¡Seminario vale la pena!
Puede que requiera algo de sacrificio, pero estos jóvenes saben que seminario es una gran bendición.
¿Qué tienen en común los jóvenes Santos de los Últimos Días de todo el mundo? ¡Todos son alumnos de seminario! Los jóvenes asisten a seminario de diversas maneras: algunos se levantan a las cinco de la mañana para ir a seminario antes de sus clases, mientras que otros asisten dentro de su horario normal de la escuela. En algunos casos excepcionales, los alumnos tienen las clases durante el fin de semana o las reciben por Skype.
Ya sea que sacrifiquen horas de sueño o partidos de fútbol los fines de semana, más de 390.000 jóvenes en todo el mundo participan con entusiasmo en seminario. A continuación verás lo que ellos opinan acerca de la bendición de seminario:
“No pienso que esté perdiendo una hora de sueño, lo considero como una hora para prepararme espiritualmente”.
Megan C., 17 años, California, EE. UU.
“Gracias a seminario, se ha fortalecido mi testimonio grandemente y poseo un mayor conocimiento de las Escrituras. Mi testimonio del sacrificio del Salvador en Getsemaní es más fuerte debido a seminario”.
Vina C., 17 años, Hong Kong, China
“Seminario es el sitio donde constantemente siento el Espíritu. Soy la única miembro en mi familia, pero mis padres me apoyan mucho. Gracias a seminario, estoy creciendo muchísimo”.
Amanda L., 17 años, Utah, EE. UU.
“Seminario te da estabilidad para lo que tengas que afrontar durante el día. Si veo que me asaltan malos pensamientos, puedo pensar en la lección de seminario. Es algo que va más allá de la clase”.
Eric G., 15 años, Ipswich, Inglaterra
“Realmente es muy importante asistir a seminario porque podemos aprender más acerca de nuestra Iglesia y fortalecemos nuestra relación con el Padre Celestial. El motivo por el cual me gusta seminario es que aprendo más sobre la historia de la Iglesia, llego a saber realmente que el Evangelio es verdadero y que ¡el Padre Celestial y Jesucristo me aman!”.
Breck M., 17 años, Kentucky, EE. UU.
“Me encanta seminario porque me ayuda a tomar decisiones. En las clases siento el Espíritu del Señor y recibo la confirmación de que éste es el evangelio de Cristo. Es imposible que no te guste. Sé que mi estudio en estos cuatro años me ayudará al servir en una misión”.
Karolina O., 16 años, João Pessoa, Brasil