2018
¿Sabías Qué?
Octubre de 2018


¿Sabías Qué?

La Hermana Kellys Fandiño es de la pequeña ciudad de Ciénaga, Magdalena, Colombia. En el momento de la entrevista estaba en el CCM de Lima, Perú, preparándose para servir en la Misión Bolivia Cochabamba. Es la tercera de seis hijos nacidos en una familia de circunstancias humildes.

Cuando la hermana Fandiño era niña, su madre compró un libro usado en el mercado y resultó ser un Libro de Mormón. La familia no tenía idea de lo que era, pero les gustaba leerlo.

No había presencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en su pueblo en ese tiempo. La familia sabía que era un libro de Escritura y disfrutaba buscando versícañoulos significativos. En el año 2008, la familia estaba asistiendo a una iglesia local y la jóven Kellys solia copiar una Escritura del Libro de Mormón y la compartía en el grupo de estudio de jóvenes. A todos les gustaron estos versículos y le preguntaron de dónde los había sacado.

Un día ella llevó el libro a su grupo de estudio para que lo vieran; cuando el pastor vio el Libro de Mormón se lo quitó y lo quemó, por este motivo la familia estaba muy molesta y dejó de asistir a esa iglesia.

Cinco años después, dos misioneros llamaron a la puerta de los Fandiño y la madre abrió la puerta a dos misioneros sonrientes. Ella les contó la historia del libro, entonces, los misioneros le mostraron un Libro de Mormón, con gran emoción la mamá reunió a su familia y les dijo: “Nuevamente el libro ha llegado a nuestra casa”. Toda la familia fue bautizada en pocas semanas.

Alrededor de tres años después de que la familia fue bautizada, la hermana menor de Kellys decidió que quería servir en una misión. Acababa de terminar la escuela, así que se fue a trabajar limpiando casas para ganar dinero y así comprar ropa y lo necesario para su misión.

Cuando su llamamiento llegó para servir en la Misión de Perú Iquitos, ella fue a recoger el dinero que le debían, pero una de las señoras se negó a pagarle. Con lo poco que tenía ella compró las cosas que más necesitaba, pero le faltó dinero para comprar una maleta, ya que su familia no tenía más recursos. Entonces se dio cuenta de que tenía algo de valor. Ella tenía un cabello largo y hermoso que le llegaba por debajo de la cintura. Kellys Fandiño relata “Mi hermana amaba mucho su cabello, pero amaba más a nuestro Padre Celestial”, por lo tanto se cortó el cabello, lo vendió y usó el dinero para comprar su maleta para la misión. Inspirada por el sacrificio de su hermana menor, la hermana Fandiño actualmente está sirviendo una misión de regla en Cochabamba, Bolivia, llevando la ropa de su hermana y con la maleta tan especial.