Mateo 10
Instrucciones para los Doce Apóstoles
Al final de Mateo 9, Jesús dice que necesita ayuda para llevar a cabo la gran obra que Él vino a realizar.
Por consiguiente, Él llamó a doce hombres como apóstoles, un título que significa “el que es enviado”. A diferencia de otros discípulos que fueran enviados en misiones o llamados a servir en otros llamamientos de la Iglesia, Jesús llamó a esos hombres como representantes y testigos especiales de Él, y les dio llaves y poder especiales para actuar y hablar en Su nombre. (Para obtener más información, véase en la Guía para el Estudio de las Escrituras la entrada “Apóstol”, pág. 18.) Él también les dio un mandato especial, o sea, instrucciones, de las cuales leemos en Mateo 10. Aun cuando ese mensaje se dio al principio a los Doce Apóstoles, cualquier persona que sea llamada a servir como representante del Señor para enseñar Su Evangelio, puede aprender de los principios que contiene este capítulo.
Otros relatos de lo que leas en Mateo 10
Mateo 10:1–4—Marcos 3:13–19; Lucas 6:12–16.
La comprensión de las Escrituras
Mateo 10
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Casa de Israel (vers. 6)—Descendientes de Israel (Jacob).
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No os proveáis de (vers. 9)—No llevéis
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Cintos (vers. 9)—Cinturón de tela con bolsillos para el dinero.
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Bordón (vers. 10)—Bastón o palo más alto que la estatura de un hombre para llevar al caminar.
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Digno (vers. 11, 13)—Honorable.
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Posad (vers. 11)—Alojarse u hospedarse.
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Será más tolerable (vers. 15)—El castigo será menor.
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Beelzebú (vers. 25)—El diablo.
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Un cuarto (vers. 29)—Una pequeña cantidad de dinero.
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Disensión (vers. 35)—Desacuerdo.
Mateo 10:38—“…el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”
Aun cuando este versículo y los versículos que lo preceden, así como los que lo siguen, parecen ser muy severos y exigir mucho de los que siguen a Jesús, lo que dicen es muy real para algunos conversos a la Iglesia. El presidente Gordon B. Hinckley contó acerca de uno de esos conversos, el cual era oficial de marina de un país no cristiano y que recibió preparación profesional en los Estados Unidos. Mientras se encontraba en ese país le hablaron de la Iglesia y decidió bautizarse. Antes de regresar a su país, se reunió con el presidente Hinckley, quien relató la conversación que tuvieron:
“Le [dije]: ‘Los de su pueblo no son cristianos. ¿Qué sucederá cuando regrese convertido en un cristiano, y, particularmente, en un cristiano mormón?’
“Una expresión de tristeza le cubrió el rostro, y me contestó: ‘Mis familiares estarán muy desilusionados; es posible que hasta me echen y hagan de cuenta que he muerto. En cuanto a mi carrera y al futuro, quizás se me niegue toda oportunidad’.
“A continuación, le pregunté: ‘¿Y está usted dispuesto a pagar un precio tan alto por el evangelio?’
“Los ojos oscuros, humedecidos de lágrimas, brillaron en su hermosa cara morena cuando me contestó: ‘Bueno, ¿no es acaso la verdad?’
“Avergonzado de haberle hecho esa pregunta, le dije: ‘Sí, es la verdad’[.]
“A lo que él respondió: ‘Entonces, ¿qué puede ser más importante?’ ” (“¿No es acaso la verdad?”, Liahona, octubre de 1993, pág. 4).
El estudio de las Escrituras
Al estudiar Mateo 10, realiza dos de las siguientes actividades (A–C).
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Los Doce Apóstoles
Anota el nombre de cada uno de los Doce Apóstoles que se mencionan en Mateo 10:2–4. En seguida, busca cada uno de los nombres en la Guía para el Estudio de las Escrituras y anota por lo menos una cosa que sepamos del apóstol correspondiente, basándote en lo que está escrito allí.
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Dificultades y promesas para los misioneros
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Repasa Mateo 10:17–18, 22–25 y anota por lo menos tres situaciones difíciles que Jesús dijo que Sus Apóstoles enfrentarían al salir a predicar el Evangelio.
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Pregunta a alguien que haya estado en una misión si durante su servicio misional se vio enfrentado(a) a algunas de las situaciones que hayas anotado. Pon una “X” junto a las que la persona enfrentó. Pide a la persona que te cuente acerca de alguna de las experiencias y lo que sintió con respecto a ello. Anota en tu cuaderno un poco de lo que hayas aprendido.
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¿Qué promete Jesús en Mateo 10:19–20, 26–33 que podría hacer más fácil de sobrellevar las dificultades que anotaste anteriormente?
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¿Cómo puede ser eso?
En Mateo 10:34–39, Jesús hace tres declaraciones diferentes que parecen contraponerse a lo que normalmente consideramos verdadero. Él dice que no había venido a traer paz, sino espada (véase el vers. 34), que pondría disensión entre los miembros de la familia (véanse los vers. 35–37) y que la única manera de hallar nuestra vida es perderla (véase el vers. 39).
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Sabemos que el Evangelio de Jesucristo trae paz a los que lo viven (véase Juan 14:27). Lee también Mateo 10:16–18; 24:6–10; Hechos 12:1–2; y Doctrina y Convenios 76:28–29 y cuenta acerca de las ocasiones en las que la declaración de Jesús en Mateo 10:34 es también verdadera.
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Sabemos que uno de los objetivos del Evangelio es sellar a los miembros de la familia juntos para siempre. ¿En qué situación es verdadera la declaración de Jesús que se halla en Mateo 10:35–37?
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¿Cómo puede uno hallar su vida al perderla?
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