Unidad 22: Día 1
Ester 1–Job 16
Introducción
Tras destituir a la reina Vasti, el rey Asuero de Persia eligió a una joven judía llamada Ester para ser su nueva reina. Mardoqueo, el primo y guardián de Ester, ofendió a Amán, un líder en el reino Persa, al no inclinarse ante él. Amán recibió permiso del rey para destruir a todos los judíos que se encontraban en el reino. Después de haber ayunado junto con los judíos, y con el riesgo de perder la vida, Ester se acercó al rey para intervenir en nombre de los judíos. Ella expuso la traición de Amán y salvó a los judíos de sus enemigos.
Job, un hombre recto y temeroso de Dios, enfrentó pruebas y aflicciones severas. Perdió todos sus bienes, sus hijos murieron y sufrió de mala salud. En medio de su sufrimiento, tres amigos lo visitaron. Aunque sus amigos tenían la intención de consolarlo, lo acusaron de transgredir.
Ester
Ester se convierte en reina de Persia y revela la conspiración de Amán para destruir a los judíos
Los acontecimientos en el libro de Ester ocurrieron antes de los que ocurrieron en el libro de Nehemías. Tal vez recuerdes de tu estudio de Esdras que Darío, el rey persa, renovó el decreto de Ciro, un rey anterior, para que los judíos reconstruyeran el templo en Jerusalén (véase Esdras 6). Los eventos del libro de Ester ocurrieron durante el reinado de Asuero, hijo de Darío, (véase Esdras 4:6). (A menudo se le conoce por su nombre griego, Jerjes). Artajerjes, el hijo de Asuero, fue el rey persa que le dio dinero y suministros a Esdras para embellecer el templo (véase Esdras 7) y envió a Nehemías a Jerusalén (véase Nehemías 2).
Conforme estudies el libro de Ester, determina la forma en que ella demostró fe y valor en sus esfuerzos por salvar a su pueblo de sus enemigos. El libro contiene un relato de una joven a quien se colocó en una época y una posición especial para desempeñar un gran acto de servicio para el pueblo de Jehová.
En los días de Ester, el Imperio Persa controlaba gran parte de la región del Medio Oriente en la que vivían muchos israelitas del reino de Judá (judíos) (véase Mapas Bíblicos, Nº 7, “El Imperio Persa”). Asuero, el rey de Persia, se disgustó con Vasti, su reina, y decidió reemplazarla. Eligió a Ester como su nueva reina de entre las mujeres jóvenes del reino. Ester mantuvo su identidad judía en secreto ya que Mardoqueo, su primo que la había criado, le había dado instrucciones de no revelar que era judía.
Asuero ascendió a un hombre llamado Amán para que fuera su jefe de gobierno y se dio la orden de que todos los siervos del rey se inclinaran ante Amán al verlo pasar. Mardoqueo se negó a hacerlo y eso enfureció a Amán. Como resultado, Amán quiso matar a todos los judíos del reino. Le propuso la idea al rey y se le dio autoridad para hacer lo que deseaba. El decreto se publicó y se envió por toda la tierra. (Véanse los encabezamientos de los capítulos de Ester 1–4).
Lee Ester 4:8, para averiguar lo que Mardoqueo le pidió a Ester que hiciera.
Lee Ester 4:11 para saber por qué lo que Mardoqueo le pedía a Ester que hiciera sería difícil y peligroso.
Durante esa época, los reyes estaban frecuentemente en peligro de ser asesinados, así que se rodeaban de guardias e imponían castigos severos para cualquier persona que se acercara sin ser invitada a alguna habitación en la que ellos se encontraban. Ester estaría arriesgando su vida al ir ante el rey sin haber sido llamada. Le perdonarían la vida únicamente si él le extendía su cetro de oro.
Lee Ester 4:13–14. ¿A qué crees que se refería Mardoqueo cuando le dijo a Ester: “Y quién sabe si para esta hora tú has llegado al reino” (Ester 4:14)? ¿Cómo se puede aplicar eso a ti?
Considera lo que el presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, enseñó a la juventud acerca de la influencia que pueden tener en otras personas: “Estos son tiempos difíciles. Creo que tal vez sus espíritus fueron reservados para estos últimos días; que ustedes, como Ester, han venido a la Tierra ‘para esta hora’. Es posible que sus logros más trascendentales e imperecederos sean la recta influencia que ejerzan en los demás” (“Las virtudes de las hijas rectas de Dios”, Liahona, mayo de 2003, pág. 111).
Ester logró exponer la traición de Amán y salvó a los judíos de sus enemigos (véanse los encabezamientos de los capítulos de Ester 5–10).
Job 1:1–2:10
Job padece la pérdida de sus posesiones e hijos y es herido con sarna
Medita en las siguientes preguntas: Generalmente, ¿cómo reaccionas cuando te ocurre algo malo? ¿Cómo reaccionarías si algo malo te ocurriera y no hubieras hecho nada para merecerlo?
El libro de Job habla de una persona que vivió pruebas y aflicciones severas. Algunos se han preguntado si Job fue un personaje ficticio, pero otros profetas y la revelación de los últimos días indican que él fue una persona real que padeció sufrimiento muy real (véase Ezequiel 14:14, 20; Santiago 5:11; D. y C. 121:10). Conforme estudies Job 1–16, busca principios que te ayuden cuando tú o aquellos que te rodean enfrenten pruebas.
Lee Job 1:1–3 para localizar palabras o frases que describan a Job.
La palabra perfecto, en el versículo 1, no significa que Job no tuviera pecado. Implica que Job procuró guardar fielmente los mandamientos de Dios. Job fue persistente en su devoción a su Padre Celestial. Los que guarden los mandamientos y perseveren hasta el fin finalmente llegarán a ser perfectos por medio de la Expiación de Jesucristo (véase Moroni 10:32–33; D. y C. 76:69).
Job 1:6–12 contiene una versión poética de una supuesta conversación entre Jehová y Satanás, quién se convirtió en el adversario de la humanidad tras su rebelión durante el concilio de los cielos (véase Moisés 4:1–4; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Diablo”; escrituras.lds.org). Lo más probable es que tal conversación entre Dios y Satanás nunca haya tenido lugar. Los escribas bien intencionados pudieron haber agregado esos versículos como un tipo de ficción literaria para brindar algún contexto para el sufrimiento de Job. Sin embargo, Job y los acontecimientos de su vida son reales. Lee Job 1:6–12 y completa las dos oraciones siguientes:
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Satanás afirmó que Job temía o adoraba a Jehová porque .
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Satanás dijo que si Jehová le quitaba a Job Su protección y bendiciones, entonces Job .
Jehová permitió que Satanás afligiera todo lo que Job tenía, pero no se le permitió dañar a Job.
Al contrario del relato en Job 1:6–12 (y a un relato similar en Job 2:1–6), Jehová no hace tratos con Satanás. Las conversaciones entre Jehová y Satanás en el libro de Job se presentan en una narrativa poética que recalca el papel de Satanás como nuestro adversario. En realidad, Jehová tiene poder sobre Satanás y no negocia con él.
Lee Job 1:13–19 para determinar todas las cosas que Job perdió.
Si fueras Job, ¿qué sentimientos o preguntas tendrías tras haberte ocurrido esas cosas?
Lee la respuesta de Job en Job 1:20–22 para determinar cómo demostró su fe en Dios.
De esos versículos aprendemos que podemos elegir tener fe en Dios incluso en medio de nuestras pruebas.
En Job 2:1–6 se presenta otra supuesta conversación entre Jehová y Satanás. Lee Job 2:3–6 y completa las siguientes oraciones con lo que aprendas:
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Satanás afirmó que si Job era afligido físicamente, él .
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Jehová permitió que Satanás , pero no le permitió .
Lee Job 2:7–9 para conocer lo que le ocurrió a Job después. (Tal vez te sea útil saber que la sarna es una enfermedad muy dolorosa de la piel y que una teja es un pedazo de cerámica rota. Job la usaba para tratar de raspar su piel enferma).
Considera cómo es que en épocas de grandes pruebas una persona pueda sentirse tentada a culpar a Dios y a alejarse de Él, como sugirió la esposa de Job en el versículo 9.
Lee Job 2:10 para averiguar cómo respondió Job a las aflicciones que padecía.
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Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
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Basándote en lo que has aprendido de la experiencia de Job, ¿qué puedes hacer para mostrar fe en Dios durante tus pruebas?
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Piensa en alguien que admires por haber elegido tener fe en Dios durante las pruebas. ¿Cómo mostró esa persona fe en Dios?
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Job 2:11–16:22
Job y tres amigos analizan la razón de las desgracias que le han sobrevenido
¿Has tenido alguna vez un amigo que te ayudó en un tiempo difícil?
En Job 2:11–13 leemos acerca de Elifaz, Bildad y Zofar, tres amigos de Job que fueron a consolarlo durante sus aflicciones. Lee Job 3:1–4, 25; 6:1–3 para conocer los pensamientos y sentimientos que Job les expresó a sus amigos.
A lo largo de Job 4–16, los amigos de Job expresaron su creencia en que las aflicciones de Job le habían sobrevenido a causa de algo que había hecho mal. Lee cada conjunto de versículos de la siguiente lista para averiguar por qué cada uno de los amigos de Job creía que él se merecía su aflicción. Escribe sus razones en las líneas que siguen a las referencias.
Bildad (Job 8:1–6, 20):
Zofar (Job 11:1–6):
Basándote en lo que has aprendido acerca de Job, ¿le sobrevinieron sus aflicciones a causa del pecado?
De la experiencia de Job podemos aprender que las pruebas y dificultades sobrevienen tanto a los justos como a los inicuos.
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué piensas que es importante saber que las pruebas y dificultades sobrevienen tanto a los justos como a los inicuos?
Conforme continúes estudiando las palabras de Job, medita cómo podrías completar el siguiente principio: Aunque no conozcamos la razón de nuestras pruebas, podemos .
Lee Job 10:2, 15. En esos versículos, Job dijo que no sabía por qué le habían sobrevenido sus aflicciones.
Lee Job 13:13–16 para conocer lo que dijo que haría sin importar lo que le sucediera.
Basándote en el ejemplo de Job, completa el principio anterior.
Lee las siguientes palabras del élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles. Localiza y marca lo que puede impedir que confiemos en el Señor y lo que podemos hacer para confiar en Él.
“Cuando enfrentas la adversidad, quizás sientas la inclinación a hacer muchas preguntas, algunas buenas, otras no. El preguntar ‘¿Por qué tiene que pasarme esto?, ¿Por qué tengo que sufrir?, ¿Qué hice para merecerlo?’, te llevará a callejones sin salida. No es bueno hacer preguntas que impliquen oposición a la voluntad de Dios. Es mejor preguntarse: ‘¿Qué debo hacer? ¿Qué aprenderé con esto? ¿Qué puedo cambiar? ¿A quién debo ayudar? ¿Estoy dispuesto a recordar mis muchas bendiciones en medio de la prueba?’…
“Esta vida es una experiencia de profunda confianza en Jesucristo, en Sus enseñanzas y en nuestra capacidad, guiados por el Santo Espíritu, de obedecer… Confiar quiere decir obedecer voluntariamente desde el principio sin saber el fin (véase Proverbios 3:5–7). Para producir fruto, tu confianza en el Señor debe ser más fuerte y duradera que la que tengas en tus propias ideas y experiencia” (véase “La confianza en el Señor”, Liahona, enero de 1996, pág. 18).
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Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cuáles son algunas de las cosas que puedes hacer para mostrar que confías en el Señor durante tiempos difíciles? Asegúrate de actuar de conformidad con cualquier impresión que hayas recibido para poner tu fe y tu confianza en el Señor.
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Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:
He estudiado Ester 1–Job 16 y he terminado esta lección el (fecha).
Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: