Introducción a Proverbios
¿Por qué debemos estudiar este libro?
El libro de Proverbios contiene muchas declaraciones breves pero sabias acerca de cómo vivir una vida piadosa. Aunque el libro se escribió en el antiguo Israel, sus mensajes siguen siendo relevantes en el mundo de hoy. Al estudiar este libro, puedes aprender sabiduría que te permita acercarte al Señor.
¿Quién escribió este libro?
Parte del libro de Proverbios se le atribuye a “Salomón hijo de David, rey de Israel” (véase Proverbios 1:1; 10:1; 25:1; véase también 1 Reyes 4:32; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Proverbio, el libro de Proverbios”; escrituras.lds.org). Sin embargo, aunque a Salomón se le considere el autor de muchos de los proverbios, es mejor pensar en el libro de Proverbios como una biblioteca de la sabiduría de los israelitas. Una parte de su contenido es profundamente espiritual, mientras que otra parte “no se eleva por encima del plano de la sabiduría mundana, pero todo el texto da por sentado que ‘el principio de la sabiduría es el temor de Jehová’ (1:7;9:10)” (Bible Dictionary, “Proverbs, book of”).
¿Cuándo y dónde se escribió?
No se sabe exactamente cuándo ni dónde se escribió el libro de Proverbios, pero se cree que la compilación inicial de Proverbios se llevó a cabo durante el gobierno del rey Salomón en Jerusalén, entre 1015 a. de J.C. y 975 a. de J.C. Es probable que muchos de los proverbios vinieran de las tradiciones orales que existían antes del tiempo de Salomón. Además, algunos proverbios se agregaron después del tiempo de Salomón: los capítulos 25–29 se añadieron en los días del rey Ezequías de Judá (véase Proverbios 25:1). No se sabe cuándo cobró el libro su forma final.
¿Cuáles son algunas de las características distintivas de este libro?
El libro de Proverbios se escribió en forma de poesía, y en él se emplean muchas de las técnicas comunes de la poesía hebrea —imágenes vívidas, paralelismo y otros recursos literarios— para guiar al lector en la búsqueda de la sabiduría. Los versículos introductorios del libro expresan este tema central: “Oirá el sabio y aumentará su saber… los insensatos desprecian la sabiduría y la disciplina” (Proverbios 1:5, 7).
La sabiduría que contiene el libro de Proverbios abarca casi todo aspecto de la vida. Los proverbios se centran tanto en los caprichos de la naturaleza humana como en la conducta básica de la persona justa y en la relación debida del hombre con Dios. Como los proverbios tratan temas tan variados, un versículo de Proverbios a menudo no tiene relación con los versículos anteriores o posteriores; sin embargo, los lectores pueden encontrar dentro de Proverbios muchos pasajes que son sencillos, humorísticos, profundos y hermosos. Un pasaje muy conocido describe tiernamente los atributos de una mujer virtuosa y declara que ella es mucho más valiosa que las piedras preciosas (véase Proverbios 31:10–31).
Bosquejo
Proverbios 1–9. Estos proverbios contienen una invitación poética al lector de procurar y adquirir la verdadera sabiduría. Exponen la naturaleza del conocimiento, el significado de la vida y la ruta del éxito.
Proverbios 10–24. Estos proverbios constan de muchos dichos cortos acerca de la forma correcta e incorrecta de vivir. Ofrecen consejos prácticos acerca de la vida familiar, el control de la ira, los peligros del orgullo y varios temas más.
Proverbios 25–29. Estos proverbios tratan el liderazgo justo, el deber del pueblo de ayudar al pobre y el valor de la sabiduría en la vida diaria.
Proverbios 30–31. El libro termina con las palabras de Agur y del rey Lemuel. Agur le advierte al lector que “toda palabra de Dios es pura” (Proverbios 30:5) y habla de los peligros de la hipocresía. El rey Lemuel recita las palabras de su madre que le advierten contra la bebida fuerte. Una mujer virtuosa es más valiosa que las riquezas del mundo; ella venera a Jehová y es diligente, generosa, sabia y amable.