Mensaje de la Presidencia de Área
La senda de los convenios
En todas las épocas, el ser humano buscó diferentes recursos para poder trasladarse de manera segura; estos recursos son las diversas constelaciones, puntos cardinales y brújulas, entre otros.
Hoy en día es común que utilicemos un GPS que nos muestre el camino más rápido y seguro para llegar a un lugar determinado e incluso que nos ofrezca rutas alternativas ante un imprevisto.
Años atrás, me encontraba manejando en una autopista cuando recibí un aviso del GPS que debía desviarme por un posible accidente más adelante, la ruta alternativa propuesta me era desconocida, pensé unos minutos y, al ver que el tránsito fluía bien, decidí no obedecer a la indicación. El GPS indicó en varias oportunidades que debía retomar la ruta alternativa; lo hizo hasta que no hubo ninguna opción viable y se resignó a la decisión que yo había tomado de continuar. Quince minutos más tarde, me encontraba en un embotellamiento que demoró mi viaje por varias horas, lo que me llevó a lamentarme todo ese tiempo por haber hecho caso omiso a todas las advertencias que había recibido.
Espiritualmente es necesario tener referencias que nos guíen y nos permitan saber que estamos en el camino correcto. En el sueño de Lehi, la barra de hierro, un material muy firme que representa la palabra de Dios, y definida esta palabra en el nuevo testamento como viva, eficaz, más cortante que una espada de dos filos, y que discierne los pensamientos e intenciones del corazón, es una firme guía que nos lleva a través de “la senda de los convenios”. Las ordenanzas son los medios para que podamos realizar convenios con Dios, nos brindan más conocimiento y recursos para poder desarrollar nuestra vida a Su manera.
Esta senda de los convenios se inicia con fe en Jesucristo, la que nos da el ímpetu para arrepentirnos, realizar el convenio del bautismo y posteriormente hacer convenios más profundos en el santo templo. Lo más interesante de esta senda es que si hemos completado todos los convenios disponibles en la tierra, al preguntarnos qué nos falta, siempre nos quedará renovar los convenios bautismales el próximo domingo a través de la ordenanza de la Santa Cena.
Al participar cada semana de la Santa Cena y vivir dignamente, el Espíritu Santo nos ayudará con instrucciones claras y advertencias para seguir firmes en la senda de los convenios, teniendo la oportunidad de hacer ajustes cuando sea necesario.
El presidente Russell M. Nelson nos amonestó: “Manténganse en la senda de los convenios. Su compromiso de seguir al Salvador al hacer convenios con Él y luego guardar esos convenios abrirá la puerta a toda bendición y privilegio espiritual que están al alcance de hombres, mujeres y niños en todas partes […]. El fin por el que cada uno nos esforzamos es ser investidos con poder en una Casa del Señor, ser sellados como familias, ser fieles a los convenios hechos en el templo que nos hacen merecedores del don más grande de Dios, que es la vida eterna”.
El élder D. Todd Christofferson dijo: “A medida que recorremos la senda de los convenios (que va más allá de esta vida terrenal) recibimos todas las ordenanzas y convenios pertenecientes a la salvación y a la exaltación”.
Al seguir la senda de los convenios, vamos recorriendo la vida por caminos seguros y claros, evitando lugares que pondrían en riesgo nuestra integridad física, emocional y espiritual.
El élder Paul V. Johnson nos enseñó: “Cuando seguimos a Satanás, le damos poder. Cuando seguimos a Dios, Él nos da poder”.
Recibamos el poder de Dios recorriendo con paciencia y constancia la senda de los convenios, donde encontraremos mucha felicidad y logros que serán de gran impacto positivo para toda nuestra vida actual y eterna.