Mateo 26
“Mi tiempo está cerca”
Al comenzar Mateo 26, el ministerio mortal de Jesús está a punto de llegar a su fin. Durante tres años, Jesús viajó entre los judíos enseñando Su Evangelio, testificando de Su misión tanto de palabra como de obra y estableciendo Su Iglesia sobre la tierra. No obstante, todo lo que había hecho hasta ese tiempo no hubiera servido de nada si no hubiese llevado a cabo lo que Él se preparó para hacer, como se indica en Mateo 26–28.
Desde hacía más de mil años, los israelitas recordaban que el Señor les había salvado la vida y los había librado de la esclavitud en Egipto con una ceremonia y comida especiales llamada la Pascua, o la fiesta de los panes sin levadura (véase Éxodo 12–13). El aspecto principal de la comida de la Pascua era un cordero sin defecto (perfecto), macho y de corta edad. En la primera Pascua, los que pusieron la sangre de cordero en los postes de su casa, como se les había mandado, se salvaron del ángel destructor que mató a todo primogénito en la tierra de Egipto.
Ese cordero simbolizaba a Jesucristo y lo que Él hizo a fin de salvarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte. Con el conocimiento que ya tienes de esto, piensa en cómo debe de haber sido para Jesús y sus discípulos la cena de la Pascua que se describe en Mateo 26. Poco después, el mismo Jesús sería el Cordero del cual era símbolo todo cordero de Pascua. Fíjate en lo que Jesús hizo para reemplazar la Pascua con otra ceremonia y ordenanza que se proyecta hacia el pasado —más bien que al futuro— y que tiene que ver con el sacrificio expiatorio del Señor. Probablemente vas a advertir y a percibir muchas otras cosas acerca del Salvador cuando leas detenidamente el testimonio de Mateo de los acontecimientos que condujeron a la crucifixión del Cordero de Dios.
Otros relatos de lo que leas en Mateo 26
Mateo 26:1–5—Marcos 14:1–2; Lucas 22:1–2.
Mateo 26:6–13—Marcos 14:3–9; Juan 12:1–8.
Mateo 26:14–30—Marcos 14:10–26; Lucas 22:3–23.
Mateo 26:31–35—Marcos 14:27–31; Lucas 22:31–34.
Mateo 26:36–46—Marcos 14:32–42; Lucas 22:39–46.
Mateo 26:47–75—Marcos 14:43–72; Lucas 22:47–71; Juan 18:1–27.
La comprensión de las Escrituras
Mateo 26
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Alabastro (vers. 7)—Variedad de piedra blanca, parecida al mármol, considerada hermosa y valiosa.
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De perfume de gran precio (vers. 7)—Aceite perfumado de gran precio.
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Pacto (vers. 28)—Convenio.
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Perecerán (vers. 52)—Serán destruidos, morirán o serán muertos.
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Legiones (vers. 53)—Grupos numerosos (una legión romana constaba de unos seis mil hombres).
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No me prendisteis (vers. 55)—No me arrestasteis.
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Rasgó sus vestiduras (vers. 65)—Hizo pedazos sus vestiduras (era una manifestación de profunda tristeza).
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Blasfemia (vers. 65)—Hacer burla de cosas sagradas.
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Amargamente (vers. 75)—Con aflicción y pesar.
Mateo 26:23 —“El que mete la mano conmigo en el plato”
Véase “La comprensión de las Escrituras” de Juan 13:25 (pág. 91).
Mateo 26:36–46—¿Qué es el Getsemaní?
El Getsemaní es un huerto de olivos que se encuentra a los pies del monte de los Olivos (véase Lucas 22:39). El nombre significa literalmente “prensa de aceite”, o sea, el lugar donde se exprimían las aceitunas crudas, que son amargas, para extraerles el aceite. Tiene un gran significado el hecho de que Jesús haya escogido ese lugar para sobrellevar los pecados del género humano, donde Su padecimiento hizo que “sangrara por cada poro” (D. y C. 19:18) e hiciera de ese modo posible el perdón del pecado y, a la larga, la vida eterna.
Mateo 26:59–60—Testigos falsos
La ley exigía que, para condenar a muerte a un hombre, debía haber dos o tres testigos (véase Deuteronomio 17:6). Pero los testigos falsos que reunieron los principales sacerdotes no lograron hacer concordar sus mentiras (véase Marcos 14:55–59). Es contradictorio que los judíos que querían crucificar a Jesús se hayan esforzado tanto por obedecer la ley de los testigos y que, al parecer, no se hayan preocupado por la ley de no hablar [levantar] falso testimonio contra el prójimo (véase Éxodo 20:16).
Mateo 26:69–75—Pedro niega a Jesús
Véase “La comprensión de las Escrituras” de Lucas 22:31–34, 54–62 (págs. 75–76).
El estudio de las Escrituras
Al estudiar Mateo 26, realiza dos de las siguientes actividades (A–C).
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La última cena y la Santa Cena
Como se indica en la introducción de este capítulo, Jesús y Sus discípulos participaban juntos de la cena de la Pascua (véase Mateo 26:17–20), la cual también era la ceremonia u ordenanza de la que el Cristo preterrenal les mandó participar cuando Él dio la ley de Moisés. Mientras comían, el Cristo mortal introdujo la nueva ordenanza de conmemoración y adoración que llamamos la Santa Cena (véanse los vers. 26–29).
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Fíjate con detenimiento en las adiciones y en las correcciones de la Traducción de José Smith de Mateo 26:28 (véase la Traducción de José Smith de Mateo 26:24–25). ¿Qué verdades importantes aprendemos de la Traducción de José Smith?
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Imagínate que te han pedido que hagas una presentación acerca de la Santa Cena para los niños de la Primaria de tu barrio o rama. Haz una gráfica o dibujos que te sirvan para explicar la Santa Cena como la introduce Jesús en Mateo 26:26–29.
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La importancia de la música
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Según Mateo 26:30, ¿qué hicieron Jesús y Sus discípulos antes de que Jesús los llevara al huerto de Getsemaní?
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¿De qué habrá servido el hacer eso?
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Nombra un himno que te haga sentir lo que consideres que aquel himno debe de haber hecho sentir a Jesús y a Sus discípulos. Explica por qué el himno te sirve de inspiración.
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“Mi voluntad” y “Tu voluntad”
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En Mateo 26:36–46, Mateo escribe por lo menos parte de lo que Jesús oró durante las tres ocasiones distintas en el huerto de Getsemaní. ¿Qué hay que sea diferente y semejante en cada una de esas oraciones?
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¿Qué hacían los discípulos de Jesús mientras Él oraba? ¿Por qué lo que Él les dice en Mateo 26:41 podría representar simbólicamente Su lucha al meditar y orar acerca de lo que debía hacer?
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Lee Mosíah 15:7; 3 Nefi 11:11; y Doctrina y Convenios 19:19. Escribe en tu cuaderno frases de esos versículos que describan lo que motivó a Jesús a “beber la amarga copa” del padecimiento que soportó en Getsemaní.
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Escribe en forma breve acerca de una lección que tú consideres podríamos aplicar a nuestra propia vida, basándote en el ejemplo de Jesús en Getsemaní. Al hacerlo, cuenta acerca de alguna situación en la que una persona de tu edad podría tener que aplicar ese ejemplo de Jesús.
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