“Lección 20 — Material de preparación para la clase: Las ordenanzas y la adoración en el templo”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019
“Lección 20 — Material de preparación para la clase”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro
Lección 20 — Material de preparación para la clase
Las ordenanzas y la adoración en el templo
El presidente Thomas S. Monson enseñó: “Somos un pueblo que edifica templos y que asiste a ellos” (“Bienvenidos a la conferencia”, Liahona, mayo de 2014, pág. 5). Al estudiar este material, considera por qué las ordenanzas del templo son una parte tan importante de la restauración del evangelio de Jesucristo en los últimos días. Determina qué puedes hacer para que la adoración en el templo sea una parte más importante de tu vida.
Sección 1
¿De qué manera puede bendecir mi vida la adoración en el templo?
En 2019, la Primera Presidencia compartió:
Cada vez que el Señor ha tenido un pueblo en la tierra que obedecía Su palabra, se le ha mandado edificar templos. Las escrituras documentan modelos de adoración en los templos desde la época de Adán y Eva, Moisés, Salomón, Nefi y otros más.
Con la restauración del Evangelio en estos últimos días, la adoración en el templo también ha sido restaurada para bendecir la vida de las personas en todo el mundo y también del otro lado del velo […]. Un templo dedicado es el lugar de adoración más sagrado sobre la tierra. (“First Presidency Statement on Temples”, 2 de enero de 2019, newsroom.ChurchofJesusChrist.org)
El primer templo que se construyó en esta dispensación fue el Templo de Kirtland, en 1836. La dedicación de ese templo inició una extraordinaria época de manifestaciones espirituales. Los fieles sintieron el Espíritu Santo y algunos hablaron en lenguas, tuvieron visiones o vieron ángeles. El acontecimiento culminante de esa ocasión fue la visita del Salvador a José Smith y a Oliver Cowdery en el Templo de Kirtland poco después de que se dedicara. En ese momento, el Salvador dijo: “he aceptado esta casa” (Doctrina y Convenios 110:7).
El 27 de marzo de 1836, José Smith ofreció una oración dedicatoria (cuyas palabras recibió por revelación del Señor) para el Templo de Kirtland. La revelación se halla en Doctrina y Convenios 109. Durante la oración, José Smith le pidió al Señor que otorgara ciertas bendiciones a aquellos que adorasen en el templo.
La hermana Jean A. Stevens, quien fue Primera Consejera de la Presidencia General de la Primaria, dijo lo siguiente sobre las bendiciones que recibimos en el templo:
Si hemos de recibir todas las bendiciones que Dios nos ofrece tan generosamente, nuestro sendero terrenal debe llegar al templo. Los templos son una expresión del amor de Dios. Él nos invita a todos a venir, a aprender de Él, a sentir Su amor, y a recibir las ordenanzas del sacerdocio necesarias para tener la vida eterna con Él. Cada convenio se hace uno a la vez. Al Señor le importa todo potente cambio de corazón, y el suyo tendrá un gran efecto en ustedes. Que al ir a Su santa casa seamos “… armados con [Su] poder […], [Su] nombre sobre [nosotros] […], [que nos rodee Su] gloria, y [Sus] ángeles [nos] guarden” [Doctrina y Convenios 109:22].
… Es mediante Su Amado Hijo, Jesucristo, que se cumple toda esperanza, toda promesa y toda bendición del templo. (Jean A. Stevens, “Hijas de Dios bajo convenio”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 117)
Sección 2
¿Por qué manda el Señor que Su pueblo edifique templos?
Incluso antes de que el Señor mandara a los santos construir un templo en Kirtland, los santos de Misuri habían dedicado un sitio para la edificación de un templo en Independence, Misuri. Más adelante, pusieron las piedras angulares para un templo en Far West, Misuri. Ambos permanecen sin terminar, debido a que los santos fueron expulsados de sus hogares y propiedades. En la conferencia de octubre de 1840, los santos aceptaron el llamado del profeta para construir un templo en Nauvoo. De nuevo, con espíritu de sacrificio, los santos comenzaron a donar mano de obra, dinero y otros recursos para ayudar con la construcción. En enero de 1841, José Smith recibió un revelación que proporcionaba más razones por las que el Señor requería que se construyera este templo. Ese consejo está registrado en Doctrina y Convenios 124. Al estudiar los siguientes versículos, considera algunas de las razones por las que el Señor nos manda edificar templos en los últimos días.
En el templo, los santos recibieron importantes ordenanzas que el Señor le había revelado al profeta, incluida la ceremonia de la investidura.
Entre esas ordenanzas [del templo] se encontraba una ceremonia llamada la investidura, basada en la ceremonia de lavamientos y ungimientos que José había dado a conocer en el Templo de Kirtland en 1836. Temiendo que le quitaran la vida antes de que el templo estuviese terminado, José Smith llamó a un puñado de hombres el 3 de mayo de 1842 para que organizasen el cuarto superior de su tienda de ladrillo rojo a fin de que representase “el interior de un templo tanto como lo permitieran las circunstancias”. Al día siguiente José administró la investidura por primera vez a un grupo de nueve hombres. (“La investidura del templo”, Temas de la historia de la Iglesia, ChurchofJesusChrist.org/study/church-history)
La ceremonia de la investidura “enseñaba verdades para la exaltación. En ella se hacía referencia a los relatos de las Escrituras sobre la Creación y el Jardín de Edén […], para guiar a los hombres paso a paso por el Plan de Salvación. Al igual que Abraham y otros antiguos profetas, ellos recibieron conocimiento que los facultaría para retornar a la presencia de Dios. Durante la ordenanza, los hombres hicieron convenios de vivir en rectitud, vivir vidas castas y servir al Señor” (véase Santos: La historia de La Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, pág. 463).
El día 28 de septiembre de 1843 [o antes], Emma Smith fue la primera mujer en recibir la investidura. La promesa de José de que las hermanas de la Sociedad de Socorro verían cómo “adelantan las bendiciones de la investidura” fue confirmada cuando Emma comenzó a ayudar a administrar la ordenanza a otras mujeres. (Jill Mulvay Derr y otras autoras, editoras, The First Fifty Years of Relief Society: Key Documents in Latter-day Saint Women’s History, 2016, pág. 10)
A pesar de que inicialmente José invitó solo a unas pocas personas a participar en la investidura, claramente se proponía extender las ceremonias del templo de manera amplia a los Santos de los Últimos Días que fuesen dignos […]. Willard Richards explicó: “No se [nos] dio a conocer nada que no se daría a conocer a todos los Santos de los Últimos Días tan pronto como estuvieran preparados para recibirlo y se dispusiese de un lugar adecuado para comunicárselo”. (“El Cuórum Ungido [‘El Santo Orden’]”, Temas de la historia de la Iglesia, ChurchofJesusChrist.org/study/church-history)
Sección 3
¿Cómo podemos yo y aquellos a quienes amo ser bendecidos por la investidura del templo?
En la Conferencia General de abril de 2019, el élder David A Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, invitó a todos los miembros de la Iglesia a estar más familiarizados con los recursos disponibles en templos.laiglesiadejesucristo.org (véase “Preparados para recibir cuanto fuere necesario”, Liahona, mayo de 2019, págs. 101–104). En esa página web podemos aprender lo siguiente sobre la investidura del templo:
La investidura es “un don”. En este contexto, la investidura del templo es literalmente un don de Dios en virtud del cual Él confiere bendiciones sagradas sobre usted [por medio de la expiación de Jesucristo]. La investidura solo se puede recibir a Su manera y en Su santo templo. Algunos de los dones que recibimos mediante la investidura del templo incluyen:
Mayor conocimiento sobre los propósitos y enseñanzas del Señor.
Poder para hacer todo lo que Dios quiere que hagamos.
Guía y protección divinas al servir al Señor, nuestras familias y los demás.
Mayor esperanza, consuelo y paz.
Bendiciones que se prometen ahora y para siempre […].
Junto con estas ordenanzas se le invitará a hacer convenios específicos con Dios. Esos convenios incluyen:
La ley de la obediencia
La ley de sacrificio
La ley del Evangelio
La ley de castidad
La ley de consagración
A su vez, Dios promete bendiciones maravillosas en esta vida y la oportunidad de regresar a vivir con Él para siempre. (“Sobre la investidura del templo”, templos.laiglesiadejesucristo.org)
El presidente Russell M. Nelson ha enseñado lo siguiente sobre la importancia espiritual de la investidura:
La investidura del templo fue dada por revelación. Por lo tanto, se comprende mejor por la revelación que se busca fervientemente con un corazón puro. El presidente Brigham Young explicó: “[Tu] investidura consiste en recibir, en la casa del Señor, todas las ordenanzas que les son necesarias, después que hayan salido de esta vida, para permitirles volver a la presencia del Padre, pasando a los ángeles que están de centinelas […], y lograr su exaltación eterna” [Discourses of Brigham Young, selección de John A. Widtsoe, 1954, pág. 416]. (Véase Russel M. Nelson, “Preparémonos para las bendiciones del templo”, Liahona, octubre de 2010, pág. 42)