“Lección 20 — Material de preparación para la clase: Las responsabilidades sagradas de los padres”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022
“Lección 20 — Material de preparación para la clase”: La familia eterna: Material para el maestro
Lección 20 — Material de preparación para la clase
Las responsabilidades sagradas de los padres
El Padre Celestial ha establecido para Sus hijos las responsabilidades de “presidir la familia con amor y rectitud y […] de proveer las cosas necesarias de la vida” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, LaIglesiadeJesucristo.org). Al estudiar esta lección, piensa en cómo has sido bendecido por padres y otros hombres que han procurado cumplir con estas sagradas responsabilidades.
Nota: En esta lección, nos centraremos en la responsabilidad de proteger. Los temas de presidir y proveer se trataron en lecciones anteriores.
Sección 1
En sus esfuerzos como padres, ¿cómo pueden los hombres seguir el modelo del Padre Celestial y de Jesucristo?
Mientras prestaba servicio en la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, la presidenta Linda K. Burton habló sobre algunos desafíos que afrontan los hombres:
Para los hombres del convenio debe ser difícil, en el mejor de los casos, vivir en un mundo que no solo minimiza su función y sus responsabilidades divinas, sino que también envía mensajes falsos de lo que significa ser “un hombre de verdad”. Un falso mensaje es: “lo que importa soy yo”. En el otro extremo está el burlón y degradante mensaje de que los esposos y los padres ya no son necesarios. ¡Les ruego que no escuchen las mentiras de Satanás! Él ha renunciado a ese privilegio sagrado de convertirse en esposo y padre. Debido a que está celoso de quienes tienen los sagrados privilegios que él nunca tendrá, ¡su intento es que “todos los hombres sean miserables como él” [2 Nefi 2:27]! (véase “Ascenderemos juntos”, Liahona, mayo de 2015, pág. 30).
Podemos resistir los mensajes falsos sobre la paternidad si miramos al Padre Celestial como el ejemplo perfecto de la paternidad recta. El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
Nuestro Padre Celestial es la expresión perfecta y divina de la paternidad. Su carácter y atributos incluyen una bondad abundante y un amor perfecto. Su obra y Su gloria son el desarrollo, la felicidad y la vida eterna de Sus hijos [véase Moisés 1:39]. En este mundo caído, los padres no pueden reclamar ser nada comparable a la Majestad de lo Alto, pero al menos se esfuerzan por emularlo y, de hecho, trabajan en Su obra. Se los honra con una confianza extraordinaria y aleccionadora (“Padres”, Liahona, mayo de 2016, pág. 94).
Asimismo, del ejemplo de Jesucristo aprendemos principios de la paternidad recta. Cuando renacemos espiritualmente, Él se convierte en el Padre de nuestra nueva vida (véanse Mosíah 5:7; Éter 3:14; Doctrina y Convenios 25:1).
Sección 2
¿De qué manera el ser un padre amoroso y plenamente presente puede ser útil para que los padres protejan a sus familias?
El presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que la responsabilidad del padre de proteger a su familia incluye tanto a la protección física como a la espiritual:
Dios y Sus profetas esperan que el padre no solo provea para su familia, sino que también la proteja. En este mundo abundan muchas clases de peligros; por lo que es importante contar con protección física contra los peligros naturales, así como contra los humanos. Además, nos circundan los peligros morales que acechan a nuestros hijos desde sus primeros años. El padre desempeña una función vital en la protección de sus hijos contra tales trampas (véase “Las sagradas responsabilidades del ser padres”, Liahona, marzo de 2006, pág. 14).
Para explicar más ampliamente las formas en que los padres pueden proteger a sus hijos, el presidente Howard W. Hunter enseñó:
Un padre recto y justo protege a sus hijos dándoles de su tiempo y su presencia en las actividades y los deberes sociales, escolares y espirituales de ellos. Las tiernas expresiones de amor y de cariño hacia los hijos son tanto la responsabilidad del padre como de la madre. Díganles a sus hijos que los quieren (El ser marido y padre con rectitud”, Liahona, enero de 1995, pág. 57).
Ser un padre cariñoso y completamente presente requiere un esfuerzo concienzudo y constante. Considera lo que puedes aprender del siguiente ejemplo del presidente Russell M. Nelson:
Mi trabajo es apoyar a mi esposa e hijos, no al revés […]. Cuando estás en casa, estás en casa. Deja atrás el tumulto del día. Bríndales el cien por ciento de tu atención cuando estés allí. Solía decirme a mí mismo: “No entres en esa casa hasta que puedas bendecir la vida de tus hijos y tu esposa” (en Vivian S. Lee, “Elder Russell M. Nelson, M.D., ’47”, Good Notes [blog], University of Utah Health, 12 de septiembre de 2014, uofuhealth.utah.edu/notes).
La influencia positiva del padre en sus hijos puede tener efectos notables en su desarrollo. Por ejemplo, la investigación sugiere que un padre cariñoso y que se interesa en sus hijos puede:
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Fomentar el desarrollo del autorrespeto, el autocontrol, la tolerancia al estrés y el sentido de género (aquí se refiere al sexo biológico al nacer) entre sus hijos e hijas.
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Aumentar la probabilidad de que sus hijos sean emocionalmente seguros y confiados, y formen mejores relaciones con los demás.
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Disminuir la prevalencia de la pobreza infantil, la delincuencia y el consumo de drogas (véase James E. Faust, “Los padres, las madres y el matrimonio”, Liahona, agosto de 2004, págs. 3–7).
La influencia protectora del padre es un poderoso complemento de la influencia protectora esencial de la madre. Como compañeros iguales en el matrimonio, las esposas y madres comparten la responsabilidad de proteger a sus familias. Los esposos y las esposas pueden trabajar y deliberar juntos en el cumplimiento de este deber sagrado.
La función de la paternidad y la sagrada responsabilidad de proteger se aplican a todos los hijos del Padre Celestial en virtud de su naturaleza y destino divinos eternos. Aunque los hombres cumplen esta responsabilidad principalmente dentro de su familia inmediata, también pueden cumplir con esta responsabilidad en otros entornos. Considera los ejemplos de Jetro con su yerno Moisés (véase Éxodo 18) y de Helamán con los jóvenes guerreros (véase Alma 56–57). ¿Qué otros ejemplos de las Escrituras se te ocurren?
Sección 3
¿Cómo pueden la revelación divina y el poder del sacerdocio ayudar a los padres a proteger a sus familias?
De una experiencia de José de Nazaret, podemos aprender un principio importante sobre cómo proteger a nuestras familias.
La revelación también puede ayudar a los padres de nuestros días a proteger y bendecir a sus familias. Como aconsejó el presidente Ballard: “El padre debe buscar constantemente la guía del Espíritu Santo a fin de saber cómo obrar y qué decir, y también qué no hacer ni decir” (“Las sagradas responsabilidades del ser padres”, pág. 14).
Los hombres que guardan los convenios de Jesucristo tienen otro don sagrado del que se pueden valer para proteger a sus familias. Al dirigirse a los hombres, el presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó acerca de este don:
Se les ha dado el poder del sacerdocio directamente del Señor para proteger su hogar. Habrá ocasiones en que el único escudo que haya entre su familia y la malicia del adversario será ese poder (“El poder del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2010, pág. 9).
El presidente Nelson enseñó a los hombres cómo pueden aumentar el poder del sacerdocio para proteger a sus familias:
Centren su atención en el arrepentimiento diario como una parte tan integral de su vida que puedan ejercer el sacerdocio con más poder que nunca. Esa es la única forma de mantenerse ustedes mismos y a su familia a salvo espiritualmente en los difíciles días venideros (“Podemos actuar mejor y ser mejores”, Liahona, mayo de 2019, pág. 69).