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CAPÍTULO VEINTICINCO: LA JORNADA A TRAVÉS DE IOWA


CAPÍTULO VEINTICINCO

LA JORNADA A TRAVÉS DE IOWA

Cuando los santos llegaron a Iowa después de cruzar el río Misisipí, comenzaron otra vez la búsqueda de un lugar donde pudieran edificar el Reino de Dios sin sufrir opresión. El camino hacia ese nuevo refugio no fue fácil, sino que les exigió trabajos, sacrificios e incluso la muerte, y la primera parte del recorrido —la jornada a través del territorio de Iowa— fue la más difícil. Al “Campo de Israel”, la compañía principal, le llevó ciento treinta y un días recorrer los casi quinientos kilómetros para atravesar el territorio; en contraste, la “Compañía de pioneros” que viajó un año después, sólo empleó ciento once días en el recorrido de casi mil setecientos kilómetros desde Winter Quarters hasta el Valle del Gran Lago Salado. Pero la mala preparación, la falta de guías expertos, las demoras, el mal tiempo y el terreno escabroso hicieron que la jornada a través de Iowa fuera una de las más penosas en la historia de la Iglesia. A pesar de ello, aquellos intrépidos pioneros no conocían la palabra “fracaso”, y el viaje por Iowa les sirvió para fortalecer su determinación y proveerles de una experiencia invalorable para el futuro.

LA JORNADA COMIENZA CON AFLICCIONES

El 4 de febrero de 1846 salieron de Nauvoo los primeros carromatos en dirección al transbordador del Misisipí. Una vez que cruzaron el río, abrieron un nuevo camino de unos quince kilómetros hasta Sugar Creek y allí acamparon esperando la llegada de Brigham Young. Durante el mes de febrero [invierno], unas tres mil personas cruzaron el río bajo la dirección de Hosea Stout, capitán de la policía de Nauvoo, y se establecieron en Sugar Creek.

Abandonar Nauvoo fue un acto de fe de parte de los santos; partieron de allí sin saber exactamente a dónde iban ni cuándo llegarían a un lugar donde pudieran establecerse; lo único que sabían era que estaban a punto de ser expulsados de Illinois por sus enemigos y que sus líderes habían recibido revelación de buscar un refugio en un punto indefinido de las Montañas Rocosas.

Aunque algunos días templados facilitaron la partida de Nauvoo, muy pronto tuvieron que enfrentarse con el mal tiempo, el cual hizo difícil el apresurado éxodo y a la vez fue una bendición. El 14 de febrero nevó y el 19 otra tormenta del noroeste dejó 20 cm de nieve sobre el suelo; la noche fue muy fría y hubo “mucho sufrimiento en el campamento, pues había muchos que no tenían tiendas de campaña ni ningún refugio cómodo donde pernoctar; el viento desarmó varias tiendas, algunas de las cuales estaban sin terminar y no tenían estacas”1. Después que Brigham Young salió de Nauvoo y cruzó el río hasta la orilla de Iowa, el barro se hizo tan profundo que hubo que utilizar las yuntas de a dos para poder tirar de los carromatos cuesta arriba hasta el campamento de Sugar Creek2. Una semana más tarde la temperatura bajó notablemente y el Misisipí se congeló, con lo cual se apresuró la partida de Nauvoo pues hubo numerosos miembros que pudieron cruzar el río caminando sobre el hielo. Pero, debido al frío tan intenso, muchas personas cayeron enfermas en Sugar Creek, incluso Brigham Young y Willard Richards; además, hubo varias mujeres que dieron a luz en el helado y precario campamento, y estas madres con sus hijitos recién nacidos sufrieron en extremo por el frío, el viento y la nieve.

La falta de alimentos fue otro de los tormentos que tuvieron que sufrir los miembros. Por el gran deseo que tenían de estar con sus líderes, muchos de ellos no siguieron el consejo de prepararse antes de la partida. Brigham Young, Heber C. Kimball y algunos otros empezaron la jornada con una provisión suficiente para un año, pero la mayoría de los demás no contaban con casi nada; debido a su falta de previsión, algunos de los que habían llevado bastante y estaban dispuestos a compartir lo que tenían fueron gastando sus provisiones en unas pocas semanas. El presidente Young tenía la abrumadora responsabilidad de ser un padre para todos. Una de las anotaciones que hizo en su diario indica el desaliento que sentía: “A menos que esta gente sea más unida en espíritu y cese de orar por aquello que se le ha aconsejado que no pida, todo esto me llevará a la tumba. Mis carnes se han reducido tanto que el abrigo que apenas me cerraba el invierno pasado ahora puedo cruzarlo como treinta centímetros. Tengo que hacer un gran esfuerzo para no tenderme a dormir y esperar la resurrección”3.

A pesar de las condiciones penosas en las que se hallaban, había en el campamento algo de alegría; casi todas las noches la banda de William Pitt tocaba las marchas, las galopas y otras danzas de la época, y la gente bailaba con la música de los violines y cantaba las canciones favoritas; también componían canciones para cantar en esas oportunidades. Una de ellas era “La Alta California”:

En Alta California, la tierra para mí, voy a morar;

está entre las montañas y el grande y ancho mar.

Los santos han de vivir en paz allí

y el dulce fruto de la libertad probar

en Alta California, ¡la tierra para mí!4

La Alta California se refería a una vasta región indefinida que pertenecía a México y comprendía la mayor parte de los actuales estados de Utah, Colorado, Nevada y California.

Brigham Young comentó que los miembros “eran pacientes y soportaban todas sus privaciones sin quejarse”. Un mes más tarde dijo: “No creo que desde los días de Enoc haya habido otro pueblo, colocado en las mismas circunstancias difíciles en las que éste se haya hallado, entre el que hayan existido tan pocas quejas, y estoy satisfecho de que el Señor estaba complacido con la mayoría de los del Campamento de Israel”5.

EL CAMPAMENTO DE ISRAEL AVANZA HACIA EL OESTE

Los santos no empezaron a salir del campamento de Sugar Creek sino hasta el 1º de marzo de 1846. Los últimos diez días se dedicaron en su mayoría a hablar de los planes de viaje y de la organización de la marcha. Desde el principio, la compañía principal de miembros recibió el nombre de “Campamento de Israel” y estuvo presidida por Brigham Young. Al igual que el antiguo pueblo de Israel, estaban divididos en compañías y éstas tenían capitanes de cien, de cincuenta y de diez. Durante los dos años siguientes hubo más paralelos con el Antiguo Testamento, según lo indican las siguientes expresiones y términos: Sión en la cabeza de los montes, pueblo escogido, éxodo, monte Pisga, río Jordán, Mar Muerto, el desierto florecerá como la rosa, y un Moisés moderno, que fue Brigham Young.

Parte de la demora en la partida de los santos se debió a la preocupación que tenían en cuanto a cuál sería la mejor ruta a través de Iowa. La región este del estado se había abierto a la colonización desde la guerra con los indios Black Hawk, en 1830–1832, pero ya a unos 160 km hacia el oeste del Misisipí el territorio estaba despoblado, tenía pocos caminos y los que había eran malos; además, había varios ríos y riachuelos que atravesar. Por otra parte, los miembros tenían que decidir dónde iban a cruzar el río Misuri, y querían evitar cualquier travesía por el estado de Misuri donde todavía existía hostilidad hacia los mormones.

Cuando reanudaron la marcha, tenían planes de llegar al Misuri a mediados de abril, sembrar pequeños huertos a lo largo del camino para los que les siguieran, establecer una parte de la compañía al oeste del río como lugar de parada para los viajeros futuros y mandar un grupo que fuera rápidamente a las montañas y llevara semillas para sembrar en la primavera. Una compañía pionera, dirigida por Stephen Markham, partió adelante con el fin de explorar y buscar las mejores rutas, hallar colonias donde pudieran comerciar, construir puentes y hacer otros preparativos.

No obstante, hubo tres problemas que dificultaron el progreso de los miembros a través de Iowa; la primera era la falta de provisiones adecuadas. Cada compañía tenía dos agentes comerciales cuya responsabilidad era ponerse en contacto con los colonos para comprar alimentos y forraje. Acausa de la falta de suministros en general, muchos de los hombres se emplearon en los pueblos del este de Iowa a fin de ganar dinero para comprar lo necesario; la banda de William Pitt daba conciertos en diversas comunidades del territorio de Iowa para reunir más fondos. Debido al hecho de que había muchos hombres trabajando en lugar de estar manejando los carromatos, el progreso era muy lento; esto explica la demora de casi tres semanas cuando la mayor parte del campamento se quedó en Richardson’s Point, a sólo 90 km de Nauvoo. Mientras Brigham Young se encontraba apenas a mitad de camino en la travesía del territorio, las provisiones para su familia ya habían disminuido considerablemente a causa de su generosidad; los demás Apóstoles se encontraban en situación similar6. El 24 de marzo Hosea Stout informó que la mitad de sus hombres ya no tenían más provisiones; y la dificultad empeoró antes de que llegaran al río Misuri.

El segundo problema era la desorganización del campamento, que se extendía varios kilómetros por el este de Iowa; había varios jinetes que continuamente llevaban mensajes entre los líderes de las compañías, por hallarse éstas tan separadas. Llevado al punto de exasperación por el desorden general y por la actitud aventurera, independiente y competitiva del obispo George Miller y de otros, Brigham Young vio la necesidad de establecer un mando más firme sobre todo el campamento. Exigió más obediencia y cooperación y envió una carta de reprensión a los que se habían ido adelante, diciéndoles que debían retornar con el fin de reunirse en consejo.

Parley P. Pratt, que andaba con el hermano Miller, también fue reprendido severamente. Lo ocurrido en esos días demuestra que el Espíritu estaba inspirando a Brigham Young, pues el hermano Pratt dijo después: “…El obispo Miller, que era líder y miembro activo de nuestra compañía, nos ha dejado para seguir su propio camino rehusando obedecer los consejos de la Presidencia, y se ha ido a Texas. Y debo decir que, aunque los motivos que me impulsaban eran puros según lo que puedo ver en mi propio corazón, agradezco a Dios esa reprimenda tan oportuna; la he aprovechado y me ha ayudado a ser más cauto y cuidadoso”7.

El 26 de marzo, a orillas del río Chariton, Brigham Young y Heber C. Kimball hicieron una reorganización del campamento dividiéndolo en tres compañías de cien familias cada una. Aunque el viaje se hizo más ordenado después de eso, la mejor organización no sirvió para superar el tercer problema y quizás el obstáculo más grande de todos: el exceso de agua y el mal tiempo que hubo esa primavera; la nieve derritiéndose rápidamente, las lluvias casi constantes, los arroyos crecidos, el barro en todo el camino y los fuertes vientos los retrasaron mucho en su avance. El comentario que hizo Brigham Young a fines de marzo diciendo que ese día sólo habían atravesado un “charco” de barro, “de casi diez kilómetros de largo”, ilustra los efectos de las lluvias y el deshielo de la primavera que convertían en pantanos los caminos y lugares de acampar8. Los diarios personales indican que en el mes de marzo, a partir del 10, llovió o nevó durante por lo menos once días; el tiempo siguió empeorando en abril, en el que hubo nieve o lluvia la mitad del mes, incluso todos los días de la última semana. Había tantos carromatos atascados en el barro que el recorrido de un día quedaba reducido a menos de un kilómetro.

El 6 de abril fue un día particularmente malo. Hosea Stout comentó que “de todas las mañanas ésta fue la más deprimente, oscura y lluviosa después de haber tenido ayer un buen día… Este día fue el peor de todos para viajar. El camino era el más malo de todos los que he recorrido, con altos y bajos, atravesando pantanos, pasando por empapados cerros de robles y por ciénagas profundas, con una lluvia torrencial y el arroyo creciendo. Los caballos se hunden a veces hasta la barriga en los cerros y las yuntas se atascan en las bajadas. Avanzamos lenta y trabajosamente, con gran esfuerzo, más de la mitad del día, y al fin tuvimos que abandonar algunos carromatos y poner yuntas dobles para poder seguir”. Esa noche, después que la mayoría se había retirado a descansar, comenzó a soplar el viento. El hermano Stout no había asegurado su tienda con cuerdas fuertes y, según relata, “tuve que salir de la cama y sostenerla largo tiempo en medio del viento y la lluvia que me azotaban constantemente hasta dejarme totalmente empapado; no podía soltarla para ir a asegurarla, porque el viento la habría hecho volar”. Tuvo que quedarse allí, sosteniendo la tienda, hasta que algunos hermanos acudieron en su auxilio9.

Eliza R. Snow escribió que el viento era “todo un vendaval acompañado de una lluvia torrencial; varios de nuestros refugios quedaron derribados y las cubiertas de los carromatos apenas escaparon la furia de los elementos”.10 Al despertar a la mañana siguiente, los fatigados viajeros se encontraron con algo de nieve, un poco de helada y con el arroyo en crecida. A causa de que muchas veces tenían la vestimenta y la ropa de cama empapada, además de la baja temperatura, eran frecuentes las enfermedades y hasta algunas muertes, lo que les demoraba más aún en su travesía.

El 15 de abril el campamento llegó a Locust Creek, que se hallaba cerca de la actual línea limítrofe entre Iowa y Misuri. William Clayton, que se hallaba frustrado por la lentitud con que progresaba el campamento y por las responsabilidades de cuidar de una familia grande, recibió con gratitud la noticia de que Diantha, una de sus esposas que se había quedado en Nauvoo por razones de seguridad y del cuidado especial que necesitaba, había dado a luz a un saludable varoncito. Por ese motivo, compuso una canción nueva de alabanza al Señor titulada “¡Oh, está todo bien!”, que llegó a ser el himno por excelencia de muchos pioneros mormones que después atravesaron las llanuras en su jornada hacia la Gran Cuenca.

Santos, venid, sin miedo, sin temor,

mas con gozo andad.

Aunque cruel jornada ésta es,

Dios nos da Su bondad.

Mejor nos es el procurar

afán inútil alejar,

y paz será el galardón.

¡Oh, está todo bien!

Hacia el sol, do Dios lo preparó,

buscaremos lugar

do, libres ya de miedo y dolor,

nos permitan morar.

Cantemos, sí, en alta voz;

dad glorias al Señor y Dios,

y sobre todo, el refrán:

¡Oh, está todo bien!11

Al continuar la lluvia cayendo a raudales sobre el ya crecido arroyo Locust, los líderes de la Iglesia empezaron a considerar los planes de viaje. Las angustiosas demoras, el sufrimiento de los viajeros, la condición de debilidad en que se hallaban sus bestias de tiro, los precios exorbitantes del forraje, el mal estado de los carromatos y el equipo, las provisiones alimenticias que disminuían rápidamente y el hecho de que no parecía haber perspectivas de mejora en el tiempo, todo ello los llevó a evaluar de nuevo el curso que llevaban. El sueño de llegar a las Montañas Rocosas en el verano iba desapareciendo poco a poco.

EL ESTABLECIMIENTO DE PUESTOS INTERMEDIOS Y EL CAMINO HACIA EL RÍO MISURI

En Locust Creek, las Autoridades Generales oraron para crear un nuevo plan con el fin de establecer huertos o puestos intermedios de parada en el camino hacia el Oeste. El 24 de abril los pioneros llegaron a un lugar al que llamaron Garden Grove, que estaba a poco menos de cien kilómetros al noroeste de Locust Creek y más o menos a mitad de camino a través de Iowa. Al cabo de sólo tres semanas habían ya arado cerca de 290 hectáreas de campo virgen, construido cabañas y establecido una pequeña comunidad. Se nombró un sumo consejo para encargarse de los asuntos religiosos y civiles, y se asignó a doscientas personas la tarea de mejorar ese primer puesto intermedio.

En Garden Grove no había suficiente madera para proveer de lo necesario a todas las compañías que iban a llegar de Nauvoo; por lo tanto, los líderes mandaron a algunos hombres para explorar la región. Parley P. Pratt encontró unos cerros cubiertos de pasto y coronados por hermosos bosques a apenas unos cuarenta kilómetros de allí. Se quedó tan contento que, refiriéndose al monte desde el cual Moisés contempló la Tierra Prometida, exclamó entusiasmado: “¡Este es el monte Pisgah!”12

Pocos días después llegó Brigham Young e inmediatamente organizó un segundo puesto intermedio en el lugar, al que llamaron Monte Pisgah. También ahí se nombró un sumo consejo y, en un esfuerzo unido, se trabajó para cercar, plantar y cultivar varios miles de hectáreas. Ezra T. Benson (el bisabuelo del decimotercer Presidente de la Iglesia), que era uno de los nuevos líderes, dijo: “Aquel fue el primer lugar en el que sentí deseos de quedarme después de salir de Nauvoo”13. Al poco tiempo, Monte Pisgah sobrepasó a Garden Grove en tamaño e importancia; ambos lugares fueron, de todos modos, puestos intermedios fundamentales para los pioneros desde 1846 hasta 1852.

A principios de junio de 1846, una compañía de avanzada de la que formaban parte algunos Apóstoles salió de Monte Pisgah en dirección al río Misuri. Aunque llevaban un atraso de dos meses en los planes originales, los miembros de la Primera Presidencia todavía tenían la esperanza de poder mandar un grupo que llegara a las Montañas Rocosas antes del otoño. Les llevó sólo catorce días recorrer los ciento sesenta kilómetros hasta la parte de Council Bluffs, junto al Misuri, debido hasta cierto punto al hecho de que se encontraron con el lujo hasta entonces desconocido de tener caminos secos y abundancia de pastos. En un sitio llamado Mosquito Creek, que estaba en tierra de los indios “pottawattomie”, establecieron una sede temporaria. Al llegar al Misuri se dieron cuenta de que su primera tarea tendría que ser preparar embarcaderos y conseguir un transbordador para cruzar por el río los carromatos de los emigrantes. Llevaron a cabo esa labor en sólo dos semanas.

No obstante, les quedaban todavía dos asuntos serios por resolver: Por encontrarse en tierras de indios, ¿dónde iban a pasar los santos el invierno en las inmediaciones del río Misuri? Y ¿había tiempo todavía para que algunos de los Apóstoles y otros hombres avanzaran para llegar al Oeste antes de que sobrevinieran las tormentas invernales? Esto último se decidió luego de conversaciones con el capitán James Allen, del Ejército de los Estados Unidos, que llegó el 1º de julio a reclutar un batallón de soldados mormones. Debido a que se quedaron sin una gran cantidad de hombres que entraron en el batallón, fue necesario posponer la emigración hacia el Oeste hasta el año siguiente.

SE FORMA EL BATALLÓN MORMÓN

En 1845 los Estados Unidos anexaron el estado de Texas a la Unión, lo cual causó conflictos con México que todavía reclamaba posesión de la mayor parte de ese estado. El 24 de abril de 1846 hubo una escaramuza entre las tropas mexicanas y un batallón estadounidense, pero el Congreso de los Estados Unidos no declaró la guerra hasta el 12 de mayo; los expansionistas de este país estaban entusiasmados con la idea de una guerra que ofreciera la oportunidad de obtener territorios que se extendían hasta el Océano Pacífico. Entre los objetivos del Presidente de los Estados Unidos, James K. Polk, que apoyaba el expansionismo, estaba el de conseguir con la guerra la adquisición de Nuevo México y del norte de California. Se encargó al Ejército de lo que entonces se consideraba el oeste de los Estados Unidos la responsabilidad de conquistar ese vasto territorio15.

La guerra con México empezó justamente cuando los Santos de los Últimos Días estaban presentando en Washington, D.C., peticiones de ayuda para su traslado hacia el Oeste. Antes de salir de Nauvoo, Brigham Young extendió al élder Jesse C. Little el llamamiento de presidir la Iglesia en el Este y de ir a la capital de la nación a presentar la solicitud de ayuda. El élder Little contaba con la asistencia de su amigo Thomas L. Kane, que tenía veinticuatro años y era hijo de John Kane, un juez federal prominente y colega político del presidente Polk. Thomas, a su vez, había trabajado con su padre como secretario legal y era muy conocido en los círculos de la ciudad de Washington. El hermano Little y Thomas Kane negociaron juntos con funcionarios gubernamentales a fin de conseguir contratos para construir pequeñas fortificaciones y fuertes a lo largo del camino llamado “Ruta de Oregón”, pero la guerra con México ofreció una oportunidad mejor a los miembros de la Iglesia y al gobierno de ayudarse mutuamente16.

A instancias del joven Kane, el élder Little expresó en una carta al presidente Polk que, aunque los miembros eran estadounidenses leales a su país, si el gobierno rehusaba prestarles ayuda se verían “forzados a ser extranjeros”17. El presidente Polk no quería que los miembros favorecieran los intereses británicos en el territorio de Oregón, pero tampoco quería provocar a los voluntarios de Misuri que se habían alistado en el ejército; por eso, después de algunas conversaciones con el élder Little, autorizó el reclutamiento de quinientos voluntarios mormones después que llegaran a California; de esa manera pensaba mantener leales a los santos sin despertar el antagonismo en los enemigos de la Iglesia. Sin embargo, cuando el Ministro de Guerra, William Marcy, escribió al coronel Stephen W. Kearny de Fort Leavenworth, Kansas, parece que el Presidente había cambiado de idea, pues el coronel Kearny recibió autorización para ir de inmediato a formar un batallón de mormones; a fines de junio, mandó al capitán James Allen a los campamentos mormones que había en el sur de Iowa para reclutar a los voluntarios.

El capitán Allen se dirigió primero a la nueva colonia mormona de Monte Pisgah, donde encontró fuerte oposición al plan. El élder Wilford Woodruff, que estaba allí de camino para reunirse con los demás Apóstoles en el río Misuri, quedó desconfiado y escribió en su diario: “Tenía razones para creer que eran espías y que el Presidente no tenía nada que ver con el asunto. A pesar de ello, los tratamos con amabilidad y les dijimos que fueran a Council Bluffs para presentar el caso a nuestro Presidente”18.

Además, con el fin de advertir a Brigham Young sobre la misión que llevaba el capitán Allen, despachó mensajeros, los cuales llegaron dos días antes a Council Bluffs. Antes de recibir al capitán, Brigham Young, Heber C. Kimball y Willard Richards tuvieron una reunión en la tienda de Orson Pratt, en la que “se decidió que lo mejor sería recibir al capitán Allen por la mañana y juntar los voluntarios requeridos” por el gobierno19. El presidente Young se había dado cuenta de que las acciones del capitán Allen se debían seguramente a las gestiones del élder Little; por otra parte, las autoridades reconocían que esa solicitud de voluntarios mormones les daría la oportunidad de obtener fondos que eran extremadamente necesarios para el éxodo, y, al mismo tiempo, la justificación para establecer comunidades temporarias en los territorios indios. Durante las negociaciones, el capitán Allen les aseguró que los de la Iglesia podían permanecer en las tierras de los indios durante el invierno.

Después de que el capitán reclutara a los hombres en Council Bluffs, el presidente Young les habló a los santos tratando de disipar los prejuicios que tenían hacia el gobierno federal, y les dijo: “Suponed que nos admitieran a la Unión como Estado y que el gobierno no nos llamara; nos sentiríamos dejados de lado. Que los mormones sean los primeros hombres en poner pie en el suelo de California… Esta es la primera oferta que hemos recibido hasta ahora del gobierno con el fin de beneficiarnos”20. El 3 de julio, Brigham Young, Heber C. Kimball y Willard Richards partieron hacia el este para reclutar más hombres; antes de su llegada a Monte Pisgah, todos los Santos de los Últimos Días se oponían al proyecto, pero después que ellos dieron varios discursos con el tema del reclutamiento, muchos hombres se alistaron para entrar en el batallón.

El reclutamiento continuó hasta el 20 de julio, el día antes de que el batallón partiera hacia Fort Leavenworth. En tres semanas se organizaron cinco compañías de cien hombres cada una. Thomas L. Kane y Jesse C. Little viajaron hasta el río Misuri para asegurarles a los miembros que el gobierno no escondía ningún propósito malicioso en la solicitud que les había hecho; por otra parte, los líderes de la Iglesia prometieron a los voluntarios que sus familias serían cuidadas y atendidas durante su ausencia. Brigham Young eligió a los oficiales que habrían de dirigir cada compañía y los exhortó a ser como padres para los soldados; también aconsejó a los voluntarios que fueran leales, que obedecieran los mandamientos y que escucharan y siguieran el consejo de sus líderes, prometiéndoles que, si se conducían correctamente, no tendrían que ir a la batalla. Al anochecer del sábado 18 de julio, en una explanada que prepararon junto al río Misuri, se llevó a cabo un baile en honor del batallón. El martes 21 de julio, a mediodía, los soldados comenzaron su histórica marcha.

EL ESTABLECIMIENTO DE WINTER QUARTERS

Una vez que partió el batallón, todas las energías se dirigieron a preparar un puesto intermedio adecuado para pasar el invierno. Antes de que el gobierno solicitara su ayuda, Brigham Young había llegado a la conclusión de que la mayoría de los miembros debían establecerse en la Gran Isla del río Platte que era la isla de mayor longitud de los Estados Unidos en una corriente de agua dulce y contaba con un suelo fértil y abundante madera; el problema que presentaba era la existencia en la región de los indios “pawnee”, que eran hostiles. Sin embargo, a mediados de julio, la llegada de Thomas L. Kane y Wilford Woodruff al campamento hizo que modificaran ese plan. El señor Kane opinaba que la Oficina de Asuntos Indígenas a nivel federal intervendría menos si las colonias mormonas se hallaban junto al Misuri que si estaban más hacia el oeste.

Por otra parte, el élder Woodruff llegó con la triste noticia de que Reuben Hedlock, que era la autoridad que presidía temporariamente en Inglaterra, había utilizado dinero destinado al fondo de emigración en negocios para beneficio propio; y, además, el apóstata James J. Strang había mandado a Martin Harris a Inglaterra con el propósito de que ejerciera influencia en las congregaciones de los Santos de los Últimos Días. Era evidente que, a menos que se tomaran medidas inmediatamente, la Iglesia tendría mucho que perder en las Islas Británicas. El élder Woodruff llevó también las nuevas de que los miembros que habían quedado en Nauvoo estaban en un estado de pobreza tal que les impedía salir hacia el Oeste. A fines de julio, las Autoridades Generales decidieron que se debía establecer un campamento principal en la ribera oeste del río Misuri y otras comunidades esparcidas por el oeste de Iowa. Y, con respecto a Inglaterra, se tomó la decisión de que los élderes Orson Hyde, Parley P. Pratt y John Taylor viajaran de inmediato a ese país con el fin de resolver los problemas de la Iglesia allá.

En agosto, los exploradores encontraron un lugar para establecimiento temporario, Cutler’s Park, que estaba a unos 5 km al oeste del Misuri. Pero después de las gestiones que se llevaron a cabo con los caciques de las tribus indias “otoe” y “omaha”, los líderes de la Iglesia pensaron que sería mejor que el campamento estuviera más cerca del río, y, a principios de septiembre, se eligió una buena zona próxima al embarcadero futuro del transbordador, y se comenzaron los trabajos de agrimensura; para fines de ese mes, ya se habían trazado ochocientos veinte terrenos para una población y algunas familias ya habían escogido el suyo. Así surgió Winter Quarters, que fue el nombre que los líderes pusieron a la comunidad [y que en español significa “Cuarteles de invierno”].

EL RESCATE DE LOS “SANTOS POBRES” DE NAUVOO

Más de dos mil miembros de la Iglesia habían salido de Nauvoo para mediados de marzo de 1846, y varios cientos más se fueron en los meses de abril y mayo; pero todavía quedaban muchos en la ciudad. Antes de su partida, el presidente Young había nombrado a tres hombres, Joseph L. Heywood, John S. Fullmer y Almon W. Babbitt, como fideicomisarios legales para vender las propiedades de la Iglesia y las privadas, para pagar las deudas más urgentes y para proveer lo necesario a fin de que los que se veían forzados a quedarse pudieran partir sin peligros. También había comisionado a Orson Hyde para supervisar la finalización y dedicación del Templo de Nauvoo.

Los trabajadores completaron su obra a fines de abril, y el sagrado edificio se preparó para la dedicación. Wilford Woodruff llegó de su misión a Gran Bretaña justo a tiempo para las ceremonias, y, el 30 de abril, en una ceremonia privada, Joseph Young ofreció la oración dedicatoria. Orson Hyde, el élder Woodruff y otros veinte hermanos, aproximadamente, vestidos con la ropa del templo, dedicaron la Casa del Señor.

Wilford Woodruff escribió al respecto: “A pesar de las muchas profecías falsas de Sidney Rigdon y de otros, diciendo que el techo jamás se colocaría y que el edificio no se terminaría, y no obstante las amenazas de los populachos de que nunca lo dedicaríamos, hemos hecho ambas cosas”21.

Al día siguiente, el 1º de mayo, Orson Hyde ofreció la oración en una dedicación pública. A continuación, los élderes Hyde y Woodruff se pusieron en camino hacia Iowa para reunirse con los demás Apóstoles.

Cuando los enemigos de la Iglesia se dieron cuenta de que no todos los miembros iban a salir de Nauvoo ese verano, la persecución se renovó. Hubo ataques a hombres y mujeres que se hallaban cosechando granos en el campo, y algunos quedaron seriamente lastimados; esas hostilidades continuaron durante todo el verano y el otoño de 1846.

Mientras eso sucedía, el Quórum de los Doce Apóstoles tomó la decisión de vender el Templo de Nauvoo con el fin de levantar fondos para comprar provisiones y lo necesario para los miembros que quedaban allí, pero todos los intentos fracasaron y el edificio no pudo venderse. Amediados de agosto, había menos de mil quinientos santos en Nauvoo, entre ellos algunos de los nuevos conversos que habían llegado del Este demasiado tarde ya para formar parte de las compañías que habían salido; la mayoría había gastado todo lo que poseía sólo para llegar a Nauvoo y ponía su esperanza en los líderes de la Iglesia para poder proseguir hacia el Oeste.

En la segunda semana de septiembre, los enemigos estaban determinados a expulsar a los santos de Nauvoo, y unos ochocientos hombres, armados con seis cañones, se prepararon para sitiar la ciudad. Los miembros, junto con algunos habitantes nuevos, entre los cuales había sólo unos ciento cincuenta hombres que podían pelear, se prepararon para defender la ciudad. El 10 de septiembre empezó la batalla de Nauvoo con un tiroteo esporádico; los dos días siguientes hubo algunas luchas aisladas. El 13 de septiembre, una columna del enemigo avanzó con la intención de poner en fuga a los defensores de la ciudad; la defensa vigorosa dirigida por Daniel H. Wells los salvó ese día, pero hubo heridos en ambos bandos; al día siguiente, que era domingo, la batalla continuó.

El 16 de septiembre, el “comité de Quincy”, que había contribuido a mantener la paz en los meses anteriores, intercedió una vez más; pero los miembros se vieron obligados a rendirse incondicionalmente a fin de salvar la vida y de tener una oportunidad de escapar cruzando el río; sólo se permitió a cinco hombres, con sus respectivas familias, quedarse para disponer de las propiedades. Los que pudieron irse cruzaron el río sin provisiones ni ropa extra. Al fin, el populacho invadió la ciudad, saqueó las casas y profanó el templo; algunos miembros que no habían podido escapar recibieron golpes o fueron lanzados al río por la chusma.

Esparcidos en unos tres kilómetros a lo largo de la ribera del río, cerca de Montrose, Iowa, había campamentos de quinientos a seiscientos refugiados, menesterosos, hombres, mujeres y niños, incluso algunos que habían quedado atrás por estar demasiado enfermos para emprender el viaje. La mayoría sólo tenía frazadas o enramadas para refugiarse de los elementos, y contaba con muy poco más que maíz hervido o reseco para alimentarse; algunos murieron. El obispo Newel K. Whitney compró algo de harina y la distribuyó entre los pobres de los campamentos. Los fideicomisarios de la Iglesia acudieron a las ciudades que había junto al río, incluso la de Saint Louis, pidiendo dinero y suministros para los necesitados; pero debido a los prejuicios religiosos, sólo pudieron reunir cien dólares.

El 9 de octubre, cuando las provisiones escaseaban más, llegaron al campamento varias bandadas de codornices que se posaban en el suelo y hasta en las mesas; los hambrientos miembros lograron cazar muchas de las aves, a las que cocinaron y comieron. Para los fieles, aquélla fue una señal de la misericordia de Dios hacia el Israel moderno, tal como había ocurrido en tiempos antiguos a la casa de Israel (véase Éxodo 16:13).

Aun antes de que se enteraran de las terribles condiciones en que se hallaban los santos de Nauvoo, los líderes de la Iglesia en Iowa habían despachado una misión de rescate; y cuando se supo en Winter Quarters de la batalla de Nauvoo, se envió otro grupo de ayuda. Brigham Young dijo lo siguiente:

“Que el fuego del convenio que habéis hecho en la Casa del Señor arda en vuestro corazón, como una llama inextinguible, hasta que, ya sea vosotros mismos o alguien a quien deleguéis… vaya con su yunta inmediatamente a buscar una carga de los pobres de Nauvoo…

“…Este es un día de acción y no de discusión”.22 Los equipos de salvamento llegaron a tiempo para rescatar a los santos de la inanición y de los rigores del invierno; los miembros pobres se hallaban dispersados en varios campamentos del oeste de Iowa. Un pequeño número de ellos pudo llegar hasta Winter Quarters.

ISRAEL EN EL DESIERTO

Durante el otoño de 1846, los Santos de los Últimos Días que estaban en el Medio Oeste de los Estados Unidos, cuyo número se aproximaba a los doce mil, se prepararon para el invierno lo mejor que pudieron. La sede de la Iglesia se había establecido en Winter Quarters, en territorio indio, donde hacia fines del año residían casi cuatro mil miembros; otros dos mil quinientos se hallaban acampados en tierras de los indios “pottawattomie”, al este del río Misuri. Se calcula que había unos setecientos en Monte Pisgah, unos seiscientos en Garden Grove y por lo menos mil estaban esparcidos por otras partes del estado de Iowa; quinientos hombres formaban parte del Batallón Mormón que se hallaba en camino a California. Muchos miembros se reunieron para pasar el invierno en pueblos que había sobre el río Misisipí; en la ciudad de Saint Louis, la población mormona llegó a ser de mil quinientas personas23. Los miembros de la Iglesia jamás habían estado tan esparcidos ni alojados en tan malas condiciones. La frase “Sión en el desierto” describe acertadamente la difícil situación de la Iglesia en el invierno de 1846 a 1847.

Aun en esas condiciones, las Autoridades Generales se esforzaron por proveer a los santos un gobierno civil y religioso adecuado. En los campamentos principales se organizaron sumos consejos para supervisar los asuntos eclesiásticos y municipales: el de Winter Quarters se llamó “sumo consejo municipal”. A principios de octubre, Brigham Young dividió Winter Quarters en trece barrios, pero al poco tiempo aumentó el número a veintidós a fin de que fuera más fácil atender a las necesidades de los miembros. En noviembre el sumo consejo votó a favor de la creación de barrios más pequeños y de que “todo hombre de trabajo dé como diezmo un día de cada diez de labor en beneficio de los pobres, o pague su equivalente en dinero al obispo”24. Aunque con esa división los obispos se encargaban principalmente de las necesidades temporales de la gente, ése fue otro paso hacia el tipo de organización de barrios que existe actualmente en la Iglesia.

A fin de mejorar su bienestar económico, muchos de los miembros hacían intercambio comercial con las poblaciones del norte de Misuri y en Iowa negociando con cerdos, cereales, hortalizas y suministros para los emigrantes; algunos jóvenes se empleaban con el fin de ganar dinero para comprar esos artículos. Se esperaba que los santos combinaran sus bienes para el beneficio de todos25.

Las enfermedades y la muerte se cernían sobre los campamentos. El apresurado éxodo invernal que habían comenzado en Nauvoo a principios de año, la agotadora jornada a través de Iowa, las interminables tormentas de primavera, la escasez de provisiones, la falta de refugio adecuado, el forzado éxodo de los pobres de Nauvoo y lo insalubre del clima en las riberas del río, todo ello cobró víctimas. Durante el verano muchos de los pioneros sufrieron enfermedades causadas por la exposición a los elementos: malaria, pulmonía y tuberculosis. La falta de verduras frescas produjo una epidemia de escorbuto, dolencia a la que los santos llamaron “llagas negras”. Las enfermedades graves atacaban por igual a todos, fuera cual fuera la importancia de la persona o de la posición que ocupara, y muchos de los líderes cayeron gravemente enfermos, entre ellos Brigham Young y Willard Richards. Wilford Woodruff escribió: “Nunca he visto a los Santos de los Últimos Días en ninguna situación en la que pasaran tribulaciones tan grandes ni se debilitaran tanto como en el presente”27. Al terminar ese primer invierno en los campamentos, habían muerto más de setecientas personas28.

Sin embargo, no todo eran aflicciones, especialmente en Winter Quarters donde la vida era generalmente agradable y satisfactoria. Había reuniones de la Iglesia dos veces por semana, y los discursos de los líderes levantaban el ánimo de toda la comunidad. También se llevaban a cabo reuniones familiares. Después de terminar la ardua labor de establecerse, Brigham Young instó a los barrios a que lo celebraran con comidas y bailes. Muchas veces, las mujeres de un vecindario se reunían para preparar comida, hacer acolchados, tejer con paja, hacerse peinados, tejer, lavar la ropa y leerse cartas.

Durante todo el invierno de 1846 a 1847, continuaron los preparativos para el éxodo hacia el Oeste. Apesar de que la Iglesia y sus miembros habían sufrido lo indecible en ese año, todavía acariciaban esperanzas para el porvenir. En 1846 se aprendieron valiosas lecciones que les acarrearían grandes beneficios en el futuro.

NOTAS

  1. Citado por Willard Richards, en History of the Church, 7:593.

  2. Véase On the Mormon Frontier: The Diary of Hosea Stout, 1844–1861, ed. por Juanita Brooks; Salt Lake City: University of Utah Press, 1964, pág. 123.

  3. Elden J. Watson, Manuscript History of Brigham Young, 1846–1847; Salt Lake City: Elden Jay Watson, 1971, págs. 150–151.

  4. Mormon Songs from the Rocky Mountains, ed. por Thomas E. Cheney, reimpreso; Salt Lake City: University of Utah Press, 1981, pág. 68.

  5. Watson, Manuscript History of Brigham Young, págs. 44, 131.

  6. Véase “History of the Church”, Juvenile Instructor, 1º de octubre de 1882, pág. 293).

  7. Autobiography of Parley P. Pratt, ed. por Parley P. Pratt, Classics in Mormon Literature series; Salt Lake City: Deseret Book Co., 1985, pág. 307.

  8. Watson, Manuscript History of Brigham Young, pág. 106.

  9. Brooks, On the Mormon Frontier…, pág. 149.

  10. “Pioneer Diary of Eliza R. Snow”, Improvement Era, abril de 1943, pág. 208.

  11. Himnos, Nº 17.

  12. Pratt, Autobiography of Parley P. Pratt, pág. 308.

  13. Journal History of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 16 de julio de 1846, Departamento Histórico de la Iglesia; Salt Lake City, pág. 21.

  14. Memoirs of John R. Young, Utah Pioneer, Salt Lake City: Deseret News, 1920, pág. 19.

  15. Este párrafo se tomó de la obra de James B. Allen y Glen M. Leonard, The Story of the Latter-day Saints. Salt Lake City: Deseret Book Co., 1976, págs. 225–226.

  16. Véase de la obra de Allen y Leonard, The Story of the Latter-day Saints, pág. 227.

  17. Citado por Watson, en Manuscript History of Brigham Young, pág. 217; véase también, de B. H. Roberts, A Comprehensive History of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, Century One, 6 tomos; Salt Lake City: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1930, 3:72.

  18. Wilford Woodruff Journals, junio 26 de 1846, Departamento Histórico de la Iglesia, Salt Lake City.

  19. Watson, Manuscript History of Brigham Young, pág. 202.

  20. Watson, Manuscript History of Brigham Young, pág. 205.

  21. Wilford Woodruff Journals, 30 de abril de 1846.

  22. Journal History of the Church, 28 de septiembre de 1846, págs. 5–6.

  23. Véase, de Richard Edmond Bennett, “Mormons at the Missouri: A History of the Latter-day Saints at Winter Quarters and at Kanesville, 1846–52—A Study in American Overland Trail Migration”, dis. para el doctorado, Wayne State University, 1984, págs. 173–175.

  24. Watson, Manuscript History of Brigham Young, pág. 464.

  25. Tomado de la obra de Allen y Leonard, The Story of the Latter-day Saints, pág. 236.

  26. Citado por Hubert Howe Bancroft, en History of Utah, Salt Lake City: Bookcraft, 1964, pág. 246.

  27. Wilford Woodruff Journals, 17–21 de noviembre de 1846.

  28. Bennett, “Mormons at the Missouri…”, págs. 280–292.

pioneer parents burying a child

El monumento a Winter Quarters, que se encuentra en Omaha, Nebraska, fue dedicado el 20 de septiembre de 1936. Representa el sufrimiento de padres pioneros que tienen que enterrar a su hijito muerto. El monumento contiene la siguiente inscripción:

“Para que la lucha, los sacrificios y los sufrimientos de los fieles pioneros y la causa que ellos representaban no se olviden jamás. Con gratitud, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días erige y dedica este monumento.

“La Primera Presidencia: Heber J. Grant; J. Reuben Clark, hijo; David O. McKay

“El escultor: Avard Fairbanks, descendiente de algunos pioneros que quedaron enterrados aquí”.

Historia

Fecha

 

Acontecimientos importantes

4 de febrero de 1846

Los santos empiezan a cruzar el río Misisipí.

1º de marzo de 1846

El Campamento de Israel sale de Sugar Creek.

26 de marzo de 1846

Se reorganiza el Campamento de Israel en Chariton River.

15 de abril de 1846

Se compone la canción “¡Oh, está todo bien!” en Locust Creek.

24 de abril de 1846

Se establece Garden Grove.

16 de mayo de 1846

Se establece Monte Pisgah.

14 de junio de 1846

La primera compañía de pioneros llega al río Misuri.

1º–20 de julio de 1846

Se recluta el Batallón Mormón.

Septiembre de 1846

Se establece Winter Quarters.

Septiembre de 1846

Tienen lugar la batalla de Nauvoo y la evacuación de los santos pobres de la ciudad.

William Pitt

William Pitt, converso británico y talentoso músico, era el director de la Banda de Nauvoo, tanto por sus vastos conocimientos musicales como por la gran colección de partituras para instrumentos de viento que había llevado consigo al salir de Inglaterra. Tenía reputación de ser un flautista excelente, pero prefería el violín y otros instrumentos. Él fue uno de los tres integrantes de la banda que viajó con la primera compañía que llegó al Valle del Lago Salado.

map of Iowa

Hubo dos huellas o rutas importantes que los mormones siguieron para cruzar Iowa: la que estaba más al norte fue la que recorrieron las compañías de carros de mano en 1856; los pioneros que viajaron en 1846 siguieron la ruta del sur. La mayoría de este grupo se quedó en Richardson’s Point casi dos semanas con el fin de organizarse mejor durante un período de mal tiempo; pero, cuando llegaron a Chariton River, que estaba a unos 160 km de Nauvoo, apenas habían hecho un promedio de 3 a 5 km por día, muchos habían quedado diseminados y hasta hubo algunos que regresaron a Nauvoo. Se necesitaba una reorganización total.

La ruta que siguieron en 1846 estaba cerca del límite con Misuri, porque querían permanecer próximos a los puntos de civilización. Los líderes de la Iglesia tenían la intención de cruzar el noroeste de Misuri hasta Banks Ferry, que era un punto de reunión importante del río Misuri para los que iban hacia el Oeste, pero la hostilidad de los habitantes de la zona les hizo desistir.

Más al oeste, en Locust Creek, fue donde William Clayton compuso el himno “¡Oh, está todo bien!”. Garden Grove, que era uno de los dos puntos de establecimiento “permanentes”, estaba a mitad de camino a través del estado, a unos 230 km al oeste de Nauvoo y a aproximadamente 190 km al este del río Misuri. Los miembros llegaron a Garden Grove el 24 de abril, y el 18 de mayo Parley P. Pratt señaló Monte Pisgah como el segundo campamento permanente. Allí celebró Brigham Young sus cuarenta y cinco años el 1º de junio de 1846.

Nebraska

Iowa

Misuri

Illinois

Ruta de los pioneros mormones con carros de mano (1856)

Ruta de los pioneros mormones (1846)

Río Misuri

Winter Quarters (Florence en 1856)

Council Bluffs

Des Moines

Iowa City

Davenport

Río Misisipí

Mount Pisgah

Garden Grove

Campamento de Locust Creek

Campamento de Chariton River

Richardson’s Point

Sugar Creek

Nauvoo

William Clayton

William Clayton (1814–1879) nació en Inglaterra y fue de los primeros en aceptar el Evangelio allá, en 1837. Emigró a Nauvoo en 1840, e inmediatamente fue reconocido por su talento para escribir y para la contaduría. En 1842 pasó a ser escribiente y secretario privado de José Smith; durante toda su vida ocupó posiciones similares.

Fue registrador en el Templo de Nauvoo; y en Utah fue tesorero de ZCMI, la primera institución mercantil del estado; registrador territorial de marcas y auditor territorial de cuentas públicas. Pero se le conoce más que nada por haber registrado el 12 de julio de 1843 la revelación sobre el matrimonio plural y por haber escrito el himno “¡Oh, está todo bien!” cerca de Corydon, Iowa.

map of Iowa settlements

El primer campamento permanente que se estableció para el beneficio de los que vinieran más tarde fue Garden Grove. Samuel Bent, Aaron Johnson y David Fullmer fueron llamados para presidir el establecimiento de esa colonia.

John R. Young recuerda: “Se les mandó dividir las tierras entre los pobres gratuitamente, pero sin dar a ningún hombre más de lo que fuera capaz de cultivar. No debe haber desperdicio ni especulación”14.

Samuel Bent murió en Garden Grove el 16 de agosto de 1846.

Misuri

Monte Pisgah

Garden Grove

Lewis

Red Oak

Grove City

Redfield

Adel

Des Moines

Rising Sun

Bridgewater

Spaulding

Osceola

Chariton

Corydon

Sewal

Nishnabotna

Río Nodaway

Río Grand

Río Weldon

Arroyo Medicin

Locust

monument at Mt. Pisgah

Monte Pisgah, el segundo campamento permanente en Iowa, se estableció el 18 de mayo de 1846 y estaba presidido por William Huntington, Ezra T. Benson y Charles C. Rich. Muchos de los miembros que salieron de Nauvoo después de la salida de Brigham Young alcanzaron al campamento en ese lugar, y allí también fue donde se reclutó parte de los voluntarios para el Batallón Mormón.

Monte Pisgah se mantuvo como sitio de campamento por lo menos hasta 1852, y en una época su población llegó a ser de más de tres mil personas. Noah Rogers, que acababa de regresar de una misión a las islas de los Mares del Sur, fue la primera persona en morir y quedar enterrada allí; y hubo muchos más que fallecieron y fueron sepultados en ese lugar. En 1886 la Iglesia compró el terreno donde estaba el cementerio, y en 1888 levantó allí un monumento para marcar el sitio.

Jesse C. Little

Jesse C. Little (1815–1893) era en 1846 presidente de misión en los estados centrales de Nueva Inglaterra. Dejando provisoriamente a su familia allá, viajó a Nebraska, donde se reunió con Brigham Young y la primera compañía de pioneros a unos 115 km al oeste de Winter Quarters.

Después de entrar en el Valle del Lago Salado, regresó al Este donde continuó su servicio de presidente de misión hasta 1852, año en que volvió a Utah llevando a su familia. En 1856 recibió el llamamiento de Segundo Consejero de Edward Hunter en el Obispado Presidente, posición en la que permaneció hasta 1874.

map of Missouri River settlements

Este mapa muestra los principales establecimientos mormones en 1846 y 1847, a lo largo del río Misuri. La Gran Isla estaba hacia el oeste, en el río Platte. En 1846 había aproximadamente doce mil miembros de la Iglesia esparcidos por toda esa región; unos cuatro mil vivían en Winter Quarters.

Nebraska

Iowa

Campamento Elkhorn

Cutler’s Park

Transbordador mormón del norte

Winter Quarters

Tabernáculo de Kanesville

Council Bluffs (Miller’s Hollow Kanesville)

Campamento de Cold Spring

Council Point

Campamento del Batallón Mormón

Hyde Park

Transbordador mormón intermedio

Población de los indios “omaha”

Población de los indios “otoe-misuri”

Río Platte

Río Misuri

Población de los indios “otoe-misuri”

Transbordador mormón del sur

Jane Richards

Jane Richards (1823–1913) hizo la travesía de Iowa a fines de 1846 sin su esposo, Franklin D. Richards, que se hallaba camino a Inglaterra. El hermano Richards era entonces sumo sacerdote, pero tres años más tarde iba a ser llamado a formar parte del Quórum de los Doce Apóstoles. La hijita de ambos, de nombre Wealthy, estaba enferma y murió en Cutler Park, después de pasar semanas de sufrimiento indescriptible. La hermana Richards lo describió de esta manera:

“Hacía unos días, había pedido sopa de papas, el primer alimento por el que había demostrado algún interés desde hacía semanas. Mientras viajábamos, pasamos por un campo de papas y una de las hermanas fue a suplicar que le dieran una. La desagradable mujer que la atendió la escuchó con impaciencia mientras le explicaba nuestra situación y luego, poniéndole las manos en los hombros, la empujó fuera de la casa, diciéndole: ‘¡Yo no daría ni vendería nada a ninguno de ustedes, malditos mormones!’ Mientras los escuchaba tratando de consolar a mi pequeñita en su desilusión, me di vuelta en la cama y eché a llorar. Cuando ella me fue arrebatada, viví sólo porque no pude morir”26.

Cortesía de las Hijas de los Pioneros, Ogden, Utah

Winter Quarters plat

Una vez que se decidió la localidad donde se establecerían los cuarteles de invierno (Winter Quarters), lo primero que hubo que hacer fue la agrimensura del lugar. El plano se preparó con cuarenta y una manzanas con ochocientos veinte terrenos. Se planificó y se supervisó cuidadosamente el bosquejo de las calles y el espacio entre las construcciones.

Arroyo Turkey

Calle Cutler

Calle Cahoon

Calle Pratt

Calle Woodruff

Calle Russell

Calle Smith

Calle Joseph

Calle Hyrum

Calle Samuel

Calle Carlos

Calle Spencer

Calle Hunter

Calle Second Main

Calle First Main

(Calle Mormón)

Calle Eldredge

Calle Chase

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