Liahona
Los milagros sí existen
Agosto de 2024


Voces de los miembros

Los milagros sí existen

Siempre quise retirarme joven de mi trabajo, y eso hice en marzo de 2018. Soy agrónoma profesional y amaba mi trabajo. Después de jubilarme, pensé que la fatiga causada por mi trabajo mejoraría y que estaría más relajada, ya que mi trabajo era muy exigente. Sin embargo, después de unos meses de jubilación, mi fatiga empeoró y solo quería estar en la cama durmiendo. Siguiendo el consejo de mi esposo, visité a una doctora que me ayudó a descubrir la razón de mi agotamiento.

Después de someterme a diferentes pruebas según lo aconsejado por ella, encontraron la razón de mi fatiga. Me hicieron una colonoscopia y me diagnosticaron un tumor maligno en el colon en etapa. ¡Tenía cáncer! En ese momento, cuando recibí la noticia , no sentí miedo, pero sí me puse un poco ansiosa. Le pregunté a la doctora: “¿Voy a morir?”. Ella respondió con una sonrisa y dijo que no creía que eso fuera a suceder por ahora, pero que debía apurarme para que me quitaran el tumor.

Me operaron del tumor de colon el 24 de septiembre de 2018 y tuve muchas personas a mi lado cuidándome. Unos días después de la operación y de recibir el alta, mientras estaba en casa, tuve mucha fiebre. Visité la clínica nuevamente y, después de varias pruebas, descubrieron que durante la cirugía para extirpar el tumor del colon, habían dejado un pequeño agujero que causaba la fiebre. Desarrollé sepsis porque no debía quedar ningún agujero después de la operación. Tuve que quedarme en la clínica una semana más.

El tercer día de hospitalización me sentí extremadamente triste. Oré al Padre Celestial y le hice muchas preguntas. Después de terminar mi oración y derramar muchas lágrimas, alguien golpeó a la puerta de mi habitación y, para mi sorpresa, eran los dos misioneros que asistían a mi barrio en ese momento. Al verme llorar, oraron y me animaron. Les conté sobre la oración que había hecho y cómo el Señor había enviado a estos dos mensajeros a mí.

Gracias a mi Padre Celestial, superé la sepsis y pasé a la siguiente etapa que, aunque difícil, fue un verdadero milagro. Tuve que someterme a quimioterapia y cuando recibí el primer tratamiento sufrí otro contratiempo de salud. Se insertó un puerto para administrar la quimioterapia y la doctora que lo colocó lo puso demasiado alto, lo que me causó cuatro embolias y dos infartos pulmonares. Mi oncóloga no podía explicar cómo había sobrevivido a las embolias e infartos. Le dije que creía que Dios me mantenía con vida porque aún tenía un trabajo importante que hacer para Él.

Durante la quimioterapia, que fue la parte más dolorosa de mi tratamiento, me dediqué por completo a mi llamamiento como presidenta de las Mujeres Jóvenes de mi barrio y eso me ayudó mucho. También presté servicio, lo que mantuvo alejados de mi mente los pensamientos negativos sobre mi salud. Estoy sumamente agradecida a mi Padre Celestial por todo lo que hace en mi vida.

Durante un chequeo médico en 2019, encontraron un tumor del tamaño de una pelota de softball en uno de los ovarios. La oncóloga pensó que el cáncer de colon se había metastatizado en el ovario. El 14 de noviembre de 2020, me sometí a una histerectomía y, gracias a Dios, el tumor en el ovario resultó ser benigno.

He estado libre de cáncer durante seis años y espero disfrutar de buena salud durante muchos años más. Siempre tuve al Padre Celestial a mi lado cuidándome y ahora valoro más la vida. Disfruto de muchos pasatiempos con mi esposo y desde entonces he logrado algunos objetivos educativos y profesionales importantes. También disfruto sirviendo en mis llamamientos en la Iglesia.

Ya no temo a la muerte porque sé sin duda alguna que es parte del Plan de Salvación que nuestro Padre Celestial creó para Sus hijos. Si alguna vez te encuentras en una situación similar a la mía, nunca pierdas la fe. Mantente firme y verás que los milagros sí existen.