“Lección 16 — Material de preparación para la clase: Obtener felicidad en la vida familiar por medio de Jesucristo”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022
“Lección 16 — Material de preparación para la clase”, La familia eterna: Material para el maestro
Lección 16 — Material de preparación para la clase
Obtener felicidad en la vida familiar por medio de Jesucristo
Reflexiona durante un minuto sobre alguna ocasión en la que hayas sentido felicidad y paz en tu vida. Mientras prestaba servicio como miembro de la Presidencia de los Setenta, el élder Richard J. Maynes enseñó: “El gozo que experimentemos en esta vida será directamente proporcional a lo bien que esta esté centrada en las enseñanzas, el ejemplo y el sacrificio expiatorio de Jesucristo” (“El gozo de vivir una vida centrada en Cristo”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 28). Al estudiar en preparación para la clase, considera cómo el establecer tu vida personal y familiar en Jesucristo y Sus enseñanzas puede brindarte mayor felicidad, paz y estabilidad, independientemente de tus circunstancias.
Sección 1
¿Cómo podemos mi familia y yo edificar un cimiento espiritual en Jesucristo?
Cuando se construye un edificio, se presta especial atención a sus cimientos y al tipo de suelo sobre el que descansará. Un cimiento seguro estabilizará el edificio y lo protegerá contra las fuerzas de la naturaleza y las exigencias del uso diario. ¿Cómo se relaciona ese concepto contigo conforme construyes tu vida personal y familiar?
El profeta Helamán enseñó a sus hijos sobre la necesidad de edificar su cimiento espiritual en Jesucristo.
Al leer la siguiente declaración del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, presta atención a cómo podemos edificar el cimiento de nuestra vida personal y familiar en Jesucristo:
Las ordenanzas y los convenios son aquellas piezas fundamentales que utilizamos para construir nuestra vida sobre el fundamento de Cristo y de Su expiación. Estamos ligados de manera segura al Salvador y con Él a medida que dignamente recibimos las ordenanzas y concertamos convenios, recordamos y honramos fielmente esos sagrados compromisos y hacemos lo mejor que podemos para vivir de acuerdo con las obligaciones que hemos aceptado. Ese vínculo es la fuente de fortaleza espiritual y la estabilidad en todas las épocas de nuestra vida (“Por tanto, calmaron sus temores”, Liahona, mayo de 2015, pág. 48).
Mientras prestaba servicio en la Presidencia de los Setenta, el élder Donald L. Hallstrom explicó lo siguiente sobre edificar en el cimiento de Jesucristo:
Todas las herramientas que necesitas para construir, reparar o fortalecer tus cimientos están a tu alcance […]. Incluyen oración la constante y de calidad; el estudio diario del Evangelio a través de las Escrituras; el participar activamente en las reuniones de la Iglesia, en especial, al tomar la Santa Cena con verdadera intención; el servicio desinteresado continuo; y la observancia diligente de los convenios.
Otra herramienta esencial es el consejo de los profetas vivientes (“Jesus Christ: Our Firm Foundation” Ensign, abril de 2016, pág. 61).
Sección 2
¿Qué bendiciones están a mi alcance y al de mi familia si decidimos edificar nuestro cimiento en Jesucristo y Sus enseñanzas?
Los profetas de los últimos días han declarado: “La felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de lograrse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org).
Cuando un grupo de personas, como una familia, deciden basar su vida en el Salvador y Sus enseñanzas, pueden experimentar grandes bendiciones. Esta es una de las razones por las que el concepto de Sion, un pueblo que es “uno en corazón y voluntad, y [que] viv[e] en rectitud” (Moisés 7:18), es tan hermoso y poderoso. Un ejemplo de este tipo de personas se puede encontrar en el Libro de Mormón. Después de que el Salvador visitó a los habitantes de América, la gente se comprometió colectivamente a vivir Sus enseñanzas.
Sección 3
¿Qué obstáculos pueden impedir que mi familia y yo edifiquemos un cimiento en Jesucristo?
El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, abordó las formas en que el adversario intenta impedir que edifiquemos nuestra vida en el Salvador y Sus enseñanzas:
Satanás y sus huestes harán todo lo posible para impedir que obtengas las ordenanzas necesarias para la familia ideal. Él intentará distraerte para evitar que concentres tu mente y corazón en criar una familia fuerte al enseñar a tus hijos como el Señor lo requiere […].
Satanás tiene un arma poderosa que usa contra la gente buena: la distracción. Él trata de que la gente buena llene su vida de “cosas buenas” para que no haya lugar para las importantes (véase “Primero lo más importante”, Liahona, julio de 2001, pág. 7).
Piensa en algunas “cosas buenas” que has visto que distraen a las personas de concentrarse en lo que es esencial en su vida personal o familiar.
Algunos de nosotros podríamos tener tradiciones o prácticas culturales o familiares que nos impidan edificar nuestro cimiento firmemente en Jesucristo y Su evangelio (véase Doctrina y Convenios 93:39). El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó:
Para ayudar a los miembros de todo el mundo, la Iglesia nos enseña que dejemos de lado cualquier tradición o práctica personal o familiar que sea contraria a las enseñanzas de la Iglesia de Jesucristo y a esa cultura del Evangelio (“La cultura del Evangelio,” Liahona, marzo de 2012, págs. 22–23).
Considera qué otros obstáculos podrían estar impidiendo que tú o tu familia edifiquen más plenamente sus cimientos en el Salvador.
Después de hablar sobre el trabajo que estaba realizando el equipo de construcción para fortalecer y renovar los cimientos y la estructura del Templo de Salt Lake, el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, sugirió lo siguiente:
Una mirada introspectiva podría revelar que también nosotros y nuestra familia podríamos beneficiarnos de realizar una labor de mantenimiento y renovación necesarios, ¡e incluso mejoras antisísmicas! Podríamos iniciar ese proceso preguntándonos:
“¿Cómo son mis cimientos?”.
“¿Cuáles son los componentes de las piedras angulares de paredes gruesas, estables y fuertes que forman parte de mis cimientos personales, en los que se apoya mi testimonio?”.
“¿Cuáles son los elementos fundacionales de mi carácter espiritual y emocional que nos permitan, a mí y a mi familia, permanecer firmes e inamovibles, e incluso resistir los impactantes y tumultuosos terremotos que con certeza tendrán lugar en nuestra vida?” (“Un buen fundamento para [el tiempo que está] por venir”, Liahona, mayo de 2020, pág. 50).