2024
La conversión conduce a una familia eterna
Septiembre de 2024


Artículo de los líderes del Área Caribe

La conversión conduce a una familia eterna

Cuando llegué al campo misional, mi primera área fue Juana Saltitopa, en la Estaca Los Alcarrizos, en la República Dominicana. Con poco conocimiento del idioma español, mi compañero y yo trabajamos con entusiasmo y buenas intenciones para encontrar, enseñar y bautizar.

Durante mi primera semana en el área, conocí a Carlos y Arleny. Carlos había estado asistiendo a la iglesia durante mucho tiempo, pero generalmente iba solo o con uno o dos de sus tres hijos pequeños. Su esposa no estaba interesada en la Iglesia. Carlos tenía un hermano que servía como obispo en un barrio en Nueva York, en los Estados Unidos, quien lo motivaba y alentaba a seguir asistiendo a las reuniones. Carlos tenía la esperanza de que algún día su esposa también aceptara el mensaje de la restauración del verdadero Evangelio de Jesucristo.

Como misioneros, mi compañero y yo luchamos por ayudar a Arleny a desarrollar un testimonio lo suficientemente fuerte del Evangelio como para desear ser bautizada. Le enseñamos todas las lecciones y a menudo leímos el Libro de Mormón con ella. Lo que más ayudó fue el apoyo de una familia activa en la Iglesia que vivía cerca. Siempre nos acompañaban en nuestras visitas con Carlos y Arleny y daban fuertes testimonios de Jesucristo y de cómo el Evangelio es una bendición para las familias.

Un día llegamos a la casa de la pareja, acompañados por la familia que habían forjado una amistad. Durante la lección, Arleny se dio cuenta de que no podía seguir negando la veracidad del mensaje de Jesucristo y que quería ser bautizada inmediatamente. En las siguientes dos semanas, Carlos y Arleny se casaron y se prepararon para su bautismo. Arleny llamó al hermano de Carlos, que vivía en los Estados Unidos, y le dio la buena noticia de su decisión de ser bautizada. El hermano compró un boleto y voló desde Nueva York a la República Dominicana para bautizar a la pareja el 17 de diciembre de 2022. Al día siguiente, fueron confirmados miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y estaban rodeados de sus muchos amigos de la Iglesia.

Durante mi misión, siempre mantuve contacto con Carlos y Arleny. Se les dio llamamientos y sirvieron con gran fe y dedicación al Señor. Los miembros continuaron visitándolos y ayudándolos a prepararse para ser sellados como una familia eterna. Catorce meses después de su bautismo me dijeron que iban a ser sellados en el templo el 16 de marzo de 2024, junto con sus tres hijos.

Pude acompañarlos mientras recibían sus investiduras y apoyarlos durante la ceremonia de sellamiento. Fue una alegría ver a casi todos los miembros investidos del barrio que habían apoyado a Carlos y a Arleny a lo largo de su camino en el Evangelio asistir al templo con ellos. Fue un día inolvidable. Pude sentir fuertemente al Espíritu Santo durante la ceremonia.

¡Qué bendición es tener la esperanza de que nuestras familias puedan ser eternas a través de la Expiación de Jesucristo! Me di cuenta de la importancia de las familias en el plan de Dios y de lo importante y necesario que son los miembros en la obra misional.