Enseñar con tecnología: Motivar a los jóvenes en un mundo digital
Por Brian K. Ashton
Segundo consejero de la Presidencia General de la Escuela Dominical
¿Cómo puede la tecnología ser un aliado en lugar de un adversario en el salón de clase?
Al visitar los barrios y las estacas de toda la Iglesia, los maestros y los líderes de los jóvenes a menudo preguntan: “¿Cómo evitamos que los dispositivos digitales sean una distracción en la clase?”. Al mismo tiempo, muchos de los mejores maestros de jóvenes que he observado comienzan sus clases con la frase: “Saquen el teléfono y busquen…”. En consecuencia, me gustaría compartir algunas cosas que aprendí sobre cómo ayudar a los jóvenes a hacer uso de la tecnología de maneras rectas y productivas en el salón de clase del Evangelio.
Profecías acerca de la tecnología
Los profetas y los apóstoles nos han hablado sobre las bendiciones de la tecnología y nos han dicho que nuestro Padre Celestial nos ha dado la tecnología para ayudarnos a hacer avanzar Su obra a una velocidad cada vez mayor. En 1862, Brigham Young (1801–1877) enseñó: “Todo descubrimiento de la ciencia y de las artes que es realmente útil para la humanidad se ha dado por revelación directa de Dios… Se ha dado con la mira de preparar el camino para el triunfo final de la verdad, y la redención de la tierra del poder del pecado y de Satanás. Debemos aprovechar todos estos descubrimientos grandiosos… y dar a nuestros hijos el beneficio de toda rama de conocimiento útil, para prepararlos para avanzar y de modo eficaz hacer su parte en la gran obra”1.
El uso de los dispositivos digitales en actividades rectas
En mi propia vida, mi estudio del Evangelio ha mejorado mucho al utilizar las Escrituras y otros recursos de la aplicación móvil Biblioteca del Evangelio.
Nuestros jóvenes han sido preparados para estudiar, enseñar y predicar el Evangelio en la vida cotidiana y como misioneros de tiempo completo utilizando la tecnología de maneras que apenas hemos comenzado a descubrir. Debido a que el adversario trata de utilizar cada invención buena y útil para sus malvados propósitos, nos corresponde a nosotros como padres, líderes y maestros ayudar a los jóvenes a aprender a hacer uso de la tecnología de maneras rectas y productivas desde una edad temprana.
El hogar es el mejor sitio para que eso suceda. (Los padres que buscan recursos útiles pueden considerar la utilización de algunos de los materiales de la Iglesia que se incluyen en el recuadro adjunto). El salón de clase del Evangelio también ofrece importantes oportunidades para ayudar a los jóvenes a asociar sus dispositivos digitales con actividades rectas y con sentir el Espíritu Santo. Aquí se encuentran algunas maneras en las que los maestros y los líderes pueden ayudar a que eso ocurra.
Establecer expectativas basadas en principios
Establezca expectativas sobre el uso de la tecnología en el salón de clase que estén basadas en principios. Un principio clave podría ser: “Nuestro objetivo en la clase es aprender el Evangelio por medio del Espíritu Santo. Nuestro uso de los dispositivos digitales debe ayudar en esta tarea, no distraer de ella”. Eso es mucho más efectivo que una regla tal como: “No utilizamos las redes sociales durante la clase”. Esta regla envía el mensaje de que las redes sociales son malas, mientras que el principio deja abierta la posibilidad de usar las redes sociales en clase de manera apropiada, tal como acercarse a quienes no están presentes para hacerles saber que se los extraña e invitarlos a venir la semana siguiente.
Les hacemos daño a nuestros jóvenes con reglas que sugieren que una conducta es incorrecta cuando no lo es. Ello crea confusión acerca del uso de la tecnología en otros entornos y se pierde la oportunidad de enseñar la manera de utilizar la tecnología de manera adecuada. Las expectativas que establecemos con la ayuda de los jóvenes en nuestras clases deben estar de conformidad con su edad y madurez.
Aprenda sobre la tecnología
No permita que su propio miedo o falta de comprensión sobre la tecnología se interponga en el camino de posibilitar que los jóvenes usen los dispositivos digitales de manera apropiada. Un barrio informó que tuvieron una capacitación para maestros sobre cómo utilizar los dispositivos digitales para estudiar el Evangelio. Descubrieron que, a medida que los maestros mejoraban sus habilidades en el uso de la tecnología, también se entusiasmaban más con el uso de dispositivos digitales para estudiar el Evangelio y el problema de los dispositivos digitales como distracción en el aula, en gran parte, desapareció.
Haga que las lecciones sean interactivas
He descubierto que la mejor manera de ayudar a los alumnos a hacer un uso recto de la tecnología es hacer que las lecciones sean interactivas e incorporar los dispositivos digitales en el plan de la lección. Rara vez encuentro que los alumnos usan sus teléfonos celulares de manera inapropiada en las clases donde los maestros hacen preguntas inspiradas, los alumnos participan en la lección y sienten que el maestro los ama, y el Espíritu Santo está presente.
Cuando eso sucede, el maestro frecuentemente comienza la clase haciendo una pregunta inspirada y luego haciendo que los jóvenes, a menudo en grupos pequeños, encuentren la respuesta a la pregunta en las Escrituras y en las palabras de los profetas. A lo largo de la lección, el maestro hace que la clase busque las Escrituras, estudie discursos de la conferencia general, vea videos producidos por la Iglesia y analice lo que están aprendiendo. Cuanto más participen los jóvenes en el proceso de aprendizaje, mayor será la probabilidad de que utilicen sus dispositivos digitales de forma adecuada.
Encuentre un equilibrio
A medida que incorporemos la tecnología en nuestras lecciones, es importante recordar que nuestro uso de la tecnología debe ser equilibrado. Debemos tener cuidado de asegurarnos de que la tecnología no se convierta en la lección o que distraiga de sentir el Espíritu Santo.
Además, algunos alumnos no tienen dispositivos digitales y no deben sentir que se los deja fuera de la participación. Con la excepción de ver videos producidos por la Iglesia, las actividades que se pueden hacer en dispositivos digitales en el aula también se deberían poder hacer con las Escrituras impresas y con copias de las revistas de la Iglesia.
Además, hay ocasiones en las que los dispositivos digitales quizás no sean apropiados. Por ejemplo, cuando los alumnos o los maestros dan su testimonio, puede tener sentido que los maestros inviten amorosamente a los alumnos a guardar sus teléfonos celulares y sentir lo que el Espíritu les está enseñando.
Muestre paciencia
Finalmente, para algunos jóvenes, aprender a utilizar los dispositivos digitales de manera apropiada en clase puede llevar algo de tiempo. Los maestros semejantes a Cristo en cualquier salón de clase muestran paciencia y amor hacia los que están luchando con algunas dificultades.
Tecnología: una mejora, no una amenaza
El ayudar a los jóvenes a utilizar adecuadamente la tecnología los bendecirá a lo largo de sus vidas y puede mejorar nuestras clases. Como lo compartió el élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles: “La tecnología, cuando se comprende y se utiliza con un propósito recto, no necesariamente tiene que ser un peligro, sino que puede mejorar la comunicación espiritual”2.
Como Presidencia General de la Escuela Dominical, invitamos a los maestros a adoptar la tecnología en sus lecciones y a hacer todo lo posible para ayudar a los jóvenes a aprender a hacer uso de la tecnología para propósitos rectos. Si le piden ayuda a nuestro Padre Celestial en sus esfuerzos, Él responderá esas oraciones.