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Mateo 16: ‘Tú eres el Cristo’


Mateo 16

“Tú eres el Cristo”

Para la época de los acontecimientos que se describen en Mateo 16, muchas personas habían presenciado el poder milagroso del Salvador. No obstante, los que de verdad creían en Él todavía eran pocos en número. ¿Por qué no se convirtieron más personas? ¿No eran Sus milagros evidencia suficiente de que Él era el Cristo, el Mesías prometido? Cuando leas Mateo 16, busca lo que pidieron los fariseos y los saduceos y que Jesús se negó a dar. También busca lo que Jesús enseñó a Sus discípulos y que verdaderamente da testimonio y convierte a las personas.

Otros relatos de lo que leas en Mateo 16

Mateo 16:1–12—Marcos 8:11–21.

Mateo 16:13–28—Marcos 8:27–9:1; Lucas 9:18–27.

La comprensión de las Escrituras

Mateo 16

Levadura (vers. 6, 11)—Se emplea para hacer levantar el pan.

Prevalecerán (vers. 18)—Vencerán, reinarán.

Atar (vers. 19)—Unir (o sellar para que estén juntos).

Reconvenir (vers. 22)—Reprender a alguien, exigirle que deje de hacer algo, corregir.

Niéguese a sí mismo (vers. 24)—Olvídese de sí mismo y de sus intereses.

Mateo 16:18—¿Cuál es la “roca” de la cual Jesús le habló a Pedro?

El profeta José Smith dijo: “…en sus enseñanzas Jesús dice: ‘sobre esta [roca] edificaré mi iglesia; y las puertas del [Hades] no prevalecerán contra ella’. ¿Qué piedra? La revelación” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 335).

El presidente David O. McKay escribió: “Al decir eso [Mateo 16:18], quiso dar a entender que así como ‘Pedro’, el nombre de Simón, significa ‘roca’, del mismo modo este testimonio que viene por medio de la revelación había de ser la roca sobre la cual se edificaría la Iglesia de Cristo” (Ancient Apostles, 1964, pág. 34).

Jesús enseñó a Pedro lo que éste y todos los demás profetas y apóstoles han enseñado desde entonces: que la fortaleza de la Iglesia es el testimonio de que Jesús es el Cristo, el cual reciben por revelación, por medio del poder del Espíritu Santo, los miembros en forma individual.

Mateo 16:19—“Las llaves del reino”

A Pedro se le prometieron las llaves del reino que le permitirían tanto a él como a los otros apóstoles dirigir la Iglesia en la tierra después de la muerte y la resurrección del Señor, incluso el derecho de administrar legítimamente todas las ordenanzas necesarias para la exaltación. Fíjate en particular en que a Pedro se le prometió que las ordenanzas que efectuase en la tierra también serían válidas en los cielos. De ese modo, entre otras cosas, andando el tiempo, recibió el poder para sellar a las personas como marido y mujer e hijos para estar juntos para siempre. Leemos de cómo recibió esas llaves en Mateo 17.

Mateo 16:20—¿Por qué Jesús no deseaba que Sus discípulos dijeran a nadie que él era el Cristo?

Hacia el final del ministerio de Jesús, que duró tres años, Él enseñó más abiertamente que Él era el Cristo: el Mesías de los judíos. Eso llenó de ira a los líderes judíos y condujo directamente a Su crucifixión. El haber pedido a Sus discípulos que no enseñaran públicamente esta doctrina en aquel tiempo le permitió continuar enseñando el mensaje del Evangelio sin enojar a los judíos antes de que llegase Su hora de ser procesado y crucificado.

El estudio de las Escrituras

Al estudiar Mateo 16, realiza las actividades A y B.

  1. Dominio de las Escrituras— Mateo 16:15–19

    1. Jesús hace una pregunta en Mateo 16:15. Después de que Pedro le contesta, ¿qué enseña Jesús acerca de esa respuesta?

    2. Según lo que Jesús dijo a Pedro, ¿cuán importante es que los miembros de la Iglesia reciban su testimonio de esa forma? (Véase también la sección “La comprensión de las Escrituras” que aparece anteriormente).

    3. En lugar de la clase de testimonio que tenía Pedro, ¿qué deseaban los fariseos y los saduceos? ¿Qué dijo Jesús con respecto a lo que ellos deseaban? (Véase Mateo 16:1–4).

    4. ¿Por qué el testimonio que recibió Pedro era más potente y más poderoso para convertir que el “testimonio” que pedían los fariseos y los saduceos?

  2. El seguir a Jesús

    En Mateo 16:24–28 leemos que Jesús enseñó a Sus discípulos acerca de lo que significa seguirle. Indica qué frases o versículos utilizarías para responder a cada una de las siguientes situaciones (no te olvides de utilizar las “Selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés”, que forman parte de la Guía para el Estudio de las Escrituras):

    1. Se te ha ofrecido una beca para ir a una universidad a jugar en un equipo deportivo. La única condición que ponen es que aceptes no servir en una misión, por motivo de que el entrenador considera que ello estropearía tu progreso como atleta.

    2. El ayunar te da dolor de cabeza y piensas que no te sirve de nada. No hay nadie en casa que te impida comer, así que te diriges a la cocina.

    3. Te ofrecen un trabajo por el que pagan un excelente salario, pero si lo aceptas, ello te impedirá ir a la Iglesia el domingo y te requerirá pasar mucho tiempo lejos de tu familia. El caballero que te lo ofrece te dice que sólo durará de 10 a 20 años, y te afirma: “Si usted se dedica a esto, al final habrá ganado una gran fortuna, que entonces podría utilizar para disfrutar de lo que desee con su familia y realizar las cosas de la Iglesia”.

    4. Un miembro de tu clase en la escuela ha conseguido una copia con las respuestas de un examen muy importante que se acerca. Un grupo de los miembros de la clase se van a reunir para estudiarlas y te han invitado a ti.