2019
En una noche de hogar, el élder D. Todd Christofferson y otros líderes de la Iglesia comparten su experiencia al enseñar el Evangelio en casa
Septiembre de 2019


Noticias

En una noche de hogar, el élder D. Todd Christofferson y otros líderes de la Iglesia comparten su experiencia al enseñar el Evangelio en casa

El recurso Ven, sígueme ayuda a que las familias se unan y aprendan juntas las enseñanzas del Salvador Jesucristo.

Bajo la dirección del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, el 15 de febrero pasado se realizó una noche de hogar que fue transmitida a toda Centroamérica. Al Apóstol le acompañaron su esposa, Kathy; el élder Carlos A. Godoy, de la Presidencia de los Setenta, y su esposa, Mónica; el élder Juan A. Uceda, presidente del Área Centroamérica, y su esposa, María Isabel; el élder Jorge F. Zeballos, primer consejero de la Presidencia de Área, con su esposa, Carmen Gloria; y el élder Valeri V. Cordón, segundo consejero de la Presidencia de Área, acompañado de su esposa, Glenda.

La reunión se basó en preguntas hechas por élder Christofferson, las cuales fueron respondidas por las parejas.

¿Cómo pueden las reseñas de Ven, sígueme ayudar a una persona o a una familia a aprovechar más el estudio del Nuevo Testamento?

La hermana Glenda Cordón mencionó que una de las cosas que más le ha ayudado es detenerse en las preguntas de las reseñas que aparecen en el manual y meditar en cómo estas pueden aplicarse a su vida.

“A veces tomo el tiempo para meditar en una pregunta y escribo lo que siento al respecto. Me puedo dar cuenta de cómo el Espíritu me va enseñando a entender más en cuanto a la doctrina de Cristo y, sobre todo, de la vida de Jesucristo, que es la base de este nuevo estudio”.

El élder Uceda mencionó que esas preguntas son sus favoritas porque le ayudan a “profundizar más en el principio, la doctrina que estamos estudiando”.

Si una familia tiene jóvenes o niños en casa, ¿cómo pueden utilizar Ven, sígueme para preparar las lecciones o estimular conversaciones que capten la atención de cada miembro de la familia?

El élder Cordón contó la experiencia de una hermana de la Iglesia que le relató cómo su familia, en donde hay niños pequeños, estudia el programa. Ellos se concentran en mensajes muy simples y les ayudan a memorizar versículos cortos, por ejemplo: “… ninguna cosa es imposible para Dios” (Lucas 1:37).

Un día, uno de los niños de esa familia le contó una experiencia espiritual a su papá. El padre estaba asombrado cuando su hijo le dijo: “Para Dios, no hay nada imposible”.

La hermana María Isabel Uceda recomendó poner énfasis en las cosas sencillas. Cuando haya niños pequeños hay que tener crayones, lápices y láminas disponibles y enseñarles a través de la visión; es decir, hacerlos participar, aunque sean pequeños.

¿Cómo podemos usar Ven, sígueme para promover el estudio personal de cada miembro de la familia?

La hermana Carmen Gloria Zeballos contó que ellos usan el grupo de WhatsApp familiar para compartir lo que han sentido o aprendido en el estudio personal.

El élder Uceda recomendó a las familias que tienen hijos adolescentes, invitarles a buscar un tema en específico en las Escrituras, dándoles algunas ideas de qué es lo que deben buscar.

¿Qué relación deben tener nuestras conversaciones familiares acerca de las Escrituras y nuestras oraciones personales?

El élder Zeballos comentó al respecto: “El estudio, si no lleva a la acción, no tiene mucho valor; va a ser solo una acumulación de información y conocimiento. Si quiero aplicar a mi vida un punto de la doctrina o un principio que estemos estudiando, seguramente voy a tener que hacer algunos ajustes y cambios para mejorar. Y cuando llegue a hacer mi oración, yo voy a pedir eso; voy a pedir ayuda y fortaleza para perseverar en esa decisión de mejorar lo que aprendí en esa discusión del estudio de las Escrituras en familia”.

La hermana Kathy Christofferson habló de la relación entre las Escrituras y el lenguaje del Espíritu. “Cuando leemos las Escrituras con atención, empezamos a entender su lenguaje. En nuestras oraciones, el Espíritu puede dictarnos exactamente lo que debemos pedir en nuestra oración. Conforme vamos aprendiendo a reconocer el lenguaje del Espíritu, somos más sensibles a Él y comprendemos mejor la relación entre las Escrituras y las oraciones inspiradas”.

El élder Cordón enfatizó en que el objetivo de esta nueva forma de estudio es profundizar la conversión, y debe ir acompañada de una parte espiritual, que puede ser la oración. “No estamos estudiando la clase del domingo; estamos estudiando el Evangelio en el hogar y el domingo nos van a pedir que compartamos nuestras experiencias”, explicó. La oración es muy importante en ese proceso.

¿Qué consejos le daríamos a una madre soltera en cuanto a cómo disfrutar de los materiales de Ven, sígueme al mismo tiempo que ocupa dicho material para enseñar a sus hijos en el hogar?

“Primero debe prepararse ella misma a fin de estar preparada espiritualmente para cuando llegue el momento de enseñar a sus hijos”, dijo la hermana Carmen Gloria Zeballos. Por su parte, la hermana Cordón recalcó que es importante tomar en cuenta las sugerencias para enseñar que aparecen en el manual.

¿Cómo podemos ayudar a un joven o una joven que son los únicos miembros de la Iglesia en su familia, o que tienen padres que no son muy activos, a aprovechar Ven, sígueme?

El élder Zeballos contó su experiencia personal de cuando era un jovencito de 12 años que iba solo a la Iglesia. Dijo que tener buenos amigos y que las familias de sus amigos le invitasen con frecuencia a compartir el Evangelio en sus hogares fue muy significativo para él.

El caso del élder Godoy fue similar. A los 16 años iba solo a la Iglesia y esperaba muy animado esos momentos en los que podía ir a la casa de la familia de Mónica, su futura esposa, a disfrutar de las experiencias de las distintas clases del domingo.

En este mismo tema, ¿cuál podría ser el rol de los hermanos y hermanas ministrantes?

El élder Cordón sugiere involucrar al presidente de Cuórum de élderes y a la presidenta de la Sociedad de Socorro para ayudar a los miembros que asisten solos a la Iglesia. “Junto con el obispo, los líderes decidirán qué tipo de reuniones informales harán. También, en el Consejo de Barrio, se puede deliberar sobre la forma de involucrar y propiciar oportunidades para las personas que asisten solas a la Iglesia; se debe incluir a los recién conversos, y las familias de la unidad pueden invitarlos a participar en sus noches de hogar”.

Otro de los consejos fue que los hermanos y las hermanas ministrantes brinden oportunidades para que los jóvenes puedan compartir con otros lo que han aprendido.

¿Qué podemos hacer para tener la influencia del Espíritu Santo con nosotros cuando estudiamos el Evangelio juntos?

El élder Zeballos sugirió que debemos eliminar los distractores como el televisor, la música y el celular a fin de tener un ambiente propicio para invitar la compañía del Espíritu.

La hermana Carmen Gloria Zeballos mencionó que en su familia apartan un tiempo siempre a la misma hora y el mismo lugar para estudiar el Evangelio.

Es importante, subrayó élder Christofferson, leer las mismas palabras de las Escrituras, y no siempre hablar acerca de ellas o de lo que dicen. “Debemos dedicar un momento a analizar las propias palabras de las Escrituras, porque hay poder en esta palabra; es poder que trae la influencia del Espíritu”.

¿Cómo podemos llevar a la práctica estos principios en nuestra propia vida?

La hermana Mónica Godoy comentó que muchas veces, cuando estamos leyendo las Escrituras, estamos pensando en cómo se aplican a otras personas. “Yo empecé a aprender mucho más de las Escrituras cuando las empecé a aplicar a mí misma, a mi situación. Tenían más valor y significado”.

Meditar todos los días, sugirió el élder Zeballos. “Mientras estudiamos el Evangelio, el Espíritu le indicará a cada uno lo que debe mejorar; aunque todos leamos lo mismo, las indicaciones serán personales”, dijo el élder Godoy.

El élder Christofferson compartió la Escritura de Alma 37:7–8, en la que se resume el propósito de por qué estudiamos Ven, sígueme: ensanchar nuestra memoria, convencernos del error de nuestro camino y traernos al conocimiento de nuestro Dios para la salvación de nuestras almas.

“Debemos hacer de nuestros hogares santuarios de fe. Cuando la fe crece cobramos poder”, dijo. “Tenemos un santuario al cual acudir constantemente. Eso es lo que todos necesitamos hoy y en los días venideros para tener éxito y lograr los propósitos del Señor, cada uno, en nuestras vidas”, añadió.

¿Qué podemos hacer para perseverar en este nuevo curso, no perder el entusiasmo, infundir vida a nuestros convenios y profundizar nuestra devoción al Padre y a Su Hijo, Jesucristo?

“Primero, seguir con el estudio del curso; y los que no han comenzado, pueden empezar”, dijo el élder Zeballos. El élder Godoy pidió no desanimarnos y recordar que “la constancia hace la diferencia”.

El élder Cordón dijo: “Todos los que estamos leyendo y estudiando Ven, sígueme, [hemos sentido que] nuestros corazones han ardido. Hemos sentido lo que es tener a Cristo en nuestros hogares. La invitación que dejamos esta noche es que las personas puedan centrar su familia en Cristo y que no se desanimen. El profeta ha prometido muchas bendiciones, y cuando nosotros centramos nuestra vida en Cristo, sabremos que nuestra vida será diferente”.

El élder Christofferson nos recordó las promesas del presidente Russell M. Nelson y compartió su testimonio de que son verdaderas:

  • Sus días de reposo serán verdaderamente una delicia.

  • Sus hijos estarán entusiasmados por aprender y vivir las enseñanzas del Salvador.

  • La influencia del adversario en su vida y en su hogar disminuirá.

  • Los cambios en su familia serán notables y duraderos.

“Les prometo que en las Escrituras vamos a aprender, entender y reconocer la voz del Señor, la voz del Santo Espíritu. Su voz sonará familiar para nosotros. Podremos recibir Sus promesas, Sus palabras, Su guía, Su consuelo, mediante Su Espíritu. Podremos reconocer Su voz. Es mi oración que puedan disfrutar la hermosa voz y compañerismo de nuestro Señor Jesucristo y de nuestro Padre Celestial que obran por medio del Espíritu Santo. Él vive, Jesucristo vive. Estamos en Su camino, somos Sus ovejas, y Él nos va a guiar y cumplirá Sus promesas”, dijo al finalizar.

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