El Evangelio según San Lucas
¿Quién era Lucas?
Lucas era un médico griego que escribió este Evangelio y el libro de los Hechos. Lucas no era judío, pero era muy instruido en su cultura griega. Es probable que no haya sido testigo presencial del ministerio terrenal del Salvador, pero aprendió acerca de Jesús por medio del apóstol Pablo y de otros misioneros. Hizo muchos viajes misionales con Pablo (véase Hechos 16:10; 2 Timoteo 4:11) y presenció el crecimiento de la Iglesia entre los gentiles.
¿Por qué se escribió este libro?
Lucas escribió este testimonio para que su amigo Teófilo, que quizá también era converso griego, supiera la verdad acerca de Jesucristo. Evidentemente había numerosos otros relatos de lo que Jesús había dicho y hecho, algunos verdaderos y otros no. Parece que Lucas se dirigía a lectores que no eran judíos, puesto que expone el significado de muchas palabras hebreas y cuenta de varias ocasiones en las que Jesús trató con los que no eran judíos.
¿En qué se diferencia este libro del de Mateo y del de Marcos?
Mateo escribió su Evangelio para demostrar a los judíos que Jesús cumplía las profecías del Antiguo Testamento del Mesías prometido (véase la introducción del libro de Mateo en las págs. 9–10). Marcos dio a conocer que Jesús era el poderoso Hijo de Dios que efectuó muchos milagros, de los cuales el mayor de todos fue la Expiación (véase la introducción del libro de Marcos en la pág. 41). En su calidad de gentil, Lucas tenía una visión exclusiva sobre el Evangelio de Jesucristo. El testimonio de Lucas es el más largo de los Evangelios. Contiene mucha información que no mencionan los otros escritores de los Evangelios. Él comprendía que el Evangelio era para todas las personas y no sólo para los judíos, e hizo hincapié en que Jesús padeció y murió por todos los hijos de nuestro Padre Celestial.
Sólo en Lucas
Las enseñanzas siguientes son algunas de las que se encuentran sólo en Lucas:
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La visita de Gabriel a Zacarías y a María (véase Lucas 1:5–20, 26–38).
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Detalles del nacimiento de Jesucristo en Belén (véase Lucas 2:1–20).
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El testimonio de Simeón y de Ana (véase Lucas 2:21–38).
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El niño Jesús, a los doce años de edad, en el templo (véase Lucas 2:40–52).
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Las parábolas que se encuentran en Lucas 10–19.
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El llamamiento de los setenta (véase Lucas 10:1–16).
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El hecho de que Cristo sangró por cada poro en Getsemaní (véase Lucas 22:44).
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Jesús dijo al ladrón que estaba colgado en una cruz que estaría con él en el paraíso (véase Lucas 23:39–43).