2023
En busca del don de lenguas
Junio de 2023


“En busca del don de lenguas”, Liahona, junio de 2023.

Voces de los Santos de los Últimos Días

En busca del don de lenguas

Durante la misión, me esforcé mucho por aprender inglés, pero no recibí el don de lenguas de inmediato.

globo terráqueo con palabras en inglés y francés

Cuando abrí el llamamiento misional, me sentí entusiasmado por ir a la Misión Ghana Accra, donde serviría al Señor enseñando el Evangelio en inglés. Soy de la República Democrática del Congo, así que mi lengua materna es el francés.

Al momento de llegar al campo misional sabía saludar a las personas en inglés, pero no podía decir mucho más, y sabía que aquello no era suficiente para cumplir con mi deber como misionero.

Pensaba en el profeta José Smith, que tradujo el Libro de Mormón “por el don y el poder de Dios”1, y en las enseñanzas del apóstol Pablo en cuanto a la “diversidad de dones”, que incluye “diversos géneros de lenguas” y la “interpretación de lenguas” (1 Corintios 12:4, 10; véase también Mormón 9:7, 24).

Me sobrevino una motivación que me hizo sentir que podía procurar el don de lenguas y recibirlo, para lo cual decidí fijar varias metas diarias:

  • Orar para recibir el don de lenguas.

  • Estudiar diligentemente las Escrituras, y la doctrina y los principios del Evangelio.

  • Procurar la guía del Espíritu.

  • Escuchar los discursos de la conferencia general en inglés.

  • Estudiar la gramática del inglés y el vocabulario misional clave.

  • Hablar siempre en inglés.

  • Cantar himnos en inglés.

Trabajé con mucho empeño en mis metas, pero no recibí el don de lenguas de inmediato. No obstante, después de unos meses, mientras mi compañero y yo enseñábamos a uno de nuestros amigos, sentí confianza en las palabras que pronuncié. La primera reunión con nuestro amigo había sido difícil; me había sentido muy inseguro en cuanto a mi capacidad de hablar inglés, pero ese día nuestro amigo se sorprendió.

“Élder Lono, ¿de dónde es?”, me preguntó.

“Soy de la República Democrática del Congo”.

“¿Está seguro?”, dijo.

“¡Sí!”, respondí.

No me había dado cuenta, pero había llegado a hablar inglés con la suficiente fluidez como para que nuestro amigo pensara que era mi lengua materna. Estoy agradecido de que el Señor me haya bendecido con el don de lenguas para poder hablar bien inglés.

Sé que Dios ama a Sus hijos y que nos bendecirá con los dones del Espíritu a medida que los procuremos diligentemente con fe en Jesucristo.