Preguntas y respuestas
“Una de mis amigas quiere probar algo indebido sólo una vez para poder identificarse con las personas que hablen de ello. ¿Qué hago para ayudarla a entender que no es una buena idea?”
Una de las mejores cosas que puedes hacer es ayudar a tu amiga a recordar la razón por la que tenemos mandamientos. El Padre Celestial nos da mandamientos porque nos ama y porque sabe que nos harán felices y nos ayudarán a llegar a ser como Él.
En el Nuevo Testamento, el Salvador dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). Ayuda a tu amiga a entender que escoger lo correcto demuestra amor por el Padre Celestial y por Jesucristo, así como gratitud por Su expiación y Su evangelio.
También le puedes recordar que hacer cosas incorrectas trae malas consecuencias, aun cuando sólo se hagan una vez. No es posible vivir el pecado y evitar sus efectos. El desobedecer los mandamientos voluntariamente es como apartarse del Padre Celestial y decirle que Él no nos importa tanto como nuestros amigos u otras personas.
El Padre Celestial nos ama y nos bendecirá con la guía del Espíritu cuando guardemos Sus mandamientos. Si somos obedientes, el Espíritu nos enseñará más de lo que podríamos aprender al experimentar con el pecado.
No hay necesidad de experimentar
Yo le enseñaría a tu amiga que “todo lo que es bueno viene de Dios; y todo lo que es malo, del diablo procede” (Alma 5:40). También le explicaría que todo acto tiene consecuencias y que no debemos hacer nada que pudiera dañarnos. No hay necesidad de experimentar el mal. Ya hay suficiente maldad a nuestro alrededor, y es fácil ver que muchas personas viven en aflicción porque no guardan los mandamientos.
Vinicius S., 17 años, São Paulo, Brasil
Dile cómo vencer la tentación
Dile a tu amiga que lo que es realmente importante es su situación ante el Señor. No debemos renunciar a nuestra salvación eterna a cambio de una experiencia temporal. Además, podrás ayudar mucho mejor a tu amiga si le dices cómo tú has vencido la tentación.
Emily G., 19 años, Puerto Rico
Tenemos potencial divino
Puedes explicarle con bondad a tu amiga que aun cuando una mala decisión pudiera parecer inofensiva, puede llevar a pecados más graves. También podrías compartir este pasaje de las Escrituras: “…yo, el Señor, no puedo considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia” (D. y C. 1:31). Recuérdale a tu amiga que incluso una sola experiencia con el pecado puede hacernos insensibles a la voz del Espíritu. Más que nada, dile que la amas y que tomar decisiones correctas es parte de su potencial divino como hija de Dios.
Adriana F., 17 años, Arizona, EE. UU.
Sólo una vez igual hará daño
Todas las cosas malas, aunque sólo las hagas una vez, alejan al Espíritu. Si el Espíritu se marcha, será más fácil para Satanás tentarte a hacer más cosas malas. Además, tendrás que arrepentirte de todos tus pecados, sin importar cuántas veces los hayas cometido, y arrepentirse de los pecados graves puede ser un proceso largo y doloroso.
Emily L., 14 años, Utah, EE. UU.
Mantenerse fuerte
Asegúrale que la amas y que deseas ayudarla a escoger lo correcto. Sé por experiencia personal que no es necesario tomar las mismas decisiones que otra persona para identificarse con ella. Al vivir el Evangelio, el Espíritu nos ayudará a saber cómo identificarnos con las personas. Recuérdale a tu amiga que necesita mantenerse fuerte para que pueda ayudar a los demás a obedecer los mandamientos. Pide en oración que la puedas ayudar y prestarle servicio.
Vanina P., 19 años, Buenos Aires, Argentina
Quizá después no pueda dejar de hacerlo
Yo le diría a mi amiga que ni siquiera lo piense. No es buena idea hacer algo malo una vez porque quizá uno no pueda dejar de hacerlo una vez que haya empezado. El Padre Celestial nos dio mandamientos para mantenernos a salvo y felices.
Douglas B., 13 años, California, EE. UU.
Se empieza con algo pequeño
El élder Jeffrey R. Holland una vez dijo que “un recorrido de mil kilómetros comienza con un paso, así que miren por dónde caminan” (“No hay lugar para el enemigo de mi alma”, Liahona, mayo de 2010, pág. 45). Yo ayudaría a mi amiga a entender que Satanás se vale de pequeñas tentaciones para hacer que comencemos a andar por el camino de la maldad. Cuando pruebas algo malo aunque sea una sola vez, estás permitiendo que Satanás y sus seguidores comiencen a tentarte a hacerlo una y otra vez.
Similoni F., 18 años, Utah, EE. UU.