“Lección 2 — Material de preparación para la clase: Fortalecer nuestro testimonio del Cristo Viviente”, Jesucristo y Su evangelio sempiterno: Material para el maestro, 2023
“Lección 2 — Material de preparación para la clase”, Jesucristo y Su evangelio sempiterno: Material para el maestro
Lección 2 — Material de preparación para la clase
Fortalecer nuestro testimonio del Cristo Viviente
Imagina el pesar y el dolor que los seguidores de Jesucristo debieron de haber sentido al verlo sufrir y morir en la cruz. Al no comprender plenamente Su misión, probablemente se sintieron confundidos y solos cuando colocaron Su cuerpo en un sepulcro. Puedes imaginar su gozo y asombro cuando, solo unos días después, lo vieron con vida. ¡Ahora podían testificar que Él es el Cristo Viviente! Al estudiar este material, piensa en tu propio testimonio del Cristo Viviente y en lo que Él significa para ti.
Sección 1
¿Qué hay de significativo en decir “Jesús es el Cristo”?
Al comienzo de Su ministerio terrenal, dos discípulos de Juan el Bautista lo oyeron decir esto de Jesús: “… ¡He aquí el Cordero de Dios!” (Juan 1:36). Ellos, cuando oyeron eso, siguieron a Jesús. Uno de ellos, Andrés, buscó a su hermano Simón Pedro y anunció: “… Hemos hallado al […] Cristo” (Juan 1:41).
La declaración de Andrés de que Jesús es el Cristo es significativa. La palabra griega correspondiente a Cristo significa “el ungido” y es el equivalente de la palabra hebrea Mesías. “Utilizado como título de un oficio, [Cristo o Mesías] denota al Rey y Libertador cuya venida esperaban ansiosamente los judíos” (Bible Dictionary, “Messiah”).
Más adelante en Su ministerio, Jesús preguntó a Sus discípulos quién pensaba la gente que era Él. Los discípulos le respondieron con los nombres de varios profetas y luego Jesús les preguntó: “… Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mateo 16:15).
En su función de Cristo, Jesús fue “el único ungido del Padre para ser Su representante personal en todas las cosas relacionadas con la salvación del género humano” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Ungido, el”). Debido a que Jesús es el Cristo, Él es el único camino y Su nombre es el único por el cual podemos ser librados de las consecuencias del pecado y de la muerte (véanse Hechos 4:12; Mosíah 3:17).
También podrías leer o escuchar “El Cristo es”, una canción escrita por el presidente James E. Faust, quien prestó servicio en la Primera Presidencia. Piensa en lo que podrías compartir en clase acerca de lo que pensaste y sentiste acerca de la canción.
Sección 2
¿Cómo pueden influir los apóstoles del Señor en mi testimonio de que Jesús es el Cristo?
En muchas partes del mundo, la creencia en la divinidad de Jesucristo está disminuyendo (véase Neil L. Andersen, “Hablamos de Cristo”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 88). Tal vez hayas sido testigo de un debilitamiento de la fe donde vives, hayas visto a un ser querido alejarse del Salvador y de Su Iglesia o hayas experimentado tu propia batalla contra la incredulidad.
La falta de creencia en Jesucristo no es exclusiva de nuestros días. Por ejemplo, aun después de que los lamanitas y los nefitas vieron notables “señales y prodigios” del nacimiento del Salvador, el pueblo pronto comenzó a “asombrarse cada vez menos […] y a no creer todo lo que habían visto y oído” (3 Nefi 2:1).
Para ayudarnos a cada uno de nosotros con nuestra creencia en Él, el Señor ha llamado Apóstoles para que sean testigos especiales de Él ante todas las personas (véanse Mateo 28:19–20; 3 Nefi 12:1; Doctrina y Convenios 107:23).
El presidente Gordon B. Hinckley enseñó:
Ellos poseen un llamamiento singular; son apóstoles del Señor Jesucristo, escogidos y comisionados por Él. Se les ha mandado dar testimonio de Su realidad viviente por el poder y la autoridad del santo apostolado (“Testigos especiales de Cristo”, Liahona, abril de 2001, pág. 5).
Sección 3
¿Cómo puede transformarse mi vida al estudiar “El Cristo Viviente”?
El 1 de enero de 2000, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles publicaron su testimonio del Salvador en un documento llamado “El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles” (disponible en LaIglesiadeJesucristo.org).
Refiriéndose a este histórico documento, el élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:
“El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles” se preparó con antelación a cuando más lo íbamos a necesitar (véase “La conferencia general: Fortalece la fe y el testimonio”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 7).
El presidente Russell M. Nelson también dijo lo siguiente:
Muchos miembros han memorizado las verdades que contiene; otros apenas saben que existe. A medida que procuran aprender más acerca de Jesucristo, los insto a estudiar “El Cristo Viviente” (“Cómo obtener el poder de Jesucristo en nuestra vida”, Liahona, mayo de 2017, pág. 40).