“Lección 15 — Material de preparación para la clase: El plan del Padre Celestial y nuestro potencial divino”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019
“Lección 15 — Material de preparación para la clase”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro
Lección 15 — Material de preparación para la clase
El plan del Padre Celestial y nuestro potencial divino
El profeta José Smith declaró: “El gran plan de salvación es un tema que debería ocupar nuestra atención estrictamente y estimarse como uno de los mejores dones que del cielo ha venido al género humano” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 219–220). Por medio de la revelación y las visiones, José Smith llegó a comprender el plan de Dios para Sus hijos en formas que cambiarían la vida de millones de personas de todo el mundo. Esta lección puede ayudarte a entender mejor quién eres y cuál es tu potencial divino.
Sección 1
¿Cómo han influido en mi vida las verdades restauradas sobre el plan de salvación de Dios?
Imagina que eres un nuevo converso a la Iglesia restaurada del Señor en la época de José Smith. Tu visión del plan del Padre Celestial habría sido incompleta. Si te hubieran educado como cristiano, quizás habrías tenido creencias similares a las siguientes: (1) Dios, Jesús y el Espíritu Santo son un solo Dios, sin cuerpo, partes o pasiones; (2) los seres humanos no existían antes de esta vida y fueron creados de la nada por Dios; y (3) Dios es incognoscible y misterioso, y la idea de que los seres humanos sean Sus hijos es solo una metáfora.
Por revelación, José Smith y los primeros santos llegaron a entender la naturaleza de nuestro Padre Celestial y Su plan divino de salvación. Piensa en lo que deben haber sentido al aprender algunas de las verdades restauradas que atesoramos en la actualidad sobre el plan de nuestro Padre Celestial.
Gran parte de la comprensión de José del plan de salvación llegó mediante su trabajo con el Libro de Mormón y su traducción inspirada del Antiguo y el Nuevo Testamento. Mientras traducía el libro de Génesis en 1830, el profeta José se enteró de que Moisés fue llevado a una montaña alta y que allí se le mostró la amplitud de las creaciones de Dios. Esta revelación es lo que ahora conocemos como el primer capítulo del libro de Moisés en la Perla de Gran Precio. El Señor le dijo a Moisés que era un hijo de Dios. Dios también enseñó una importante verdad que se encuentra en Moisés 1 sobre el propósito de Su obra.
Estudia a fin de prepararte para la clase
Lee Moisés 1:37–39.
Al hablar de la inmortalidad y la vida eterna, el élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
El don de la vida eterna merece cualquier esfuerzo que hagamos para estudiar, aprender y poner en práctica el Plan de Salvación. Todo el género humano resucitará y recibirá las bendiciones de la inmortalidad; pero para obtener la vida eterna, el tipo de vida que Dios vive, vale la pena vivir el Plan de Salvación con todo el corazón, mente, alma y fuerza. (Robert D. Hales, “El Plan de Salvación: un sagrado tesoro de conocimiento que nos guía”, Liahona, octubre de 2015, pág. 33)
Fíjate que el élder Hales definió la vida eterna como “la vida que Dios vive”. Reflexiona en lo que significa para ti que la obra del Padre Celestial sea llevarte de vuelta a Su presencia para que puedas disfrutar de la inmortalidad y la vida eterna.
En una revelación recibida el 6 de mayo de 1833, José Smith escribió: “También el hombre fue en el principio con Dios” (Doctrina y Convenios 93:29). La traducción de José del libro de Abraham, que se publicó en 1842, proporcionó una mayor comprensión de nuestra vida preterrenal y de nuestras posibilidades en la vida venidera.
Estudia a fin de prepararte para la clase
Lee Abraham 3:22–26.
Medita a fin de prepararte para la clase
¿Cómo crees que influyó el conocimiento de la vida preterrenal y de nuestro propósito en la vida terrenal en los primeros santos? ¿Cómo influye este conocimiento en tus pensamientos, decisiones y acciones hoy en día?
Sección 2
¿Qué enseñanzas sobre el carácter de Dios se restauraron al profeta José Smith?
En 1844, pocos meses antes de su muerte, José Smith habló en la que sería su última conferencia. Su amigo, King Follett, había fallecido recientemente en un accidente y su familia le pidió a José que hablara en el funeral. José enseñó audazmente sobre las características de Dios y nuestro potencial para llegar a ser como Él. En lo que se conocería como el discurso del funeral de King Follett, José declaró:
No son sino pocos los seres en el mundo que entienden correctamente la naturaleza de Dios […]. Si los hombres no comprenden la naturaleza de Dios, no se comprenden a sí mismos […].
¡Dios una vez fue como nosotros ahora; es un hombre glorificado, y está sentado sobre Su trono allá en los cielos! […] [S]i lo vieran hoy, lo verían en la forma de un hombre, así como ustedes […].
Cuando entendemos la naturaleza de Dios, y aprendemos cómo acercarnos a Él, entonces Él empieza a manifestarnos los cielos y a explicar todas las cosas […].
… Dios, hallándose en medio de espíritus y gloria, porque era más inteligente, consideró propio instituir leyes por medio de las cuales los demás podrían tener el privilegio de avanzar como Él lo había hecho. La relación que entre Dios y nosotros existe nos coloca en una situación tal, que podemos ampliar nuestro conocimiento […].
Esta, pues, es la vida eterna: conocer al único Dios sabio y verdadero; y ustedes mismos tienen que aprender a ser dioses, y a ser reyes y sacerdotes [y reinas y sacerdotisas] de Dios […] al avanzar de un pequeño grado a otro, y de una capacidad pequeña a una mayor; de gracia en gracia, de exaltación en exaltación. (Enseñanzas: José Smith, págs. 42–43, 221, 233)
Nota: El discurso completo del funeral de King Follett se puede encontrar en “Conceptos mormones clásicos: Discurso en los funerales de King Follett”, Liahona, abril de 1972, págs. 9–13; Liahona, mayo de 1972, págs. 8–12.
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha enseñado:
En todo eso, el propósito de Dios es que nosotros, Sus hijos, podamos experimentar el gozo supremo, estar con Él eternamente y llegar a ser como Él es. (D. Todd Christofferson, “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo”, Liahona, mayo de 2011, pág. 97)
Escribe a fin de prepararte para la clase
Responde a las siguientes preguntas en tu diario o en el espacio proporcionado: ¿Qué verdades has encontrado en el discurso de José Smith en el funeral de King Follett? ¿Cómo influyen esas verdades en el modo en que te ves a ti mismo y a los que te rodean y en tu relación con Dios?
Sección 3
¿Cómo puedo obtener la vida eterna en el reino celestial?
Imagina otra vez que eres uno de los primeros conversos de la Iglesia restaurada. Lo más probable es que creyeras como la mayoría de los cristianos de esa época que cuando una persona moría, iba al cielo o al infierno. Muchas personas de la época de José Smith se consideraban congregacionalistas o universalistas. Si mantenías un punto de vista “congregacionalista”, creías que solo un pequeño número de personas entraría en el cielo. Si adoptabas un punto de vista “universalista”, probablemente creías que Dios exigiría algún castigo para los pecadores pero que, con el tiempo, todas las personas irían al cielo.
En febrero de 1832, José Smith y Sidney Rigdon tuvieron una visión que nos ayudó a entender mejor la vida después de la muerte. Los dos hombres estaban trabajando en la Traducción de José Smith del Nuevo Testamento en el piso superior de la casa de John Johnson y se habían detenido a reflexionar en Juan 5:29, que trata acerca de la resurrección de los justos y la de los injustos. Varios hombres estaban en la sala con José y Sidney mientras los dos hombres tenían la visión y describían lo que veían. Esta visión, registrada en Doctrina y Convenios 76, nos ayuda a entender mejor el plan del Padre Celestial. Si lo deseas, puedes subrayar verdades de esta sección que amplíen nuestra comprensión de la vida venidera y revelen el deseo del Padre Celestial de bendecir a todos Sus hijos:
Estudia a fin de prepararte para la clase
Lee extractos de la visión, tal como se encuentra registrada en Doctrina y Convenios 76:12, 20, 40–42, 50–54, 58, 62, 65, 69–71, 74–76, 79, 81–82, 86, 89–92, 111.
Medita a fin de prepararte para la clase
¿Cómo crees que te habría afectado el conocimiento revelado en la sección 76 si hubieras sido un converso en los primeros tiempos de la Iglesia? ¿Qué podemos aprender sobre el Padre Celestial y Jesucristo por medio de esta visión?