“Lección 3 — Material para el maestro: Nuestra naturaleza y destino divinos”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022
“Lección 3 — Material para el maestro”, La familia eterna: Material para el maestro
Lección 3 — Material para el maestro
Nuestra naturaleza y destino divinos
Somos amados hijos e hijas de padres celestiales, con potencial divino. En esta lección, los alumnos examinarán la forma en que el entender su naturaleza divina puede influir en su relación con Dios y en cómo se ven y se tratan a sí mismos y a los demás. Los alumnos también determinarán cómo pueden utilizar el conocimiento de su naturaleza y destino divinos para que influya en las decisiones que toman.
Sugerencias para la enseñanza
Somos amados hijos e hijas procreados como espíritus por padres celestiales
Como parte del devocional de la clase, considere cantar un himno como “Oh mi Padre” (Himnos, nro. 187) o “Soy un hijo de Dios” (Himnos, nro. 196).
Para empezar la clase, podría invitar a los alumnos a compartir frases del himno de apertura que les hayan enseñado en cuanto a Dios y en cuanto a sí mismos; o bien, podría mostrar a los alumnos una fotografía de sus padres o de alguna persona que haya ejercido una influencia positiva en usted mientras crecía. Hable de algunas características físicas o rasgos de personalidad que considere que heredó de ellos. Pida a algunos alumnos que compartan algo que hayan heredado o aprendido de sus padres o de otra persona.
Ponga a la vista en la pizarra la siguiente declaración de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (LaIglesiadeJesucristo.org): “Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza […] divin[a]”.
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¿Qué les llama la atención de esta declaración, y por qué? (Podría ser conveniente recurrir a la sección 1 del material de preparación a fin de ayudar a los alumnos a entender más profundamente esta verdad).
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¿Qué más nos han ayudado los profetas a saber en cuanto a Dios y nuestra relación con Él? ¿Y qué nos enseña ese entendimiento en cuanto a nosotros mismos? (Podría ser conveniente conceder a los alumnos un par de minutos para repasar la sección 1 del material de preparación antes de que compartan sus respuestas a estas preguntas).
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¿En qué forma el entender que son hijos de Dios puede influir en la manera en que le adoran?
Dependiendo del tamaño de su clase, organice a los alumnos en grupos pequeños para analizar sus respuestas a las siguientes preguntas (los alumnos tuvieron la oportunidad de anotar algunas de sus ideas sobre una o más de estas preguntas al estudiar el material de preparación):
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¿En qué forma el entender nuestra naturaleza divina influye en la forma en que nos tratamos a nosotros mismos y a los demás? ¿En qué ocasiones han tenido alguna experiencia en la que hayan sido capaces de ver más allá del comportamiento o actitud ofensivos de alguien y ver su naturaleza divina?
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¿Qué ejemplos de la vida del Salvador muestran que Él entendía la naturaleza divina de los demás? ¿De qué maneras podrían emularlo mejor en la forma en que tratan a los demás?
Repasen juntos o pida a un alumno que relate la experiencia de la interacción que Moisés tuvo con Dios y luego con Satanás, según se registra en Moisés 1:4–6, 12–16 (véase la sección 2 del material de preparación).
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¿Qué podemos aprender de la experiencia de Moisés? (Entre otras verdades, los alumnos podrían reconocer la siguiente: Entender nuestra naturaleza divina puede investirnos de poder y protegernos contra el adversario).
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¿Por qué piensan que comprender nuestra naturaleza divina nos puede investir de poder contra el adversario?
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¿De qué manera podrían ayudarse a sí mismos a recordar quiénes son cuando Satanás trate de convencerlos de lo contrario? (Si lo desea, invite a los alumnos a buscar un ejemplo en el relato del élder Brian K. Taylor al que se hace referencia en la sección “¿Desea saber más?”, del material de preparación).
Ponga a la vista la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson:
[M]i primera recomendación es que sepan por ustedes mismos quiénes son en verdad. Pregunten a su Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo, qué siente Él en cuanto a ustedes y su misión aquí en la tierra. Si piden con verdadera intención, con el tiempo, el Espíritu les susurrará la verdad que cambiará su vida. Anoten esas impresiones, léanlas a menudo y síganlas al pie de la letra (“Vivan como verdaderos milénicos”, Liahona, octubre de 2016, pág. 49).
Conceda a los alumnos algunos minutos para meditar y reflexionar en silencio en lo que el Señor desea que hagan para entender mejor su propia naturaleza divina y la de los demás. Podría alentarlos a orar en privado como el presidente Nelson recomendó, y a anotar, ahora y a lo largo del tiempo, cualquier impresión que reciban.
Cada uno de nosotros tiene un destino divino
Cambie la última parte de la declaración de la proclamación sobre la familia que está a la vista en la pizarra a fin de añadirle “y un destino”, de manera que diga: “una naturaleza y un destino divinos”.
Invite a un alumno a leer en voz alta Romanos 8:16–17 y al resto de la clase a que siga la lectura en silencio para determinar lo que el apóstol Pablo enseñó sobre nuestro destino divino.
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¿Qué les enseña ese pasaje de las Escrituras en cuanto a lo que su Padre Celestial y el Salvador desean para ustedes? (De ser necesario, ayude a los alumnos a entender lo que significa ser “coherederos con Cristo”. En la sección 3 del material de preparación se encuentra una explicación).
Si lo desea, podría pedir a un alumno antes de la clase que se prepare para resumir la declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf que se halla en la sección 3 del material de preparación, así como para compartir sus sentimientos al respecto.
Conceda tiempo a los alumnos para reflexionar en las siguientes preguntas y aliéntelos a anotar cualquier impresión que reciban:
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¿De qué manera el conocimiento de su naturaleza y destino divinos puede dar forma a las decisiones que toman actualmente?
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¿Cómo cambia la declaración del presidente Uchtdorf la forma en que ven los pasos tambaleantes como de niñito que ustedes dan? ¿En qué formas pueden invitar al Señor a ayudarles a seguir avanzando?
Invite a algunos alumnos a compartir sus ideas o testimonios sobre lo que aprendieron en esta lección.
Para finalizar, usted podría compartir la diferencia que ha marcado en su vida el saber sobre su naturaleza y su destino divinos. Anime a los alumnos a buscar formas de recordar quiénes son, quiénes son los demás, y de tratarse a sí mismos y a otras personas en consecuencia.
Para la próxima clase
Considere pedir a los alumnos que piensen en el lugar que la familia ocupa en el plan del Padre Celestial. Al estudiar el gran plan que Dios tiene para las familias, aliente a los alumnos a considerar cuán fundamentales son sus familias en sus propios planes para la vida.