Unidad 6: Día 3
Génesis 23–24
Introducción
Después de la muerte y del entierro de Sara, Abraham envió a un siervo a su antigua tierra para encontrar una esposa para Isaac de entre los parientes de Abraham que vivían allí. El siervo obedeció las instrucciones, oró para obtener ayuda del Señor, y conoció a Rebeca. Ella escogió regresar con el siervo y sellarse a Isaac en el convenio del matrimonio eterno (véase D. y C. 132:19–20, 37).
Génesis 23
Sara muere y es sepultada
Imagínate a un joven y a una jovencita que están enamorados y esperan edificar una relación duradera.
Al leer la siguiente declaración del élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, fíjate en lo que dijo que era la mejor opción para las parejas que deseaban formar una relación duradera:
“Una pareja enamorada puede elegir un matrimonio de la más alta calidad o uno de menor calidad que no perdurará; o quizás no elijan ninguno de los dos…
“…reafirmo la virtud del matrimonio en el templo; es el tipo de matrimonio más elevado y perdurable que nuestro Creador ofrece a Sus hijos.
“…Al matrimonio en el templo también se le llama matrimonio celestial…
“La mejor elección es el matrimonio celestial” (“El matrimonio celestial”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 92, 94).
El matrimonio eterno o celestial en el templo es el único tipo de matrimonio o unión que puede durar para siempre. Al estudiar Génesis 23–24, busca los principios que pueden guiarte en tus esfuerzos para un día obtener las bendiciones del matrimonio eterno.
Recuerda que Abraham y Sara entraron en un convenio con Dios que les permitió tener un matrimonio eterno. Lee Génesis 23:1–2, y busca evidencia del amor de Abraham por Sara.
El resto de Génesis 23 explica que Abraham compró un sepulcro para Sara y que fue allí donde fue enterrada.
Génesis 24:1–9
Abraham pone a su siervo bajo juramento de encontrar una esposa adecuada para Isaac
El Señor había prometido a Abraham y a Sara que su hijo, Isaac, recibiría las bendiciones del convenio de Abraham, incluyendo el sacerdocio y todas las bendiciones del Evangelio. El Señor también prometió que, mediante los descendientes de Isaac, todas las familias de la tierra serían bendecidas.
¿Qué debía hacer Isaac para que se cumplieran esas promesas?
Lee Génesis 24:1–3 para saber con quién no quería Abraham que se casara Isaac.
Los cananeos no creían en el Señor y practicaban la idolatría, de modo que ninguna mujer cananea habría estado preparada para recibir las responsabilidades y las bendiciones del convenio de Abraham y del matrimonio eterno. La decisión que afrontaba Isaac de casarse o no dentro del convenio, es como nuestra opción de hoy en día de si nuestro matrimonio será sellado o no en el templo.
Lee Génesis 24:4 y busca la asignación que Abraham le dio a su criado.
El viaje desde donde se encontraba Abraham en la tierra de Canaán a Mesopotamia, donde vivían sus familiares, y de regreso, era aproximadamente unos 1.450 km. Piensa en la considerable cantidad de tiempo, esfuerzo y provisiones que habría requerido ese viaje.
¿Qué nos enseñan las instrucciones de Abraham a su criado en cuanto a la importancia de obtener las bendiciones del matrimonio eterno?
Un principio que aprendemos de Génesis 24:4 es que obtener las bendiciones del matrimonio eterno merece un gran esfuerzo y sacrificio. Podrías anotar este principio en el margen de tu ejemplar de las Escrituras.
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En tu cuaderno de estudio de las Escrituras, explica qué esfuerzos y sacrificios tendrían que hacer los jóvenes de hoy en día con el fin de obtener las bendiciones del matrimonio eterno.
Al leer la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley, averigua por qué es tan importante casarse en el templo: “No existe nada que pueda substituir el casarse en el templo; es el único lugar bajo los cielos donde el matrimonio se solemniza por la eternidad. No se defrauden a ustedes mismos, ni defrauden a su compañero o compañera. No se conformen con otra cosa en la vida. Cásense con la persona apropiada en el lugar apropiado y en el tiempo apropiado” (véase “Las obligaciones de la vida”, Liahona, mayo de 2009, pág. 4).
Para que tanto Isaac como Rebeca recibieran las bendiciones prometidas del Señor para sí mismos y para sus descendientes, era esencial que se casaran con alguien digno de la ordenanza selladora del matrimonio y que se casaran con esa persona en el convenio.
Génesis 24:10–60
El criado de Abraham conoce a Rebeca y a su familia
Lee Génesis 24:10–14 para saber cómo actuó en fe el criado de Abraham para cumplir con la tarea que Abraham le dio.
Lee Génesis 24:15–20 para averiguar cómo se dio respuesta a la oración del criado.
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El criado todavía no sabía si esa joven era pariente de Abraham. En Génesis 24:21–25, aprendemos que él le preguntó a Rebeca en cuanto a su familia y se enteró que era la nieta del hermano de Abraham, Nacor.
Lee Génesis 24:26–28 para saber lo que hizo el criado de Abraham después de enterarse que Rebeca era familiar de Abraham. ¿Qué es lo que más te impresiona de la reacción del criado?
En Génesis 24:29–49 se habla de que al criado de Abraham se le invitó a comer con la familia de Rebeca. Él dijo a la familia que Abraham lo había mandado a encontrar entre los parientes de Abraham a una mujer apropiada para que se casara con Isaac. Entonces explicó que había orado para recibir guía y que el Señor había contestado su oración y lo había dirigido a Rebeca.
Lee Génesis 24:50–51 para saber lo que el hermano de Rebeca, Labán, y su padre, Betuel, respondieron al criado de Abraham.
Después, el criado de Abraham entregó regalos a la familia y se llevó a cabo una celebración. A la mañana siguiente, el criado de Abraham y la familia de Rebeca hablaron sobre la salida de ella.
Para completar la siguiente tabla, estudia las referencias de las Escrituras y escribe tu respuestas a las preguntas:
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¿Cuándo se quería marchar el criado de Abraham? ¿Cuándo quería la familia de Rebeca que ella se marchara? |
¿Cómo se resolvió la diferencia? |
Podrías marcar las palabras de Rebeca en el versículo 58: “Sí, iré”. ¿Qué rasgos de personalidad demostró Rebeca en esa situación? Añade esos rasgos a la lista en tu diario de estudio de las Escrituras.
Completa el siguiente principio de acuerdo con lo que has aprendido del ejemplo de Rebeca: Si nosotros ahora, entonces estaremos mejor preparados para el matrimonio eterno.
El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó por qué es tan importante desarrollar cualidades justas ahora: “Si esperan tener un compañero eterno que tiene ciertas cualidades espirituales, deben esforzarse por desarrollar esas cualidades espirituales en ustedes mismos. Entonces, alguien que tenga esas cualidades se sentirá atraído hacia ustedes” (véase “Entender el plan del Padre Celestial”; www.lds.org/prophets-and-apostles/unto-all-the-world/understanding-heavenly-fathers-plan?lang=spa).
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Génesis 24:61-67
Isaac y Rebeca se sellan en matrimonio eterno
Imagínate los sentimientos que debió haber tenido Rebeca al viajar la gran distancia para conocer a Isaac, o lo que Isaac debió sentir al esperar el regreso del criado. Lee Génesis 24:61–67 y busca palabras y frases que impliquen que Isaac y Rebeca estaban contentos de conocerse y casarse el uno con el otro (Puede resultarte útil saber que cuando Rebeca se cubrió con un velo, estaba demostrando modestia y respeto por Isaac).
Piensa en cuanto a las maneras que el Padre Celestial ayudó a Isaac y a Rebeca a recibir las bendiciones del matrimonio eterno. Un principio importante que aprendemos de la experiencia de Isaac y de Rebeca es que si somos fieles a Dios, entonces Él dispondrá la manera para que recibamos las bendiciones del matrimonio eterno.
Para entender cómo se relaciona este principio con nosotros hoy en día (incluso aquellos que no tengan la oportunidad de casarse en esta vida) estudia detenidamente la declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia: Si lo deseas, subraya las frases que te resulten significativas.
“Hay algunos entre ustedes, excelentes jóvenes de la Iglesia, que tal vez nunca se casen. Aun cuando sean dignos en todo sentido, es posible que nunca encuentren a alguien con quien sellarse en el templo del Señor durante esta vida…
“Primero, permítanme decirles que nuestro Padre Celestial escucha sus oraciones; Él conoce los deseos de su corazón. No puedo decirles por qué las oraciones de una persona se responden de cierta manera mientras que las de otra se contestan de otra. Pero sí puedo decirles esto: los deseos justos de su corazón se cumplirán.
“A veces es difícil ver lo que está más allá del sendero que está frente a nosotros. Somos impacientes y no queremos esperar el cumplimiento futuro de nuestros más grandes deseos. Sin embargo, el breve período de esta vida no es nada en comparación con la eternidad. Si tan sólo tenemos esperanza, ejercemos la fe, y perseveramos hasta el fin con alegría… allí, en ese futuro celestial se cumplirán los deseos justos de nuestro corazón y muchísimo más de lo que podemos comprender ahora (“El reflejo en el agua” [Devocional del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos, 1 de noviembre de 2009]; lds.org/broadcasts).
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¿Cómo podría brindar consuelo la declaración del presidente Uchtdorf a las personas justas que quizás no tengan la oportunidad de recibir las bendiciones del matrimonio eterno en esta vida?
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¿Cómo te ayuda esta declaración a entender la importancia de prepararte ahora para el matrimonio eterno, sin importar tus circunstancias?
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He estudiado Génesis 23–24 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: