Romanos 9–10

El vivir de acuerdo con la ley de Cristo

Sólo los miembros de la Iglesia que vivan dignos recibirán todas las bendiciones del Evangelio cuando esta vida haya terminado. Pablo se valió del relato de Jacob y Esaú para demostrar que los hijos y las hijas del convenio que no viven por la fe en Cristo ni guardan los mandamientos pierden sus bendiciones del Evangelio. ¿Es suficiente ser simplemente miembro de la Iglesia? ¿Por qué tu fe en Jesucristo te ayudará a vivir con mayor rectitud?

La comprensión de las Escrituras

Romanos 9

Hijos de la carne (vers. 8)—Personas mundanas o carnales.

Elección (vers. 11)—Selección hecha en la existencia preterrenal.

Los vasos de ira (vers. 22)—Las personas desobedientes.

Romanos 9:3—¿Por qué desearía Pablo ser “separado de Cristo”?

¿Deseaba Pablo ser “separado de Cristo” (Romanos 9:3)? La Traducción de José Smith de ese pasaje de la Biblia en inglés, no traducido al español, indica que Pablo en realidad escribió que una vez pudo haber deseado ser separado de Cristo (véase JST, Romanos 9:3). Probablemente se refería al tiempo en que perseguía a la Iglesia de Jesucristo.

Romanos 9:4–5—“De los cuales son la adopción…”

Pablo utilizó la imagen de la adopción pare representar la conversión al Evangelio. “De los cuales son la adopción…” (Romanos 9:4) se refería a los que no eran de la casa de Israel y que aceptaron el Evangelio y vivían sus enseñanzas. Ellos fueron adoptados en la familia de Abraham y literalmente se volvieron israelitas. El profeta José Smith enseñó que “el efecto del Espíritu Santo en un gentil es purgar la sangre vieja y convertirlo efectivamente en descendiente de Abraham” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 150).

Romanos 9:30–33—¿Qué era la piedra de tropiezo?

Jesucristo es la piedra en la cual los judíos tropezaron (véase Romanos 9:32). Él cumplió la ley de Moisés y restauró el Evangelio en su plenitud, pero los judíos lo rechazaron y continuaron creyendo que podían ser salvos “por obras de la ley” sin la ayuda del Señor (Romanos 9:32).

Romanos 10

Celo (vers. 2)—Entusiasmo, fervor.

El fin de la ley (vers. 4)—El propósito de la ley.

Extendí mis manos (vers. 21)—Extendí mis manos para ayudar.

El estudio de las Escrituras

Al estudiar Romanos 9–10, realiza dos de las actividades siguientes (A–C).

1. ¿Quién es verdaderamente miembro de la Iglesia?

   El presidente Ezra Taft Benson dijo: “Para Él, de quien es esta Iglesia, el ser miembro de ella supone mucho más que el ser tan sólo un miembro inscrito” (The Teachings of Ezra Taft Benson, 1988, pág. 165).

   1. Lee Romanos 9:6–8 y Doctrina y Convenios 10:67. ¿Qué debe hacer la persona para ser más que un “miembro inscrito” de la Iglesia de Jesucristo?

   2. ¿Qué puedes hacer para fortalecer tu calidad de miembro de la Iglesia?

2. ¿Quiénes son los del pueblo escogido de Dios?

   Lee Romanos 9:18–24 y fíjate en que Pablo describe a las personas como “vasos”. Los que rechazan el Evangelio son “los vasos de ira” y los que siguen a Jesucristo son “los vasos de misericordia”. Los gentiles que acepten el Evangelio y lleguen a ser esos “vasos de misericordia” por medio de la rectitud recibirán las mismas bendiciones que los de la casa de Israel.

   1. Lee Romanos 9:25–26 y anota las palabras y las frases que indiquen que los gentiles no eran del linaje escogido de Dios, pero que podían llegar a ser parte de él.

   2. Lee Romanos 9:30–33 y explica por qué muchos de los judíos perdieron su lugar en el linaje escogido de Dios y se dio un lugar en él a los gentiles.

3. Busca y anota lo que dicen las Escrituras

   1. ¿Qué pide Pablo en su “oración a Dios por Israel” (Romanos 10:1)?

   2. Lee Romanos 10:9–13 y anota tres cosas que debemos hacer para hacer realidad la oración de Pablo.

   3. En Romanos 10:14–15, Pablo formula cuatro preguntas con el adverbio de modo interrogativo “cómo”, en las que nos indica el modo como una persona adquiere fe para ser salva. Vuelve a escribir cada una de las preguntas con tus propias palabras y, en seguida, explica lo que Pablo dice a la gente.