Una pregunta inesperada en la entrevista
Alvin A., Filipinas
Después de mi misión, tuve dificultad para encontrar trabajo. Con el tiempo me llamaron para una entrevista. El puesto sería una gran oportunidad, pero me preocupaba el no tener las cualificaciones suficientes. Llegó el momento de la entrevista y me encontré sentado nerviosamente frente al gerente. Al mirar sobre su escritorio, vi una hoja con las preguntas que le estaba haciendo a los candidatos. Mi corazón comenzó a palpitar; las preguntas contenían terminología difícil.
El gerente encontró mi currículo y comenzó a preguntarme sobre mi experiencia laboral. Cuando leyó que había sido “misionero de tiempo completo”, me pidió que le dijera qué era lo que había enseñado en mi misión.
Le hablé de los profetas, del Plan de Salvación y de las familias eternas. Me sonrió y me dijo: “Quiero que venga a conocer a mi familia”,
después de lo cual nuevamente tomó la hoja con las preguntas para la entrevista. Me volví a poner nervioso. Me preguntó: “¿Tiene un lugar donde quedarse aquí en Manila?”. Sin esperar mi respuesta dijo: “Bueno, tendrá que encontrar uno; comienza mañana”.
Fue un milagro. Nunca olvidaré cómo el haber servido en una misión me ayudó en la entrevista de trabajo.