“Lección 9 — Material para el maestro: Jesucristo, nuestro divino Redentor”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019
“Lección 9 — Material para el maestro”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro
Lección 9 — Material para el maestro
Jesucristo, nuestro divino Redentor
Como parte de la Restauración, a José Smith y a los santos se les enseñó de una manera precisa acerca de la naturaleza y de la misión de Jesucristo. En esta lección, los alumnos tendrán la oportunidad de profundizar su fe en el Salvador y en Su expiación, y de determinar cómo invitar Su poder más plenamente a sus vidas.
Sugerencias para la enseñanza
José Smith aprende acerca de la naturaleza de Jesucristo.
Muestre una imagen de la Primera Visión. Recuerde a los alumnos que uno de los propósitos de José Smith al orar en esta ocasión era preguntar a Dios a qué iglesia debía unirse (véase José Smith—Historia 1:13–19). Sin embargo, en su relato de la visión en 1832, José mencionó otra razón por la que se dirigió a la arboleda para orar ese día.
Invite a un alumno a leer en voz alta el primer párrafo de la sección 1 del material de preparación.
Dé a los alumnos un tiempo para que reflexionen sobre algún momento de su vida en que se hayan sentido afligidos por sus pecados y debilidades. Luego pida a los alumnos que lean en silencio los párrafos dos y tres de la sección 1 del material de preparación.
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¿Qué aprendió José acerca de la naturaleza de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo? (El Padre Celestial y Jesucristo son misericordiosos y están dispuestos a perdonar).
Explique que José y los santos continuaron aprendiendo acerca de la naturaleza de Jesucristo a través de Sus revelaciones. Muestre las referencias siguientes o escríbalas en la pizarra: Doctrina y Convenios 3:10; 38:14; 58:42; 61:2; 62:1; 64:2–4. Dé a los estudiantes un tiempo para leer algunos de los pasajes de las Escrituras y pídales que los lean como si el Señor les estuviera hablando directamente a ellos. Pídales que mediten en cuanto a la manera en que las palabras del Salvador en estos versículos les pueden ayudar a profundizar su comprensión de Su naturaleza misericordiosa y Su disposición a perdonar. Luego de que hayan leído, invite a los alumnos a compartir lo que han aprendido.
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¿Por qué piensan que es importante que comprendamos que el Padre Celestial y Jesucristo son misericordiosos y están dispuestos a perdonar?
Explique que la Primera Visión de José Smith es una de las muchas experiencias que prepararon a José para ser un testigo poderoso de Jesucristo. Recuerde a los alumnos que, según el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, José Smith es “el revelador preeminente de Jesucristo en Su verdadera función de divino Redentor” (D. Todd Christofferson, “Nacer de nuevo”, Liahona, mayo de 2008, pág. 79, cursiva agregada).
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¿Cómo han influido José Smith y la Restauración en la percepción que tienen de Jesucristo y en sus sentimientos hacia Él?
La expiación de Jesucristo es infinita y personal.
Explique a los alumnos que la salida a luz del Libro de Mormón por medio del profeta José Smith permitió al mundo comprender a Jesucristo y Su expiación de una manera que no había sido posible durante siglos. Entre los muchos pasajes de las Escrituras que nos enseñan acerca del sacrificio que el Salvador realizó por la humanidad están las enseñanzas de Alma y Amulek. Invite a los alumnos a leer en silencio Alma 34:10, 12, 14 en busca de la descripción de Amulek sobre el sacrificio expiatorio del Salvador. Pídales que compartan lo que encuentren.
Dibuje o muestre el siguiente diagrama:
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¿De qué manera es la expiación del Salvador “infinita y eterna”? (Inste a los alumnos a hacer uso de lo que han aprendido en la sección 2 del material de preparación).
Invite a los alumnos a leer en voz alta la siguiente declaración del élder Cecil O. Samuelson, hijo, quien sirvió en la Presidencia de los Setenta, y pida a la clase que presten atención a las palabras que él usó para describir la expiación del Señor:
Su expiación abarca ciertamente al mundo y a toda la gente desde el principio hasta el fin. Sin embargo, no debemos olvidar que es también intensamente personal en lo que respecta a su amplitud y totalidad, y diseñada exclusivamente para ajustarse y atender a la perfección las circunstancias personales de cada uno de nosotros. El Padre y el Hijo nos conocen mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos, y prepararon una Expiación que está plenamente proporcionada a nuestras necesidades, desafíos y posibilidades.
Demos gracias a Dios por la dádiva de Su Hijo, y gracias al Salvador por Su expiación, que es verdadera, está en efecto y nos conducirá a donde debemos y queremos estar. (Cecil O. Samuelson, hijo, “¿Qué significa para usted la Expiación?”, Liahona, abril de 2009, pág. 19)
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¿Qué palabras usó el élder Samuelson para describir la expiación del Salvador?
Agregue al diagrama la palabra personal y otras palabras que los alumnos determinen:
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¿Por qué creen que es importante recordar que, mientras que el sacrificio expiatorio del Salvador se extiende a un número infinito de personas y mundos, es también intensamente personal?
Recuerde a los alumnos que en la sección 2 del material de preparación se les ha invitado a marcar las verdades que les parecieron más importantes. Si es necesario, dé a los alumnos un tiempo para repasar los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas proféticas que marcaron en esa sección.
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¿Qué verdades les parecieron más importantes y por qué? (Exhiba esas verdades o escríbalas en la pizarra).
Luego de que los alumnos respondan, considere pedirles que reformulen (y que vuelvan a escribir) los principios desde un punto de vista personal, usando pronombres en primera persona, como yo, me y mi/mis. Las verdades podrían quedar como las siguientes: Jesucristo tomó sobre Sí mis pecados, aflicciones, dolores y tentaciones para saber cómo socorrerme. El valor de mi alma es tan grande que Jesucristo sufrió y murió para que yo pudiera arrepentirme. Jesucristo sufrió por mis pecados para que yo pudiera arrepentirme y no sufriera como Él sufrió.
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¿De qué manera comprender y creer estas verdades les ayuda a tener una mayor fe en Jesucristo?
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¿Qué pensamientos y sentimientos los invaden cuando meditan en lo que el Salvador sufrió por ustedes y en Sus razones para hacerlo?
Muestre la siguiente pregunta: ¿Qué haré para invitar el poder de Jesucristo de manera más plena a mi vida?
Conceda un tiempo a los alumnos para que mediten sobre esta pregunta con espíritu de oración y escriban la respuesta en sus diarios o cuadernos. Mientras ellos meditan, considere mencionar la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson. Pida a los alumnos que busquen consejos que les ayuden a invitar el poder del Salvador a sus vidas.
Comenzamos al aprender de [Jesucristo]. “Es imposible que [nos salvemos] en la ignorancia” [Doctrina y Convenios 131:6]. Cuanto más sabemos acerca del ministerio y la misión del Salvador [véase Doctrina y Convenios 76:40–41] —cuanto mejor comprendemos Su doctrina [véase 2 Nefi 31:2–21] y lo que Él hizo por nosotros—, más claramente sabemos que Él puede darnos el poder que necesitamos para nuestras vidas […].
Cuando dedicamos tiempo a aprender sobre el Salvador y Su sacrificio expiatorio, sentimos el deseo de participar en otro elemento clave para tener acceso a Su poder: elegimos tener fe en Él y seguirlo […].
También aumentamos el poder del Salvador en nuestra vida cuando hacemos convenios sagrados y guardamos dichos convenios con precisión. Nuestros convenios nos unen a Él y nos dan poder divino […].
Cuando el Salvador sepa que ustedes realmente desean acudir a Él —cuando Él pueda sentir que el mayor deseo de sus corazones es obtener el poder de Él en sus vidas—, serán guiados por el Espíritu Santo para saber exactamente lo que deben hacer [véase Doctrina y Convenios 88:63]. (Russell M. Nelson, “Cómo obtener el poder de Jesucristo en nuestra vida”, Liahona, mayo de 2017, págs. 39, 40, 41, 42)
Para concluir, testifique que, gracias a Su expiación, Jesucristo tiene poder para fortalecernos, consolarnos, sanarnos y brindarnos misericordia y perdón.
Para la próxima clase
Invite a los alumnos a pensar en qué tan diferentes serían sus vidas sin los profetas vivientes. Pida a los alumnos que estudien el material para la siguiente lección a fin de asistir preparados para analizar las bendiciones que se reciben al ser guiados por profetas vivientes.