Liahona
¡Viajemos al templo juntos!
Agosto de 2024


Voces de los miembros

¡Viajemos al templo juntos!

En un consejo de barrio a fines de 2022, el Barrio Austral, de la Estaca Tierra del Fuego, Argentina, se puso la meta de ir al templo como unidad. Sería el primer viaje después de la pandemia que realizarían como contingente. Durante los primeros meses del año, las familias estuvieron ahorrando y trabajando horas adicionales e incluso tomando trabajos extras para poder solventar todos los gastos que el viaje requiere, incluyendo los pasajes de avión.

Los hermanos del Barrio Austral en Tierra del Fuego viven a 3000 km del Templo de Buenos Aires. La mayoría de las familias se componen de más de cuatro personas. Para poder llegar al templo más cercano se requiere de un viaje de más de dos días en autobús. Esto conlleva pasar por dos puestos fronterizos, ya que deben cruzar a Chile y volver a entrar a Argentina; en total demanda cruzar cuatro veces por puestos de aduana. Por otro lado, si se elige viajar por tierra, una parte del viaje habría que hacerla en barcaza, lo cual hace que se torne en un viaje muy largo y cansador, sobre todo para los niños. Se decidió que, aunque sería más costoso y requiriera muchos sacrificios, hacer el trayecto en avión sería la mejor opción debido a que el tiempo de viaje es de tres horas y media.

Varias familias optaron por comprar los pasajes con anticipación a medida que iban obteniendo el dinero, teniendo fe de que luego de terminar de pagar los primeros podrían posteriormente comprar el resto.

La hermana Rosa Barrios cuenta: “Como era una meta de la unidad, entre todos nos apoyábamos, nos incentivábamos y ayudábamos para que el viaje se lograra. Aunque todos los hermanos ya estábamos investidos, hicimos el curso de preparación para el templo, para ir más preparados. Fuimos veintiocho hermanos, de los cuales siete pertenecían a los hombres y a las mujeres jóvenes”.

También agregó: “Los jóvenes estaban muy entusiasmados por efectuar bautismos, hicieron muchos esfuerzos antes de viajar y se levantaban temprano en la mañana para entrar a las sesiones del bautisterio. Se sintió un espíritu muy lindo al entrar a la pila bautismal y efectuar ordenanzas con ellos. Yo pude presenciar el bautismo por mi padre, y luego fui sellada a él y a mi madre, que fallecieron hace poco. Llevamos muchas ordenanzas para efectuar. Estuvimos cinco días y no nos alcanzó el tiempo para hacer toda la obra que habíamos llevado del barrio. La meta es volver este año nuevamente. Muchas familias están entusiasmadas por ir en este próximo viaje. Pudimos fortalecernos mucho espiritualmente, sentimos que estábamos en un lugar sagrado y en presencia de nuestro Padre Celestial. Cada esfuerzo hecho para llegar hasta el templo valió la pena, pudimos unirnos más como barrio y hermanos en la fe. Cada uno de nosotros volvió sintiendo el gozo de haber trabajado por la salvación de nuestras familias eternas”.

El primer día que llegaron al hostal, se organizaron para hacer las compras de alimentos y las familias se turnaron para cocinar cada día para todos.

Muchos de los hermanos viajan únicamente cuando se viaja como contingente, ya que desconocen la ciudad y se sienten más apoyados y respaldados cuando van con los hermanos de su barrio; este tipo de viaje toma una mayor importancia al motivarlos a prepararse para visitar la Casa del Señor.

Algunos hermanos que participaron del viaje comparten sus sentimientos:

Ignacio Rodríguez, un jovencito del barrio, expresó: “Fue una experiencia muy linda y se sintió mucho el Espíritu, uno al principio no se da cuenta adonde está, pero cuando te das cuenta, no te quieres ir más. La verdad es que amo ir al templo y es un lugar muy lindo”.

Por su parte, la hermana Karina Musmano dijo: “Ir al templo y estar esa semana trabajando por nuestros antepasados junto a mis hijos y amigos fue lo más hermoso que me pasó en el año. Realmente agradezco a mi Padre Celestial que me permitió ir, llevar a mis hijos y recargar baterías espirituales, claramente quiero volver”.

La hermana Barbara Bus dijo: “Realmente este viaje me conectó más con mi Padre Celestial, con mi hija y conmigo misma, los milagros sí existen y es allí donde cobran vida. El trabajar todos juntos con un mismo propósito me ha llenado el alma, ha recargado mi lámpara”.

El presidente Russell M. Nelson dijo: “Pasar más tiempo en el templo edifica la fe. Y su servicio y su adoración en el templo los ayudarán a pensar de manera celestial. El templo es un lugar de revelación. Allí se les enseña a progresar hacia una vida celestial. Allí se acercan más al Salvador y se les concede un mayor acceso a Su poder. Allí se los guía para que solucionen los problemas de su vida, incluso los problemas más desconcertantes”.

Nota

  1. Presidente Russell M. Nelson, “¡Piensen de manera celestial!”, Liahona, noviembre de 2023.