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Lección 28 — Material de preparación para la clase: Sentir esperanza para edificar una familia eterna


“Lección 28 — Material de preparación para la clase: Sentir esperanza para edificar una familia eterna”, La familia eterna: Material para el maestro, 2022

“Lección 28 — Material de preparación para la clase”, La familia eterna: Material para el maestro

una familia camina frente a un templo

Lección 28 — Material de preparación para la clase

Sentir esperanza para edificar una familia eterna

Piensa en lo que has aprendido y experimentado en tu estudio de la familia eterna durante este curso. ¿De qué modo han influido esas enseñanzas en tu testimonio, deseos y acciones? Conforme estudies esta lección final, considera lo que el Señor tal vez quiera que hagas para que puedas vivir con mayor esperanza a medida que te esfuerces por edificar y fortalecer a tu propia familia eterna.

Sección 1

¿Por qué puedo tener esperanzas de edificar una familia eterna?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, enseñó que podemos tener esperanzas de edificar una familia eterna amorosa:

Presidente Henry B. Eyring

Todos anhelamos el gozo de vivir en familias amorosas. Para algunos de nosotros, ese es un sentimiento que no hemos experimentado; un sentimiento que sabemos que es posible pero que todavía no se ha hecho realidad. Tal vez lo hayamos visto en la vida de otras personas. Para otros, el amor familiar se ha hecho más real y preciado cuando la muerte nos ha separado de un hijo, una madre, un padre, un hermano, una hermana o un amoroso y querido abuelo o abuela […].

Si tenemos la bendición de encontrar el evangelio restaurado, podemos elegir hacer y guardar los convenios con Dios que nos califican para la vida eterna. Al perseverar y ser fieles, el Espíritu Santo confirmará nuestra esperanza y confianza en que estamos en el sendero que conduce a la vida eterna, a fin de vivir en familias para siempre en el Reino Celestial (“La esperanza del amor familiar eterno”, Liahona, agosto de 2016, pág. 4).

Nuestra fe en el plan de nuestro Padre Celestial y en Su Hijo Jesucristo puede darnos esperanza de que podemos edificar una familia eterna. El Señor desea ayudarnos y, mediante Su poder, podemos superar los desafíos. En el Nuevo Testamento, leemos acerca de cómo Elisabet quedó embarazada mucho después de los años fértiles y María, una virgen, llegó a ser la madre del Hijo de Dios. Cada una de esas mujeres afrontó circunstancias diferentes, pero ambas comprendieron que “ninguna cosa es imposible para Dios” (Lucas 1:37).

ícono, anotar

Anota tus ideas

Busca un ejemplo en las Escrituras o en tu propia experiencia familiar de cómo el Señor ayuda a quienes confían en Él y procuran Su ayuda. Dedica unos minutos a anotar tus respuestas a las siguientes preguntas en un cuaderno o alguna aplicación para tomar notas:

  • ¿Qué verdades sobre el Señor podría la persona (o las personas) de ese relato aconsejarte que recuerdes?

  • ¿Qué podría aconsejarte la persona (o las personas) que hagas en tus esfuerzos por edificar una familia eterna?

Sección 2

¿Cómo puedo tener esperanzas de edificar una familia eterna si no provengo de una familia que es fuerte en cuanto a seguir al Salvador?

Algunos jóvenes adultos no han experimentado o presenciado modelos familiares rectos en sus familias. Algunos han visto cómo el matrimonio de sus padres ha terminado en divorcio. Aquellos que han experimentado estas u otras circunstancias difíciles tal vez se pregunten si realmente pueden edificar una familia eterna.

mujer mirando por la ventana

El élder Yoon Hwan Choi, de los Setenta, enseñó acerca de la diferencia que pueden marcar nuestras decisiones en nuestra familia eterna:

Élder Yoon Hwan Choi

Todos nosotros estamos en el centro de una familia eterna. Nuestra función puede convertirse en un punto crucial en el que se pueden suscitar cambios importantes en formas positivas o negativas […].

Hay generaciones anteriores y posteriores a nosotros que dependen de que nosotros sigamos a Cristo para que podamos ser una familia eterna de Dios (“No mires alrededor, ¡mira hacia arriba!”, Liahona, mayo de 2017, págs. 91–92).

El profeta Abraham es un elocuente ejemplo de cómo podemos elegir ser un “punto crucial” positivo en nuestra propia familia. Parte de la familia de Abraham, incluso su propio padre, se había apartado de los mandamientos del Señor. En vez de escogerlos, escogieron adorar a dioses falsos (véase Abraham 1:5-6).

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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Abraham 1:2 y busca lo que Abraham deseaba y escogió a pesar de sus circunstancias.

Cuando los sacerdotes inicuos intentaron sacrificar a Abraham a sus dioses falsos, el Señor lo salvó milagrosamente. Más tarde, condujo a Abraham y a algunos de sus parientes a otra tierra. Mientras estaban allí, el Señor prometió a Abraham bendiciones importantes, incluso la bendición de una familia eterna (véanse Abraham 1:7–18; 2:3–4, 8–11).

Al igual que Abraham, podemos procurar las bendiciones de una familia eterna y recibir la ayuda del Señor para edificar una, sin importar cuáles hayan sido las circunstancias anteriores de nuestra familia.

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, testificó:

Élder D. Todd Christofferson

A los hijos con una situación familiar problemática les decimos: ustedes no son menos por ello. A veces las dificultades son un indicio de que el Señor confía en ustedes. Él puede ayudarles, directamente y por medio de otros, a lidiar con lo que enfrentan. Ustedes pueden convertirse en la generación, tal vez la primera de su familia, donde los modelos divinos que Dios ha ordenado para las familias cobren verdadera forma y bendigan a todas las generaciones después de ustedes (“Padres,” Liahona, mayo de 2016, pág. 96).

una familia ora junta

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió su propia experiencia en cuanto a decidir edificar una familia eterna. Lee las siguientes palabras o bien escúchalas (a partir del minuto 25:47 hasta el minuto 28:15).

Élder David A. Bednar

Con la ayuda del Señor, ustedes pueden crear una familia eterna, aunque no provengan del tipo de hogar Santo de los Últimos Días que a veces aparece en las portadas de las revistas [de la Iglesia]. Por favor, recuerden siempre que ¡comienza con ustedes!

El hecho de que no había experimentado modelos familiares rectos en el hogar de mi infancia creó en mí un fuerte deseo de trabajar diligentemente con Susan para asegurar que tales modelos siempre formaran parte del hogar que creamos juntos. Al deliberar en consejo y suplicar ayuda en nuestras oraciones, fuimos inspirados y bendecidos para ayudar a nuestros hijos a aprender los principios del evangelio restaurado del Salvador. Ciertamente no éramos padres perfectos, pero recibimos los dones espirituales que necesitábamos y encontramos “de [Él] la fuerza” [“Señor, yo te seguiré”, Himnos, no. 138].

Ustedes y yo no estamos atrapados en nuestras experiencias pasadas. No somos cabal y totalmente víctimas de nuestras circunstancias actuales o cautivos de nuestro ambiente. El Espíritu Santo nos enseñará todas las cosas que debemos hacer, incluyendo modelos de rectitud familiar en los que no hemos participado previamente. ¡Comienza con ustedes! Y con la ayuda del Señor, pueden lograrlo.

A algunos de ustedes se les ha destrozado el corazón cuando familiares o líderes respetados no han honrado los sagrados convenios del matrimonio. Quizás se pregunten: “Si mis padres u otros matrimonios que he conocido fueron sellados en el templo y sus matrimonios no tuvieron éxito, ¿qué esperanza tengo de que mi matrimonio perdure para siempre?”.

A ustedes que han experimentado la angustia de un divorcio en su familia o han sentido que fueron defraudados, ¡por favor recuerden que comienza con ustedes! Quizás se haya roto un eslabón en la cadena de sus generaciones, pero los otros eslabones rectos y lo que queda de la cadena son eternamente importantes. Ustedes pueden reforzar su cadena e incluso ayudar a restaurar los eslabones rotos. Esa labor se logrará uno por uno (“Un eslabón conexivo” [devocional mundial para jóvenes adultos, 10 de septiembre de 2017], broadcasts.ChurchofJesusChrist.org).

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Medita a fin de prepararte para la clase

Piensa en tus futuros (o actuales) hijos. ¿Qué modelos familiares rectos desearías comenzar o continuar? ¿Hay algún modelo de conducta inicua que desearías descontinuar? ¿Cómo puede ayudarte el Señor a hacerlo?

Sección 3

¿Qué has aprendido y experimentado en tu estudio de la familia eterna?

Al acercarse al final de este curso, considera lo que has aprendido acerca de la importancia de la familia en el plan de salvación de nuestro Padre Celestial y en tu propia vida.

En cuanto a la importancia de las familias, el presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

Presidente M. Russell Ballard

Hermanos y hermanas, la causa más importante de nuestra vida es nuestra familia. Si nos dedicamos a esta causa, mejoraremos todos los demás aspectos de nuestra vida y nos convertiremos, como pueblo y como Iglesia, en un ejemplo y un faro para todos los pueblos de la tierra (“Para hallar a los perdidos”, Liahona, mayo de 2012, pág. 98).

padres con su hijo
ícono, meditar

Medita a fin de prepararte para la clase

Repasa los títulos de las lecciones de este curso. Al hacerlo, considera las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo ha influido este curso en tu comprensión y testimonio de las enseñanzas del Señor sobre el matrimonio y la familia?

  • ¿Cuál ha sido una de las enseñanzas más significativas que has aprendido en este curso?

  • ¿Qué has aprendido sobre el Padre Celestial y Jesucristo a lo largo de este curso? ¿De qué modo se ha fortalecido tu relación con Ellos?