Preparación para la vida
Antes de ser llamado a servir
¿Cómo es servir una misión?
¿Has pensado servir en una misión? Si es así, probablemente te has preguntado cómo es. Esta es tu oportunidad de preguntar a algunos misioneros de tiempo completo (no a misioneros de verdad, pero estas preguntas son típicas):
Tú: “Hola, élderes. ¿Cómo es un día típico?”.
Misioneros de tiempo completo: “Nos levantamos temprano, a las 6:30 de la mañana. Durante las dos horas siguientes estudiamos el Evangelio y el idioma de nuestra misión. Repasamos nuestras metas para la semana y planificamos el día. Incluso pensamos en planes alternativos por si las personas no pueden acudir a las citas. Luego salimos y trabajamos todo el día, buscando personas a las que enseñar, coordinando la obra con los miembros y teniendo citas para enseñar”.
Tú: “¿Alguna vez han extrañado su hogar?”.
Misioneros de tiempo completo: “Sí, sobre todo al principio de la misión. Pero podemos escribir correos electrónicos a nuestra familia y leer los suyos una vez a la semana. Hemos descubierto que la mejor manera de superar la nostalgia es enfocarnos en nuestro trabajo”.
Tú: “¿Qué sienten al tener que hablar con extraños?”.
Misioneros de tiempo completo: “Cuando llegamos aquí era algo que nos ponía muy nerviosos, pero te acostumbras, porque lo haces todos los días. Sabemos que no todas las personas que encontramos querrán escuchar nuestro mensaje, pero algunos están interesados, así que tenemos que estar dispuestos a abrir nuestra boca en todo momento. En realidad llega a ser divertido encontrarse con personas y conocerlas”.
Tú: “¿Es difícil enseñar el Evangelio?”.
Misioneros de tiempo completo: “Sí; hacerlo bien requiere algo de práctica, pero nos entrenaron bien en el centro de capacitación misional. Tratamos de enseñar las lecciones de una manera que satisfaga las necesidades y dé respuesta a las preguntas de las personas a las que enseñamos. Estudiamos el Evangelio cada día para poder enseñarlo bien. Y, lo más importante, sentimos la guía del Espíritu. Ser apartados como misioneros es útil”.
Tú: “¿Es dura la misión?”.
Misioneros de tiempo completo: “Sí; trabajamos unas setenta horas a la semana, pero es muy gratificante. Por supuesto que nos sentimos decepcionados cuando las personas no progresan como esperamos, pero en general es una bendición ser instrumentos en las manos del Señor para ayudar a las personas a progresar espiritualmente. Tratamos de enseñar por el poder del Espíritu Santo, porque sabemos que solamente el Espíritu puede ayudar a las personas a obtener un testimonio y convertirse”.
Tú: “¿Qué pasa si no estoy seguro de tener un testimonio?”.
Misioneros de tiempo completo: “No pasa nada; ¡sigue orando y leyendo las Escrituras! Asiste a la Iglesia y a Seminario. Ve al templo si puedes. Confía en el Señor y en Sus enseñanzas. Cuantas más oportunidades tengas de sentir el Espíritu, más fuerte llegará a ser tu testimonio. En la noche de hogar, practica maneras de compartir tus creencias. Lee el Libro de Mormón. Te ayudará a poder enseñar el Evangelio”.
Tú: “¿Cómo se prepararon ustedes para la misión?”.
Misioneros de tiempo completo: Estudiamos las Escrituras, especialmente el Libro de Mormón. Conseguimos trabajo y ahorramos el dinero. Pero ojalá hubiéramos leído Predicad Mi Evangelio y hubiéramos asistido más a menudo a las clases de preparación misional. ¡Ojalá también hubiéramos aprendido a cocinar!”.
Tú: “¿Creen que yo llegaré alguna vez a ser misionero?”.
Misioneros de tiempo completo: “¡Por supuesto que sí! Hay unos setenta mil misioneros por todo el mundo. Y todo comienza con el deseo: ‘… si tenéis deseos de servir a Dios, sois llamados a la obra’ (D. y C. 4:3). Pero también requerirá algo de preparación; tienes que prepararte no solo espiritualmente, sino también a nivel económico, físico y social”.
Tú: “¿Qué más me ayudará a prepararme?”.
Misioneros de tiempo completo: “Ponte la meta de vivir el Evangelio y guardar los mandamientos lo mejor que puedas. Eso te ayudará a fortalecer tu testimonio y a ser digno de tener el Espíritu contigo. Cuando seas misionero, tendrás deseos de testificar a las personas, por experiencia propia, que el Evangelio es verdadero. Así que dedica tiempo ahora a aprender más acerca de los principios del Evangelio y a vivir esos principios en tu propia vida”.
Misioneros de tiempo completo: “También te recomendamos que leas las preguntas de las páginas siguientes. Son las que tu obispo o presidente de rama te hará cuando llenes los formularios misionales. Conocer estas preguntas ahora te ayudará a prepararte. Analízalas con tus padres y líderes de la Iglesia. Hay muchas preguntas, pero no te agobies; ¡tampoco tienes que presentarte en el centro de capacitación misional mañana! Tómate el tiempo que necesites para prepararte, a fin de que, cuando llegue tu primer día en la misión, seas digno y estés emocionado y listo para servir”.