“Lección 23 — Material de preparación para la clase: La misión profética y el martirio de José Smith”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019
“Lección 23 — Material de preparación para la clase”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro
Lección 23 — Material de preparación para la clase
La misión profética y el martirio de José Smith
Piensa en las personas de las Escrituras que estuvieron dispuestas a sacrificar su vida para hacer la voluntad del Señor. ¿Qué te enseñan tales sacrificios sobre el testimonio y la convicción de esas personas? Al estudiar la misión y el martirio del profeta José Smith, piensa en cómo han influido en tu vida sus contribuciones y legado.
Sección 1
¿Qué acontecimientos condujeron al encarcelamiento del profeta José Smith en la cárcel de Carthage?
“José y Hyrum han muerto. [John] Taylor está herido […]. Yo estoy bien”. Estas palabras forman parte de un mensaje que Willard Richards envió a Emma Smith y a otros santos de Nauvoo horas después de que José y Hyrum Smith fueran brutalmente asesinados en la cárcel de Carthage, el 27 de junio de 1844 (carta de Willard Richards, cárcel de Carthage, 27 de junio de 1844, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City). Imagínate los pensamientos y sentimientos que Emma y los santos pudieron haber tenido mientras leían estas palabras.
Las comunidades vecinas consideraban la creciente influencia política y económica de los santos como una amenaza. Para el verano de 1844, la oposición a José Smith y a la Iglesia se había intensificado grandemente. Algunas personas que se habían ido de la Iglesia conspiraban para encender a la opinión pública en contra del Profeta. Algunos ciudadanos de Illinois estaban hablando de expulsar a los santos del estado, mientras otros estaban haciendo un complot para matar al Profeta.
El 10 de junio de 1844, José Smith, que era alcalde de Nauvoo, y el consejo municipal ordenaron la destrucción del Nauvoo Expositor y de la imprenta en la cual se imprimía ese periódico. El Nauvoo Expositor era un periódico antimormón que calumniaba al Profeta y a otros santos y que promovía la anulación de la Carta Constitucional de Nauvoo. Los funcionarios de la ciudad temían que la publicación provocara que la chusma entrara en acción. Como resultado de esa medida que tomaron el alcalde y el consejo municipal, las autoridades de Illinois emitieron contra el Profeta, su hermano Hyrum y otros funcionarios civiles, una acusación infundada de disturbio. Thomas Ford, gobernador de Illinois, ordenó que los hombres fueran a juicio en Carthage, Illinois, sede del condado, y les prometió protección. José sabía que, si iba a Carthage, su vida estaría en gran peligro debido a los populachos que lo amenazaban […].
… El 24 de junio, José y Hyrum Smith se despidieron de sus respectivas familias y salieron a caballo para Carthage con otros funcionarios de la ciudad. (Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 563–564)
Completa una de las actividades siguientes o ambas:
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Mira el video “El ministerio de José Smith: Selló su testimonio con su sangre” (1:14).
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Estudia el resto de la sección 1.
En el trayecto del viaje del Profeta con otras personas hacia Carthage, él profetizó acerca de su martirio.
José y Hyrum se entregaron “voluntariamente al día siguiente a los funcionarios del condado, en Carthage. Después que habían dejado libres a los hermanos bajo fianza por la primera acusación, los acusaron falsamente de traición al estado de Illinois, los arrestaron y los encerraron en la cárcel de Carthage en espera de un juicio. Los élderes John Taylor y Willard Richards, que eran los únicos miembros de los Doce que no estaban en ese entonces en una misión, los acompañaron voluntariamente” (Enseñanzas: José Smith, pág. 564).
Sección 2
¿Qué sucedió en la cárcel de Carthage?
Completa una de las actividades siguientes o ambas:
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Mira el video “José Smith—El Profeta de la Restauración”, que muestra la escena de la muerte de José y Hyrum, desde el minuto 0:00 hasta el minuto 3:20.
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Lee el siguiente relato de Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días.
Esa tarde, el tiempo transcurrió lentamente en la cárcel de Carthage. En el calor del verano, los hombres se quitaron las chaquetas y abrieron las ventanas para dejar entrar la brisa. Afuera, ocho hombres […] custodiaban la cárcel mientras el resto de la milicia acampaba cerca. Otro guardia estaba sentado justo al otro lado de la puerta.
Stephen Markham, Dan Jones y otros más estaban haciendo diligencias para José. De los hombres que se habían quedado allí la noche anterior, solo Willard Richards y John Taylor estaban todavía con José y Hyrum. Temprano ese día, los visitantes les habían dado dos armas a los prisioneros, un revólver de seis disparos y una pistola de un solo disparo, para utilizar en caso de un ataque. Stephen también había dejado un bastón resistente al que llamaba el “golpeador de bribones”.
Para distender el ambiente y pasar el tiempo, John cantó un himno británico […].
[Poco después de que John Taylor cantara el himno por segunda vez] los prisioneros oyeron un crujido en la puerta y el estampido de tres o cuatro disparos. Willard miró por la ventana abierta y vio a un centenar de hombres debajo, con el rostro ennegrecido con barro y pólvora, tomando por asalto la entrada a la cárcel. José agarró una de las pistolas mientras Hyrum empuñaba la otra […]. Los cuatro hombres se apoyaron firmemente contra la puerta mientras el populacho subía corriendo la escalera e intentaba entrar por la fuerza.
Un tiroteo resonó en el hueco de la escalera mientras el populacho disparaba hacia la puerta […]. [U]na bala la atravesó, astillándola. Esta le pegó a Hyrum en la cara y él giró, tambaleándose y alejándose de la puerta. Otra bala le pegó en la espalda baja […].
“¡Hermano Hyrum!”, gritó José. Agarrando su pistola de seis disparos, abrió la puerta unos centímetros y disparó una vez. Más balas de mosquete volaron hacia dentro de la habitación y José disparó al azar contra el populacho mientras John [Taylor] usaba un bastón para golpear los cañones de las armas y las bayonetas que se introducían por la puerta.
Después de que el revólver de José falló dos o tres veces, John corrió hacia la ventana e intentó escalar el profundo alféizar de la ventana. Una bala de mosquete voló por la habitación y lo golpeó en la pierna, haciendo que perdiera el equilibrio. Su cuerpo se entumeció y se estrelló contra el alféizar, haciendo añicos su reloj de bolsillo a las cinco y diecisiete minutos.
“¡Me hirieron!”, exclamó.
John se arrastró por el suelo y rodó debajo de la cama mientras el populacho disparaba una y otra vez. Una bala desgarró su cadera, arrancando un trozo de carne. Dos balas más golpearon su muñeca y el hueso justo arriba de su rodilla.
Al otro lado de la habitación, José y Willard se esforzaron por apoyar todo su peso contra la puerta mientras Willard apartaba los barriles de los mosquetes y las bayonetas que tenía delante. De repente, José dejó caer su revólver al suelo y corrió hacia la ventana. Cuando se puso a horcajadas en el alféizar, dos balas le dieron en la espalda. Otra bala se precipitó a través de la ventana y penetró debajo de su corazón.
“¡Oh Señor, Dios mío!”, exclamó. Su cuerpo se inclinó hacia adelante y cayó de cabeza por la ventana.
Willard atravesó corriendo la habitación y asomó la cabeza afuera mientras las balas de plomo lo pasaban silbando. Abajo, vio al populacho apiñándose alrededor del cuerpo sangrante de José […].
José Smith, el profeta y vidente del Señor, había muerto. (Véase Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 558–561; véase también Doctrina y Convenios 135:1–2)
Sección 3
¿Cómo ha bendecido tu vida la misión profética de José Smith?
Bajo la dirección del Cuórum de los Doce Apóstoles, se escribió una declaración sobre el martirio basada en los relatos de los testigos presenciales, el élder John Taylor y el élder Willard Richards. Esta declaración ha quedado registrada ahora como Doctrina y Convenios 135.