cuando Nefi construyó el barco que el Señor le mandó a hacer, y que viajó con su familia, donde Saríah estaba viejita. El Libro de Mormón fue escrito en las Américas para nosotros y habla de Jesucristo”.

Mariana J., 8 años, Nicaragua:

“Yo sé que el Libro de Mormón es verdadero. Sé que fue escrito hace muchos años por profetas. Sé que si le preguntamos al Padre Celestial si este libro es verdadero, Él nos va a responder. También sé que José Smith restauró el Evangelio y tradujo este libro para que podamos leerlo”.

Jeyleen B., 9 años, Nicaragua:

“Cuando tenía siete años empecé a leer sola por las noches y por las mañanas, leía Historias del Libro de Mormón y de la Biblia. Eso me ha ayudado a saber más sobre el Plan de Salvación y cómo podemos ser mejores cada día y seguir el ejemplo de Jesucristo. Me encanta estar en la Iglesia verdadera. Sé que al hacer lo que leemos como familia o solos, somos más fuertes y podemos tomar buenas decisiones en nuestras vidas”.

Andrés R., 6 años, Panamá:

“Cada vez que leo el Libro de Mormón me siento feliz y aprendo mucho. Mi historia favorita es cuando el Señor envía a Nefi y a sus hermanos a obtener las planchas de bronce. Esa historia me hace sentir que el Señor nos ayuda a cumplir lo que nos pide. Yo sé que Jesucristo vive, que es el Hijo de Dios y que es mi Salvador”.

Johanis C., 8 años, Panamá:

“Yo sé que el Libro de Mormón es verdadero y me siento feliz al leerlo. Si no tuviera el Libro de Mormón, no podría ayudar a mi familia a ser fuerte. El Libro de Mormón me ayuda a estar más cerca de Dios y del Salvador”.

Nota

  1. Russell M. Nelson, “Escúchalo”, Liahona, mayo de 2020, 89.