“Lección 9 — Material de preparación para la clase: Unir a las familias por la eternidad”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022
“Lección 9 — Material de preparación para la clase”, La familia eterna: Material para el maestro
Lección 9 — Material de preparación para la clase
Unir a las familias por la eternidad
El presidente Russell M. Nelson prometió: “Su adoración en el templo y el servicio que presten allí por sus antepasados los bendecirá con mayor revelación personal y paz, y los fortalecerá en su compromiso de mantenerse en el camino de los convenios” (“Al avanzar juntos”, Liahona, abril de 2018, pág. 7). A medida que estudies esta lección, considera lo que puedes hacer para procurar más plenamente estas bendiciones para ti y cómo puedes ayudar a unir a la familia eterna de Dios al realizar las ordenanzas del templo a favor de tus antepasados fallecidos.
Sección 1
¿De qué manera me fortalecen las ordenanzas y los convenios del sacerdocio?
La verdad de que “la familia es fundamental en el plan del [Padre Celestial]” conlleva varias implicaciones profundas (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org). El presidente Joseph F. Smith enseñó en cuanto a una de esas implicaciones:
Debe haber un nexo de unión, un lazo que una los padres a los hijos y los hijos a los padres hasta que la cadena completa de la familia de Dios quede ligada en una sola, y todos lleguen a ser la familia de Dios y de Su Cristo (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph F. Smith, 2011, pág. 439).
Los profetas de los últimos días han declarado la forma en que este “nexo de unión” de familias individuales —y finalmente de la familia de Dios— se puede llevar a cabo: “Las ordenanzas y los convenios sagrados disponibles en los santos templos hacen posible que las personas regresen a la presencia de Dios y que las familias sean unidas eternamente” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”).
Esas ordenanzas y convenios sagrados del sacerdocio son más que simples tareas que cumplir. Mediante dichas ordenanzas y convenios, Dios desea concedernos el poder de llegar a ser más como Él (véase Doctrina y Convenios 84:19–22), y llegar a ser dignos de la vida eterna con Él y con nuestra familia.
En cuanto al poder de las ordenanzas y los convenios del templo, el presidente Nelson enseñó:
El fin por el que cada uno nos esforzamos es ser investidos con poder en una Casa del Señor, ser sellados como familia, ser fieles a los convenios hechos en el templo que nos hacen merecedores del don más grande de Dios, que es la vida eterna. Las ordenanzas del templo y los convenios que ustedes hagan allí son clave para fortalecer su vida, su matrimonio y su familia, y su habilidad para resistir los ataques del adversario (“Al avanzar juntos”, pág. 7).
Más adelante, dijo lo siguiente:
Quienes han sido investidos en la Casa del Señor reciben un don de poder del sacerdocio de Dios en virtud de ese convenio, junto con un don de conocimiento para saber cómo recurrir a ese poder […].
… cada vez que sirven y adoran dignamente en el templo, salen armad[os] con el poder de Dios y Sus ángeles que “los guard[an] [Doctrina y Convenios 109:22] (“Tesoros espirituales”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 77, 78).
Sección 2
¿Qué efecto puede tener en mi vida el llevar a cabo la historia familiar y efectuar las ordenanzas del templo a favor de mis antepasados fallecidos?
El Señor prometió enviar a Elías el Profeta en los últimos días para restaurar la autoridad necesaria para que las familias estén unidas eternamente.
El profeta José Smith indicó que la palabra volver tal como se utiliza en el versículo 6 “debería traducirse como ligar o sellar” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 504). La profecía de Malaquías registrada en esos versículos se cumplió en parte en el Templo de Kirtland, el 3 de abril de 1836. Ese día, Elías el Profeta se apareció a José Smith y a Oliver Cowdery y les confirió las llaves para sellar del Sacerdocio de Melquisedec (véase Doctrina y Convenios 110:13–16). En virtud de esa autoridad, las ordenanzas realizadas en la tierra pueden perdurar hasta la muerte y “lleg[ar] a tener validez en el reino de Dios” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Joseph Fielding Smith, 2013, pág. 233).
Piensa en las maneras en que la restauración de las llaves para sellar te ha bendecido. Mediante esas llaves, los esposos y las esposas, así como los padres y los hijos, pueden unirse eternamente. Dichas llaves también abren de forma milagrosa las puertas para efectuar servicio en el templo por nuestros antepasados fallecidos.
El Señor enseñó a José Smith y a otros miembros de la Iglesia de los primeros días sobre la importancia de efectuar en el templo las ordenanzas por sus antepasados fallecidos.
Al hallar los nombres de nuestros antepasados fallecidos y llevar a cabo las ordenanzas del templo a favor de ellos, nos volvemos más como el Salvador. El presidente Gordon B. Hinckley enseñó la forma en que llegamos a ser como salvadores para esos familiares:
Así como nuestro Redentor dio Su vida como sacrificio vicario por todos los hombres, y al hacerlo llegó a ser nuestro Salvador, así también nosotros, en una pequeña medida, al llevar a cabo la obra vicaria en el templo, llegamos a ser salvadores para aquellos que están en el otro lado, quienes no tienen modo de progresar a menos que los que estén en la tierra hagan algo en beneficio de ellos (“Comentarios finales”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 105).
Piensa en cómo estás dando de ti mismo cuando participas en el servicio de historia familiar y del templo.
El Señor nos promete importantes bendiciones si decidimos participar en esa obra sagrada. Mira el video “Las bendiciones prometidas de la historia familiar” (3:24) y presta atención a una o más bendiciones que desees ver cumplidas en tu vida.
Sección 3
¿Cómo puedo unir a mi familia y ayudar al Padre Celestial a unir a Su familia mediante las ordenanzas del templo?
Nuestro Padre Celestial está ansioso por ayudarte a unir a tu familia y a toda Su familia mediante las ordenanzas del templo. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó sobre un don que el Padre Celestial proporciona para apoyarnos en esa obra sagrada:
El élder Russell M. Nelson ha enseñado que el espíritu de Elías es “una manifestación del Espíritu Santo que da testimonio de la naturaleza divina de la familia” (“Un nuevo tiempo para la cosecha”, Liahona, julio de 1998, pág. 36). Esa singular influencia del Espíritu Santo impulsa a las personas a buscar los datos, documentar y valorar a sus antepasados y parientes, tanto pasados como presentes.
El espíritu de Elías surte su efecto tanto en las personas que son miembros de la Iglesia como en las que no lo son (“El corazón de los hijos se volverá”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 25).
Mira el video “Congregar a la familia de Dios” (3:33) y piensa en qué más podrías hacer para participar en el servicio del templo y de historia familiar.