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1 Corintios 1-4: La unidad por medio del Espíritu


1 Corintios 1–4

La unidad por medio del Espíritu

A veces los miembros de la Iglesia ponen su sabiduría por encima de la sabiduría de Dios. No se dan cuenta de que el Espíritu puede ayudarles a hallar la solución a los problemas de la vida. En Corinto, algunos santos sostenían que sus opiniones personales eran parte del Evangelio de Jesucristo y eso producía divisiones entre los miembros de la Iglesia. En 1 Corintios 1–4, ¿de qué manera proporciona el Espíritu solución a ese problema y cómo te puede servir a ti cuando te veas enfrentado a dificultades semejantes?

La comprensión de las Escrituras

1 Corintios 1

Llamados a la comunión con Su Hijo (vers. 9)—Cercanía o comunicación con Cristo como miembros de Su Iglesia.

Cefas (vers. 12)—Pedro.

Entendido (vers. 19)—Sabio, docto, perito.

Disputador (vers. 20)—Filósofo.

Lo necio, lo débil, lo menospreciado (vers. 27–28)—Los humildes seguidores de Jesucristo.

1 Corintios 1:26–28—“Lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios”

¿Quienes son “lo necio del mundo” para “avergonzar a los sabios” (1 Corintios 1:27)? Pablo se refería a los misioneros que salen al mundo a enseñar a personas de toda condición. ¿Quiso decir que los misioneros son necios? El presidente Gordon B. Hinckley expuso la forma en la que el mundo a menudo considera a los misioneros:

“Antes de eso, ya me había entrevistado un representante de la radio mundial BBC, que había observado que los misioneros son muy jóvenes. Él me preguntó: ‘¿Cómo puede esperar que la gente escuche a estos jovencitos inexpertos?’.

“Con eso me quiso decir que son inmaduros, sin experiencia y sin roce social.

“Le respondí sonriente: ‘¿Jovencitos inexpertos? Con estos misioneros pasa lo mismo que pasaba con Timoteo, en la época de Pablo [véase 1 Timoteo 4:12]…

“ ‘Lo extraordinario es que la gente los recibe y los escucha. Son sinceros, son inteligentes, vivaces y sobresalientes; tienen aspecto aseado, atraen a las personas y les inspiran confianza’…

“ ‘¿Jóvenes inexpertos?’ Es cierto que no tienen mucho roce social. ¡Y qué bendición es! No hay en ellos rastro de engaño; no se expresan con falsedad. Hablan del corazón, con firme convicción. Cada uno es un siervo de Dios, un embajador del Señor Jesucristo. Su poder no proviene de una erudición en las cosas del mundo, sino de la fe, la oración y la humildad” (“Misiones, templos y responsabilidades”, Liahona, enero de 1996, págs. 57, 58).

1 Corintios 2

Príncipes (vers. 6, 8)—Gobernantes.

Discernir espiritualmente (vers. 14)—Entender por medio del Espíritu Santo.

1 Corintios 2:14—¿Qué es “el hombre natural”?

Después de la caída de Adán, los hombres se volvieron “carnales, sensuales y diabólicos por naturaleza”(Alma 42:10). Esa naturaleza es contraria a la naturaleza divina de Dios (véase Mosíah 3:19). Los que viven como hombres y mujeres “naturales” no comprenden el conocimiento espiritual; es locura para ellos. El hombre natural adquiere conocimiento espiritual cuando se “somet[e] al influjo del Santo Espíritu, y se despoj[a] del hombre natural” (Mosíah 3:19).

1 Corintios 3

Hojarasca (vers. 12)—Conjunto de las hojas que han caído de los árboles.

1 Corintios 3:1–3—“Os di a beber leche”

Hacía poco que los corintios se habían convertido al Evangelio de Jesucristo. A muchos de ellos todavía los acosaban las debilidades de la carne (mundanas). Pablo los comparó con “niños en Cristo” y les dijo que los había alimentado con leche porque todavía no estaban preparados para comer vianda [carne] (1 Corintios 3:1–2). La leche se refiere a las sencillas enseñanzas del Evangelio que se deben comprender antes de que se les dé carne, o sea, de que se les puedan enseñar doctrinas más complejas. Esas doctrinas sólo las pueden entender los que han alcanzado madurez espiritual al haber vivido de acuerdo con la luz que hayan recibido (véase D. y C. 50:24; Alma 12:9–11).

1 Corintios 4

Las intenciones de los corazones (vers. 5)—Los secretos o los designios del corazón.

Nos difaman, y rogamos (vers. 13)—Cuando se miente acerca de nosotros, procuramos resolver las diferencias.

Escoria (vers. 13)—Material de desecho, basura.

El estudio de las Escrituras

Al estudiar 1 Corintios 1–4, realiza dos de las actividades siguientes (A–D).

  1. Cuenta acerca de tu familia

    Cuando las personas se unen a la Iglesia, se vuelven miembros de la familia de Cristo (véase Mosíah 15:11). Lee 1 Corintios 1:9–13.

    1. Anota lo que andaba mal para “la familia de Cristo” de Corinto.

    2. Describe un acontecimiento o alguna ocasión en la que tu propia familia se haya reunido y eso te haya hecho sentir mucha alegría.

    3. Anota los aspectos o detalles de esa reunión de tu familia que también serían necesarios en la familia de Cristo.

  2. El hombre no natural (espiritual)

    Si sintieras dolor debido a una enfermedad rara, ¿acudirías en busca de ayuda a: la policía, al conductor de un taxi o a tu médico? ¿Por qué? Lee 1 Corintios 2:10–14.

    1. Anota a dónde debes acudir para recibir respuestas espirituales.

    2. Explica por qué es difícil para el “hombre natural” obtener conocimiento espiritual.

    3. Lee Mosíah 3:19 y anota lo que nos ayuda a vencer al hombre natural.

  3. Santo el templo, santo yo

    Lee 1 Corintios 3:16–17 y piensa en las formas en las que tu cuerpo es como un templo santo. Explica por qué en las situaciones que se indican a continuación se influye en ese templo y se limita la capacidad de recibir el Espíritu.

    1. Tomás y Susana han estado saliendo juntos y se han vuelto promiscuos (tienen relaciones íntimas).

    2. A José le gusta mascar tabaco con sus amigos.

    3. Catalina rehuye ir a la Iglesia porque sus amigos no están allí.

  4. Escribe una nota a un líder de la Iglesia

    Pablo dice a los líderes de la Iglesia que se requiere que cada uno de ellos sea hallado fiel y les recuerda que serán perseguidos por motivo de su fidelidad (véase 1 Corintios 4). Después de que hayas leído 1 Corintios 4:9–16, escribe una nota de agradecimiento a uno de tus líderes de la Iglesia. Escribe lo que más agradeces a esa persona y la forma en que haya influido en ti para bien. (Podrías mostrar a tu maestro lo que hayas escrito antes de enviarlo.)