Voces de los Miembros
El templo: La Casa del Señor
Cuando estoy en la Casa del Señor siento una gran paz. Para mí es un lugar de refugio donde puedo conversar con el Padre y exponer todos mis problemas y pesares.
Recuerdo la ocasión en que tenía una angustia muy grande por situaciones que habían pasado en mi vida. No sabía qué hacer; oré al Padre para tener Su luz y Su guía, pero no fue hasta cuando acudí al templo que recibí la respuesta a esas oraciones. Contestó todos los deseos de mi corazón y sanó mis heridas.
Amo esta gran obra. Sé que recibimos instrucción celestial en los templos. Allí podemos realizar nuestros convenios personales y los de nuestros antepasados.