“Lección 13 — Material para el maestro: El don divino y la responsabilidad sagrada de la intimidad sexual”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022
“Lección 13 — Material para el maestro”, La familia eterna: Material para el maestro
Lección 13 — Material para el maestro
El don divino y la responsabilidad sagrada de la intimidad sexual
La intimidad sexual entre el esposo y la esposa es un don de Dios, ordenado para ser una parte hermosa y sagrada del matrimonio. En esta lección, los alumnos profundizarán su comprensión de las verdades eternas relacionadas con ese don divino. También evaluarán los límites o las restricciones que han establecido o deben establecer para contribuir a vivir la ley de castidad.
Nota: Debido a la naturaleza delicada de este tema, enseñe la doctrina con claridad, pero con tacto y cuidado. Es posible que tenga que modificar los métodos de enseñanza o las situaciones hipotéticas utilizadas en la lección para adaptarlas a su cultura.
Sugerencias para la enseñanza
La intimidad sexual entre el esposo y la esposa tiene como objeto ser hermosa y sagrada.
Presente la siguiente situación hipotética:
Invite a los alumnos a repasar las secciones 1 y 2 del material de preparación en busca de verdades que puedan ayudarlos a dar respuesta a la situación hipotética desde la perspectiva del Evangelio. Invite a algunos alumnos a escribir en la pizarra las verdades que encuentren. Entre las posibles verdades se hallan estas: Dios ha mandado que la intimidad sexual se exprese solo entre un hombre y una mujer que estén legalmente casados. La intimidad sexual en el matrimonio tiene como objetivo expresar amor, crear vida, y fortalecer la conexión y la unidad. La intimidad sexual es símbolo de un compromiso completo y de la unión total en el matrimonio. El cuerpo físico es una parte esencial de nuestra alma, y la forma en que lo usamos afecta nuestro espíritu y nuestro progreso eterno.
No tendrá tiempo para explorar a fondo todas esas verdades, así que concéntrese en las verdades que los alumnos estén más interesados en analizar. Algunas de las siguientes preguntas pueden ayudar a profundizar el aprendizaje de los alumnos:
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Según Génesis 2:18, 21–24, ¿qué aprendieron Adán y Eva sobre la naturaleza del amor conyugal? ¿De qué modo el esposo y la esposa pueden ser bendecidos al ver la intimidad sexual como símbolo de la fusión de “sus corazones, esperanzas, vidas, amor, familia, futuro, todo”? (Jeffrey R. Holland, “La pureza personal”, Liahona, enero de 1999, pág. 91). (Si lo desea, podría invitar a los alumnos a repasar las palabras del élder Jeffrey R. Holland que están en la sección 1 del material de preparación. Como parte del análisis, ayude a los alumnos a comprender que a medida que los cónyuges cultiven su intimidad intelectual, emocional y espiritual, su intimidad sexual será más significativa).
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¿Por qué es erróneo ver la intimidad sexual simplemente como una experiencia física que tiene como fin proporcionar placer físico? ¿De qué modo la intimidad sexual fuera del vínculo del matrimonio puede dañar emocional y espiritualmente a los que toman parte en ella? (Podría resultar útil invitar a los alumnos a repasar las palabras del élder Holland que están en la sección 2 del material de preparación).
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¿En qué forma el testimonio de Jesucristo, de Su expiación y de los propósitos divinos del cuerpo físico pueden influir en la forma en que vemos la intimidad sexual? (Considere invitar a un alumno a leer 1 Corintios 6:19–20 en voz alta antes de hacer esta pregunta).
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¿De qué manera el entender las verdades escritas en la pizarra pueden contrarrestar las actitudes negativas o las ideas basadas en el miedo relativas a la intimidad sexual?
Con la ayuda del Señor, podemos aumentar nuestra pureza personal y vivir con gozo la ley de castidad.
Invite a los alumnos a imaginar que ellos son padres de un hijo o una hija de trece años. Ellos consideran que es un buen momento para tener otra conversación con su hijo o hija sobre la ley de castidad. Conceda a los alumnos algunos minutos para explicar en grupos pequeños la forma en que enseñarían o reafirmarían la ley de castidad a su hijo o hija de trece años. Adviértales que no usen lenguaje ni metáforas que puedan infundir vergüenza, temor o confusión. Después de darles suficiente tiempo, pregunte a la clase:
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¿Cómo enseñarían de una manera que ayudara a un joven adolescente a tener sentimientos positivos sobre el don divino de la intimidad sexual y la ley de castidad?
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¿Cuáles son algunas de las enseñanzas que han aprendido al crecer que les han ayudado a ver la intimidad sexual como algo que es una parte hermosa y apropiada del matrimonio?
Invite a un alumno a leer Alma 38:12 en voz alta. Anime a los alumnos a considerar marcar las enseñanzas de Alma que reflejen el siguiente principio: Si refrenamos nuestras pasiones, podemos estar llenos de amor.
Muestre el encabezamiento y las preguntas siguientes (si lo prefiere, imprima copias y distribúyalas). Invite a los alumnos a trabajar en sus mismos grupos pequeños y a elegir dos o tres preguntas que consideren pertinentes para ellos y analizarlas.
Para finalizar la clase, invite a los alumnos a explicar en qué forma su comprensión de la intimidad sexual y la ley de castidad ha sido fortalecida por el material de preparación y el análisis de la clase.
Invítelos a repasar lo que escribieron en respuesta a la indicación “Anota tus ideas”, en la sección 3 del material de preparación y a añadir cualquier idea adicional que hayan tenido o las impresiones que hayan recibido. También podría invitarlos a pensar en cómo el Salvador ha hecho posible que superemos la tentación sexual y el pecado y tengamos relaciones sanas.
Comparta su testimonio sobre las verdades que se enseñaron hoy, y anime a los alumnos a buscar ayuda divina mientras se esfuerzan por vivir la ley de castidad.
Para la próxima clase
Mencione a los alumnos que una de las amenazas más peligrosas para nuestra pureza personal es la pornografía. Invítelos a estudiar detenidamente el material de preparación para la próxima lección en busca de cómo pueden evitar y ayudar a los demás a evitar esa amenaza.